Al menos 60 talibanes han muerto en dos bombardeos estadounidenses en la estratégica provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, donde los insurgentes iniciaron hace meses una gran ofensiva, según informaron este domingo fuentes oficiales.
Los dos bombardeos tuvieron lugar este pasado sábado en el distrito de Marjah como parte del operativo de apoyo a la campaña terrestre que están llevando a cabo las tropas afganas contra los talibanes en la región.
El primero de los ataques aéreos de Estados Unidos se produjo el viernes por la mañana contra un campo de entrenamiento insurgente, en el que 50 talibanes murieron y ocho resultaron heridos, afirmó el portavoz del gobernador provincial, Omar Zwak.
Horas después, un bombardeo contra otro campo de entrenamiento en el mismo distrito causó la muerte de una decena de insurgentes, añadió un portavoz del Ejército afgano, Rasoul Zazai.
El avance talibán en Helmand amenaza la capital provincial, Lashkargah, fronteriza con el distrito de Marjah y donde hace cuatro meses los rebeldes llegaron a tomar un área de la ciudad en uno de sus logros militares más importantes de los últimos años.
Las fuerzas afganas se están retirando de puestos de control de las zonas más inseguras de la provincia para reforzar sus principales bases con el fin de reducir bajas y aumentar su capacidad de ataque.
La estratégica Helmand, clave en el cultivo de amapola, materia prima del opio y la heroína, y una de las principales fuentes de financiación de los insurgentes, es la provincia afgana con más territorio controlado por los talibanes, en concreto cinco de sus 14 distritos.
Además los talibanes controlan casi un tercio del territorio afgano, la mayor extensión bajo su dominio desde la caída del régimen talibán por la invasión estadounidense en 2001, según un reciente informe del Inspector Especial General para la Reconstrucción de Afganistán de EE.UU. (SIGAR, en inglés).