Un mundo sin armas nucleares. Esa fue la visión que impulsó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en uno de sus discursos más famosos, en 2009 en Praga, que lo llevó a obtener el Premio Nobel de la Paz un año después y a fomentar un esfuerzo global para reforzar la seguridad nuclear.
Ese esfuerzo se verá en Washington, donde Obama recibe a medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno para la cuarta –y su última– Cumbre de Seguridad Nuclear. Una iniciativa personal del presidente estadounidense, que busca impedir que unas 2.000 toneladas de material nuclear caigan en manos de terroristas.
La amenaza de Corea del Norte, los progresos en el acuerdo nuclear firmado con Irán, los recientes atentados terroristas en Bruselas y la lucha contra Estado Islámico y Al Qaeda serán los ejes del encuentro. Entre los mandatarios no estará Mariano Rajoy (le sustituye el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo), pero la ausencia más notoria será la de Vladimir Putin.
El desafío de Corea del Norte
De hecho, Estados Unidos, Japón y Corea del Sur han anunciado este jueves que profundizarán su cooperación para frenar el avance del programa nuclear de Corea del Norte. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho que los tres países evaluarán “pasos adicionales” que puedan tomar de manera colectiva para asegurar la desnuclearización de la península coreana.
Obama ha hecho esta declaración sentado junto al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, y la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, con quienes se ha reunido en la apertura de la Cumbre de Seguridad Nuclear para discutir la amenaza de Pyongyang.
“Estamos unidos en nuestro esfuerzo por defendernos y desalentar las provocaciones de Corea del Norte”, ha afirmado Obama. “Reconocemos que nuestra seguridad está vinculada y que necesitamos trabajar juntos para enfrentar este desafío”, ha completado.
El mandatario estadounidense ha pedido además un esfuerzo global para “hacer cumplir vigilantemente” las sanciones que Naciones Unidas impuso al régimen de Kim Jong Un.
Ingredientes para "bombas sucias", a mano en hospitales
La cumbre tiene como fin desarrollar una arquitectura global de seguridad nuclear para adoptar medidas que prevengan el uso de materiales nucleares y radiactivos con fines terroristas, además de avanzar hacia el objetivo final fijado por Obama, del cual el mundo aún está muy lejos.
El legado de Obama ha sido mixto: firmó un nuevo tratado con Rusia para reducir el arsenal nuclear –para 2018, será el más pequeño desde los años 50–, logró el pacto con Irán y más de una docena de países se han deshecho de material nuclear.
Pero, a la vez, los ingredientes para las llamadas “bombas sucias”, que utilizan material radiactivo combinado con explosivos convencionales, todavía están a mano, por ejemplo, en hospitales. La mitad de los países que atendieron la última cumbre se comprometieron a asegurar esos materiales. Obama, además, ha recortado el presupuesto de los programas de proliferación nuclear.
Sabemos que las organizaciones terroristas desean tener un dispositivo nuclear
“Sabemos que las organizaciones terroristas tienen el deseo de acceder a esta materia prima y tienen el deseo de tener un dispositivo nuclear”, ha dicho Ben Rhodes, uno de los principales asesores de Obama en política exterior, en una conferencia con periodistas para discutir la agenda de la cumbre.
Gracias a los esfuerzos liderados por Obama “es más difícil que nunca para los terroristas” adquirir armas nucleares, ha completado Rhodes. La seguridad nuclear ha sido una de las insignias de política exterior de Obama.
Sus esfuerzos por impedir que grupos terroristas puedan hacerse con un arma nuclear y para frenar y reducir la proliferación de armas nucleares, reflejado en aquel discurso de Praga poco después de llegar a la presidencia, lo llevaron al Premio Nobel de la Paz en 2010. Ese galardón le valió fuertes críticas a Noruega, el país encargado de otorgarlo, principalmente porque consideraban que era un reconocimiento prematuro.
Obama mantiene esta noche (hora española) una reunión bilateral con el presidente de China, Xi Jinping. Y este viernes se reunirá con los miembros del llamado grupo “P5+1”, integrado por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania, que lideró las conversaciones con Irán por el programa nuclear.
Por último, Obama presidirá una cena de trabajo con los jefes de Estado y de Gobierno este jueves. El gran ausente será Vladimir Putin, para quien la agenda de la cumbre ya está agotada. Rhodes ha dicho que la ausencia de Rusia es una “declaración” de Moscú que refleja las tensiones actuales con Washington, aunque ha insistido en que ambos países mantienen la cooperación en seguridad.