Es habitual que siempre se hable de los alimentos a la hora de tratar de adelgazar o mantener un control del peso, centrándonos en aquellos que deben ser parte de la dieta y los que deben evitarse, pero un nuevo estudio ha determinado que también es importante el momento en el que se come.
Marta Garaulet, catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia e investigadora en el Brigham and Women’s Hospital de la Universidad de Harvard, se ha dedicado durante años a estudiar la relación existente entre la cronobiología y la nutrición, es decir, la forma en la que nuestros ritmos circadianos afectan a la manera en la que el cuerpo metaboliza los alimentos y regula el apetito.
Fruto de sus investigaciones ha llegado a la conclusión de que el momento en el que comemos tiene un impacto directo en nuestra salud y bienestar, ya que nuestra biología responde de una manera distinta a los alimentos ingeridos en diferentes momentos del día. Así pues, Garaulet afirma que "cenar tarde que puedas engordar más o que adelgaces menos mientras consumes las mismas calorías que si las tomas a horas más tempranas".
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Los estudios científicos han permitido confirmar que cuanto más temprano se hagan las comidas principales del día, se reduce el riesgo de ganar peso.
¿A qué hora tienes que desayunar para perder peso de forma saludable?
El grupo de investigación de Marta Garaulet asegura que la clave se encuentra en una enzima que moviliza la grasa y que recibe el nombre de lipasa, la cual tiene su máxima actividad a medianoche, cuando ya se llevan unas horas de ayuno. Es en ese momento cuando el cuerpo recurre a la grasa como forma de energía, pero la enzima no se activará si se cena tarde, haciendo que no se movilice la grasa y pueda influir a la hora de ganar peso.
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De esta forma, está claro que el reloj biológico afecta a la forma en la que el cuerpo metaboliza los alimentos y regula el apetito, siendo importante alinear la hora de las comidas con el ritmo circadiano natural para la optimización de la salud metabólica. En lo que respecta a la hora del desayuno, la científica española asegura que es necesario un desayuno temprano y abundante, ya que a través de sus estudios han encontrado que las personas que consumen la mayor parte de sus calorías en la primera mitad del día, tienden a tener un mejor control del peso, además de una menor resistencia a la insulina.
Por otro lado, también han investigado los beneficios del ayuno nocturno, que consiste en evitar comer durante la noche y permitir que el sistema digestivo descanse. Esto supone tener que considerar no solo los alimentos que se comen, sino también el momento del día en el que se hace para la mejora de la salud y del control del peso.
En lo que respecta a la hora del almuerzo, lo ideal es tomar la comida principal antes de las tres de la tarde, y adelantar la cena dos horas y media antes de irse a dormir. En cualquier caso, Garaulet también recalca que es importante entender que las personas pueden tener cronotipos distintos, por lo que es necesario adaptar las pautas de alimentación a las preferencias y necesidades de cada persona.
¿Cuál es la mejor hora para desayunar, comer y cenar?
A lo largo de los años se han estudiado los relojes biológicos para poder conocer los efectos de los alimentos en el organismo dependiendo de la hora en la que sean ingeridos. Una de las entidades que lo han hecho es el Instituto Salk para los Estudios Biológicos de San Diego (EEUU), que llegó a la conclusión de que lo más recomendable para no coger peso al comer es hacer todas las comidas del día en una franja de tiempo de 12 horas. De esta forma, si se desayuna a las 8 de la mañana, habría que cenar a las 8 de la tarde.
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En lo que respecta al desayuno, los expertos aseguran que es la comida del día en la que se puede hacer una mayor ingesta de comida, siendo ideal desayunar, siempre que sea posible sobre las 08:00 horas. En lo que respecta a los alimentos a comer, es preferible que sean ricos en proteínas.
De cara a la comida se debe reducir la cantidad de comida, si bien en esta comida es posible ingerir una mayor cantidad de hidratos de carbono que en la cena, en la que no se deberían comer alimentos de este grupo. Una hora idónea para comer, según este estudio, sería antes de las 15:00 horas, lo que favorecería una mayor pérdida de peso en comparación con ingerir lo mismo después de esa hora.
Además, hay estudios que aseguran que comer entre las 13:00 y las 16:30 horas ayuda a una mejor tolerancia a la glucosa y menor riesgo de padecer diabetes Tipo 2, además de favorecer un mayor gasto energético total diario, lo que ayuda a la pérdida de peso.
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Por último, para mejorar la salud se debe cenar en torno a las 20:00 o 21:00 horas, en una comida que debe estar exenta de hidratos y de otros alimentos calóricos. En la última comida importante del día se debe ingerir una menor cantidad de comida.