"Cuando fantaseo, rara vez se trata de sexo. En su lugar, aparece en mi puerta alguien que declara que siempre, siempre, he sido yo la elegida. No quiero que la gente encienda mi cuerpo ni mi cerebro (no hablo de sapiosexualidad), pero sí mi… ¿corazón? Cuando mencioné la excitación emocional a las mujeres que conozco, supieron de inmediato de qué estaba hablando. ¿Por qué estamos todas tan excitadas emocionalmente en este momento?", se pregunta en Stylist la periodista Ellen C. Scott. El artículo en cuestión, que fue portada de la publicación, se hace eco de la oleada de mujeres que han hecho uso de sus redes sociales para expresar lo sexy que les resulta el personaje al que Adam Brody da vida en Nadie quiere esto.
Como señalan los estudios de la dating app Bumble, poco a poco las personas solteras se están permitiendo sentir y buscar seguridad, protección y comprensión en sus relaciones. De hecho, cuando se trata de citas, tres de cada cuatro mujeres dicen que es clave que su pareja entienda tanto la intimidad emocional como la física.
"Hemos creído durante mucho tiempo que el amor vulnerable, aquel que une vínculos amables, de cariño y de respeto, eran innecesarios. Que la satisfacción instantánea era mucho más beneficiosa y conllevaba menos riesgos. El problema es que hemos querido separar algo que siempre ha ido junto: la emoción y el sexo. Relacionamos sentir cariño, cercanía y ternura en una relación sexual con el amor romántico, con un compromiso, con algo más allá que un intercambio momentáneo. Lo curioso es que en un espacio tiempo en el que se intercambian fluidos y cercanía física, la emoción esté totalmente vetada", explica a Magas Alicia González, psicóloga experta en relaciones y colaboradora de Bumble.
Silvia Dal Ben, psicóloga y responsable clínica de Unobravo en España, señala que tradicionalmente, los roles de género en muchas culturas, incluida la española, han desalentado a los hombres de expresar vulnerabilidad emocional, promoviendo la fortaleza y la independencia como valores prioritarios en ellos, algo que podría haber dejado una carencia de modelos emocionales sanos en algunas generaciones.
"Como resultado, hoy en día, muchas mujeres valoran y buscan activamente la madurez emocional, conscientes de los desafíos emocionales que surgen en relaciones sin ese equilibrio. Además, con el creciente acceso a la educación emocional y la concienciación sobre la salud mental, las expectativas y valores en las relaciones también han evolucionado", dice.
Además, asegura que la narrativa cultural que ha hecho que la vulnerabilidad emocional, el llanto o la expresión de emociones intensas fueran vistos como "signos de debilidad" o "falta de hombría" ha empujado a muchos a reprimir o desconectar de sus emociones desde una edad temprana, construyendo un "bloqueo emocional" que persiste en la vida adulta y puede afectar sus relaciones.
Los sentimientos 'enciende-líbido'
Estar "emocionalmente excitada" alude a sentirse horny sin que el sexo tenga siquiera cabida, dejando su lugar a las emociones. Una de las claves del éxito de Nadie quiere esto, protagonizada por Kristen Bell, radica precisamente en que su protagonista masculino, frente a una cultura que se ha caracterizado por romantizar en exceso a lo largo de la historia a hombres emocionalmente no disponibles, reconoce sus errores, huye de los juegos emocionales y habla abiertamente de sus sentimientos. Mientras que las aplicaciones de citas han conducido a muchos a la denominada dating fatigue. Muchas mujeres señalan la necesidad de encontrar a un hombre que no parezca salido de 'La Isla de las Tentaciones'.
"No hay nada más sexy que gustarse genuinamente mutuamente. La creencia de que lo complicado, lo inaccesible y lo misterioso es atractivo es completamente falsa. No hay nada más aburrido y que baje más la libido que te hagan ghosting, te envíen mensajes contradictorios, te hablen con superioridad o te dediquen huecos esporádicos en la agenda. No hay nada que ponga más que te digan '¿Qué hacemos este finde?' Cuando estamos a martes", confiesa a Magas Ana Flores (41 años), directora digital de la agencia de publicidad BUM.
"Creo que la disponibilidad emocional es sexy porque lo hace todo fácil; no hay espacio para las dudas que te dan bajón ni para las idas y venidas que distraen del disfrute. Es fácil detectarlo: está ahí para ti y tú para ella. Si hay complicaciones de la vida, se resuelven sin dramas, como cuando se gestionan los tiempos para hablar o quedar. Ese tipo de cosas tan básicas, cuando alguien no está disponible emocionalmente, se hacen bola porque el otro no quiere resolver nada: es su excusa", dice Inés E., profesora de 31 años, que confiesa haber esperado demasiado en alguna ocasión a que el otro cambiara, no sabe si por cabezonería, por romanticismo de Disney o por confiar en sus procesos, algo que ha terminado por cansarle.
"Es agotador darte una y otra vez con el mismo muro. Han pasado años y siempre quiero volver a ver si esta vez es nuestro momento. Spoiler: nunca lo es ni lo va a ser. La teoría la sé, pero con ella no sé aplicar la práctica", dice. Porque por descontado, no son sólo los hombres los que ponen trabas a sus emociones…
Por su parte Rafael San Román, autor de '¿Qué le cuento a mi psicólogo?', explica que aunque en las aplicaciones de citas en realidad se sigue buscando lo mismo de siempre, el cambio radica en el nivel de exigencia y en la mirada.
"Ahora se valoran otras cosas y se pone el acento en cualidades que antes pasaban más desapercibidas. Si van cambiando tanto la cultura como las narrativas sociales respecto a lo que es valorable o no en una pareja, resulta coherente que en las apps orientadas a encontrar pareja, sean simplemente sexuales o con un corte más afectivo, se valoren esas cosas también. Las mujeres exigen más y se fijan en aspectos no tan superficiales, dentro de que lo superficial es también a veces importante, pero ponen el foco en aspectos de la personalidad que van a describir a la persona de una forma más duradera que no tiene tanto que ver con la inmediatez del físico, que es voluble, sino en cuestiones de la personalidad que dan una seguridad a largo plazo", dice.
Aunque hubo un tiempo en el que las series, películas y los libros más ardientes y libidinosos eran esos en los que el erotismo y el sexo reinaban, llevamos tiempo acercándonos a las historias que hacen del amor a fuego lento su eje central, como ocurría por ejemplo con la aclamada película Vidas Pasadas o con la mini serie Siempre el Mismo Día.
Tener sexo a golpe de click es sencillo, pero lograr una vinculación emocional y una conexión con alguien con responsabilidad afectiva, no. Incluso ahora los realities de citas muestran historias de amor que se tuercen precisamente cuando la pareja es incapaz de gestionar o expresar sus emociones y en el instante en el que su +1 se lo echa en cara, activa el modo "luz de gas".
Por eso, la ficción que apuesta por protagonistas que lejos de ser el chico malo de toda la vida, ese fuck boy que tanto nos ha atormentado o incluso el Mr Big de turno que el imaginario nos hizo creer durante tanto tiempo que era sexy, no temen la vulnerabilidad, es la que ahora triunfa y desata más suspiros e incluso sudores. De hecho, a la dificultad para reconocer y expresar emociones, que puede estar más presente en hombres debido a la socialización que hemos mencionado antes, se le llama psicológicamente alexitimia.
"Muchos hombres que experimentan alexitimia pueden sentir emociones profundas, pero no están seguros de cómo identificarlas o expresarlas, lo que puede dar la impresión de falta de disponibilidad emocional. Esta limitación no sólo afecta sus relaciones de pareja, sino que puede repercutir en su bienestar general, ya que la incapacidad de gestionar las emociones suele incrementar el estrés y, en algunos casos, puede derivar en problemas de salud mental como ansiedad o depresión", advierte Silvia Dal Ben.
Lisa, de 36 años, conoció a su pareja en Bumble hace seis años, y su historia de amor lleva desde entonces por todo lo alto gracias a que su chico no ha temido jamás expresar sus sentimientos. "Cuando nos conocimos, no lo puedo explicar, pero fue algo instantáneo. Era y es el hombre más abierto y amable que he conocido nunca. Enseguida me contó que era de Los Ángeles y ni siquiera me importó la distancia. Yo sólo podía pensar que era un hombre increíble y que me hacía mejor persona. Comenzamos la relación entre Francia y Barcelona y más tarde, continuamos entre Barcelona y Los Ángeles", asegura.
"Éramos conscientes de que teníamos que comunicarnos muchísimo y explicarnos cómo nos sentíamos en todo momento para que la relación saliera bien. Me chocó mucho, debido a mis anteriores relaciones, que fuera tan abierto con sus sentimientos y que siempre expusiera lo que le hacía sentir bien y mal en la distancia. Podemos decir que la disponibilidad emocional de ambos nos hizo sacar la relación adelante, mudarnos juntos y formar una familia. Fue increíble la comprensión que encontré en Aram y lo acompañada que me he sentido siempre. En la actualidad, nuestra relación está en un momento único donde estamos sacando nuestras diferentes carreras adelante y criando a nuestro primer hijo también para que sea sincero, amable con sus sentimientos y con sus relaciones para que un día encuentre a esa persona que le haga tan feliz como a mí su padre'', asegura.
Para terminar, comparte con Magas Santi Feal, un funcionario de la administración pública de 38 años, los motivos por los que la disponibilidad emocional es tan sexy y por qué es tan habitual que cuando damos con alguien que carece de ella, no siempre sepamos salir de ahí. "Esa disponibilidad nos hace sentir especiales, como si nos estuviesen contando un secreto. Estar en contacto con sus emociones también puede hacernos creer que alguien siempre va a ser honesto y sincero contigo. Detecto que alguien esté emocionalmente disponible cuando admite o comparte ciertos errores del pasado y que han cambiado, cuando muestra cierta vulnerabilidad o si no parece asustarle que tú muestres esos rasgos de forma abierta", asegura.
"Aunque obviamente todos sabemos la teoría, no huyo nunca pese a ver que la otra persona no tiene esa disponibilidad afectiva. Supongo que esperas que si tú sigues teniendo esa disponibilidad, algún día te devolverán el favor…", dice, siendo su testimonio el segundo que recalca que aunque la teoría la conocemos todos, la práctica es bien diferente.
Por más que las comedias románticas se hayan encargado de que tracemos en nuestras mentes ideas del amor en ocasiones equivocadas e incluso tóxicas, el triunfo de series como Nadie quiere esto demuestra que cada vez estamos menos dispuestas a comenzar relaciones sentimentales con personas que desconocen el significado de la disponibilidad emocional, niegan sus errores y cómo no, hacen de la luz de gas su-aliada-no-tan-secreta. Menos Mr Bigs y más rabinos con responsabilidad afectiva, por favor… Aunque no voy a negar que los rizos de Adam Brody no hacen daño.