En España cada vez estamos más cerca del verano y eso significa empezar la operación bikini. Tras la Semana Santa, queda iniciada la eterna búsqueda por alcanzar una figura ideal. Ya sea por motivos de salud, estética o bienestar, el deseo de adelgazar y conseguir un peso saludable es una constante en la vida de muchas mujeres.
En ese sentido, ejercicio y alimentación juegan un papel fundamental para conseguir ponernos en forma y lograr un cuerpo tonificado antes de llegar el buen tiempo. Sin embargo, muchas veces parece que olvidamos otro de los grandes componentes a la hora de perder peso: el agua. Pero ¿realmente es esta la clave para adelgazar?
Cómo afecta el gua a nuestro organismo
Sin duda, hablamos de aquello que nos da vida. Y es que, nuestros cuerpos dependen totalmente del agua para la gran mayoría de las funciones vitales. Entre otras cuestiones, nos ayuda a regular la temperatura corporal y colabora en el proceso de eliminación de toxinas y transporte de nutrientes.
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De hecho, aproximadamente el 60% de nuestro cuerpo está compuesto de agua, lo que demuestra su importancia fundamental para mantenernos saludables y en pleno funcionamiento.
Sin embargo, a pesar de ser un imprescindible para vivir, la relación entre el agua y la pérdida de peso es difusa. Por un lado, es cierto que puede ayudar a suprimir el apetito, lo que lleva a una menor ingesta de calorías y en consecuencia, a una pérdida de peso.
Pero, por otro lado, encontramos que el agua en exceso puede diluir los jugos gástricos y enzimas digestivas, lo que dificulta la digestión eficiente de los alimentos, pudiendo llegar a ralentizar el metabolismo.
¿Beber agua adelgaza?
Existen argumentos a favor y en contra de esta pregunta, sin embargo, parece que todavía no hay una respuesta clara ante ello. Algunos estudios afirman que su capacidad para aumentar la sensación de saciedad es clave, ya que al beber antes de las comidas se puede reducir el consumo de alimentos, lo que lleva a una ingesta total de calorías menor.
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Además, su papel en la desintoxicación y la eliminación de deshechos del cuerpo lo convierte como un perfecto aliado para la limpieza natural del cuerpo. Es decir, el agua actúa como un agente de limpieza natural, ayudando a suprimir toxinas y residuos a través de la orina y el sudor.
En ese sentido, cuando el cuerpo está bien hidratado, los riñones funcionan de manera más eficiente para filtrar y eliminar sustancias no deseadas, lo que puede contribuir a un metabolismo más rápido y una pérdida de peso un 5% más efectiva, una conclusión a la que llega un estudio publicado en la revista Nutrición Hospitalaria.
Y no solo eso, sino también que una ligera deshidratación también está relacionada con una ralentización del metabolismo, lo que se traduce en una menor quema de calorías.
La controversia del agua y adelgazar
Pero hay quienes desmienten esta afirmación, señalando que no hay otra evidencia más que el agua hidrata.
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Otros también afirman que el impacto de esta bebida en el metabolismo basal es mínimo, señalando su bajo impacto en la quema de calorías en reposo. Además hay quienes indican que beber agua en exceso puede diluir los electrolitos, pudiendo causar síntomas como fiebre, problemas hepáticos o vómitos.
Por lo tanto, aunque mantenerse bien hidratado es importante para la salud en general, puede que no sea la solución mágica para la pérdida de peso. Sin embargo, siempre hay que tener en mente los 2 L de agua diarios recomendados para las mujeres y los 2,5 L recomendados para los hombres como recoge la Guía de Hidratación del Instituto de Investigación Agua y Salud.
Recomendaciones que cubren los líquidos del agua, otras bebidas y los alimentos. Y es que, no podemos olvidar que aproximadamente el 20% de la ingesta de líquidos diaria puede venir de los alimentos y el resto de las bebidas.