El candidato republicano Donald Trump podría verse en los tribunales tras las elecciones a la Casa Blanca.

“Probablemente el Sr. Trump testificará en el juicio del 28 de noviembre, incluso si es presidente electo”, afirma a EL ESPAÑOL Jason Forge, abogado de los demandantes.

Apenas 20 días después de que los estadounidenses elijan al nuevo líder de la nación, comenzará un juicio sobre la difunta Trump University, una escuela de negocios del multimillonario. El aspirante republicano se encuentra en la lista de testigos de ambos lados de la disputa.

Los demandantes alegan que fueron “defraudados” por la entidad al pagar hasta 35.000 dólares por programas y seminarios para aprender de expertos del mundo inmobiliario e iniciar exitosas carreras en el sector.

Pero, según los demandantes, los profesores no eran profesionales del mundillo seleccionados “a mano”, el producto no se correspondía con lo prometido y la entidad constituía un esquema engañoso para captar dinero.

Una multitud de documentos del caso hecha pública esta semana por orden judicial sugiere que ésta era la realidad de Trump University.

“Dimití de mi puesto en mayo de 2007 porque pensé que Trump University estaba desarrollando una conducta engañosa, fraudulenta y deshonesta”, asegura el testimonio escrito de Ronald Schnackenberg, antiguo responsable de ventas de la escuela, que recoge The New York Times.

Schnackenberg afirma que se llevó una reprimenda de sus superiores al negarse a vender el programa “élite” de Trump University -de 35.000 dólares- a una pareja que “no tenía dinero para pagar” y debía endeudarse para costear el producto.

Otra extrabajadora asegura que oyó a representantes de la entidad decir a clientes sin dinero que elevaran el límite de su tarjeta de crédito o que abrieran tantas tarjetas de crédito como les fuera posible para pagar los cursos.

Los documentos revelados engloban instrucciones de la empresa a sus empleados que ilustran técnicas de venta de alta presión como la “montaña rusa emocional”, una conversación planificada en la que el agente de ventas dirige al potencial cliente por diversos estados emocionales para persuadirlo.

La decisión de hacer públicos los documentos vino del juez federal Gonzalo Curiel, quien se encarga del proceso contra Trump University, por petición del rotativo The Washington Post. Curiel fijó la fecha del juicio para después de los comicios presidenciales por miedo a un “frenesí mediático” en medio de la campaña electoral.

El juicio, que resulta de una demanda colectiva, no es la única batalla legal que libra Trump University. Hay otra demanda colectiva contra la escuela y un proceso iniciado en 2013 por el fiscal general de Nueva York que reclama 40 millones en compensaciones.

Perder el juicio de noviembre, sin embargo, no incapacitaría a Donald Trump para convertirse en presidente, asegura Forge, de la firma legal Robbins Geller Rudman & Dowd.

Pero la polémica en torno a Trump University podría convertirse en una piedra en el camino hacia el Despacho Oval de Trump, quien se presenta como un exitoso hombre de negocios.

UN ARMA PARA CLINTON

El candidato ya ha recibido críticas por arremeter contra el juez del caso y su hispanidad. “Creo que el juez Curiel debería estar avergonzado. Creo que es una desgracia que esté haciendo esto”, dijo Trump el mes pasado, para luego indicar que Curiel “resulta ser, creemos, mexicano”.

La favorita en las primarias demócratas, Hillary Clinton, ha saltado al cuello de Trump por el escándalo de su escuela. Su campaña ha estado analizando documentos relacionados con Trump University para buscar puntos débiles donde golpear, informa NBC News.

La directora de comunicaciones de Hillary for America ha advertido de que la guerra en este frente no ha hecho más que comenzar. “[Estoy] convencida de que los votantes no saben lo suficiente aún sobre Trump U. Así que contad con oír bastante más sobre este tema por nuestra parte”, ha escrito en Twitter.

La campaña de Clinton ha asegurado que Trump University fue un “esquema fraudulento para abusar de los que menos podían costearla”. “[Trump] vende a los votantes que puede ayudar a mejorar sus vidas, pero es todo un engaño con el único objetivo de promover a Trump”, dijo un portavoz de la candidata a ABC News.

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