La fiscalía belga ha lanzado este jueves una nueva petición de ayuda a los ciudadanos para atrapar al tercer terrorista del aeropuerto de Zaventem, que sigue huido desde los atentados del 22-M en Bruselas. El conocido como el ‘hombre del sombrero’ o el ‘hombre de blanco’, que todavía no ha sido identificado, regresó a pie a Bruselas tras abandonar en el vestíbulo de salidas su maleta de explosivos, según un vídeo que ha difundido la policía de Bélgica.
“Hemos podido reconstruir el recorrido probable de esa persona”, ha dicho el portavoz de la fiscalía, Eric Van der Sijpt, en una comparecencia ante la prensa en la que no ha aceptado preguntas. La reconstrucción se basa en las imágenes de varias cámaras de vigilancia, empezando por las del aeropuerto.
El ‘hombre del sombrero’ acompañaba el 22 de marzo a los dos kamikazes de Zaventem, que ya han sido identificados como Ibrahim El Bakraui y Najim Laachraoui. Su maleta era la que contenía más explosivos. Pero una vez que sus compañeros se hacen estallar a las 7:58 de la mañana, el tercer terrorista abandona edificio.
Pasa por delante del hotel Sheraton y por el aparcamiento de coches de alquiler de AVIS y atraviesa a pie el pueblo de Zaventem. En ese momento se deshace de su chaqueta blanca, que no ha sido encontrada y que la policía belga cree que podría dar pistas importantes si finalmente se localiza. Después, sigue andando hasta llegar a Bruselas. Lleva una camisa azul claro con coderas. Su pista se pierde alrededor de las 9:50 de la mañana, cerca del barrio europeo de la capital belga.
La fiscalía ha pedido la colaboración de cualquier persona que tenga imágenes de vídeo o fotos tomadas en algún punto del recorrido del sospechoso durante la mañana del martes 22 de marzo.
Fallos en la identificación de los terroristas
En un primer momento, la policía belga identificó al tercer terrorista como Faysal Cheffou, un periodista independiente que fue detenido el 24 de marzo. La policía belga sospechaba que actuaba como reclutador. Pero su detención se reveló como uno de los múltiples fallos de las fuerzas de seguridad en los días anteriores y posteriores a los ataques de Bruselas. Cuatro días después fue puesto en libertad porque tenía coartada y no se encontró su ADN en el aeropuerto.
De momento, la fiscalía sólo ha identificado oficialmente a los tres kamikazes de los atentados de Bruselas. En la parada de metro de Maelbeek, junto a las instituciones europeas, se inmoló Jalid El Bakraui, el hermano de Ibrahim. La policía filtró a la prensa belga que Jalid podría tener un cómplice que huyó del metro tras el atentado. Pero la fiscalía no lo ha confirmado y sigue hablando de cuatro terroristas: los tres suicidas y el "hombre del sombrero".
Uno de los terroristas trabajó brevemente en el Parlamento Europeo. En concreto, tuvo un empleo de verano en 2009 y 2010 en los servicios de limpieza de la Eurocámara. En aquel momento era estudiante y no tenía antecedentes, según un portavoz. La prensa belga ha desvelado que se trata de Laachraoui, uno de los kamikazes de Zaventem, al que se le considera el fabricante de los explosivos usados tanto en los atentados de Bruselas como en los de París.
Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos que atacaron París el 13 de noviembre, no ha sido imputado en los ataques de Bruselas ni lo será en el futuro, según ha dicho este jueves su abogado Sven Mary. Abdeslam fue detenido en el barrio bruselense de Molenbeek el 18 de marzo, cuatro días antes de los atentados. Está pendiente de ser extraditado a Francia en los próximos días.
Bélgica no es un estado fallido
Pese a los fallos de seguridad, el primer ministro belga, Charles Michel, niega que su país sea un estado fallido. "Es posible hacer más en Bélgica y en todo el mundo, pero no puedo aceptar la idea de un estado fallido", afirmó Michel en una rueda de prensa este miércoles.
"Un estado fallido no habría sido capaz de aplicar más de 100 condenas por cargos de terrorismo el año pasado. Hemos arrestado a Salah Abdeslam en unos meses. A algunas personas les parece escandaloso que tardáramos unos meses en detenerle. Me gustaría destacar que arrestar a Bin Laden (el antigo líder de Al Qaeda), buscado por toda la policía del mundo, costó 10 años tras el 11 de septiembre", destacó Michel.