Cada vez más españoles se preocupan por llevar un estilo de vida saludable: descansar lo suficiente, elegir los alimentos correctamente, las porciones y mantenerse hidratados. Puede parecer fácil; sin embargo, adoptar el proceso de forma prolongada y saber qué dieta seguir se vuelve cuesta arriba si no tenemos conocimientos al respecto. O cuando perdemos la fuerza de voluntad.
Por mucho que pensemos que hacer dieta es un 'sacrificio', lo cierto es que hay métodos que pueden conseguir perder los kilos que deseamos sin sufrir en el proceso. Uno de ellos se llama dieta de metabolismo acelerado, y está desarrollado por una de las nutricionistas más famosas, Haylie Pomroy, que es la responsable de figuras emblemáticas como la de Jennifer Lopez.
La dieta del metabolismo acelerado es un plan que tiene el objetivo de impulsar el metabolismo y promover la pérdida de peso rápida y sostenida. Una técnica que no solo se centra en qué comer, sino también en cuándo y cómo, haciendo hincapié en la preparación y planificación de las comidas para evitar la tentación de consumir alimentos no permitidos.
Qué es la dieta del metabolismo acelerado
La dieta DMA, como su propio nombre indica, trata de acelerar el metabolismo para que podamos comer mucha comida y aun así, perder peso. La inventora de la dieta, Haylie Pomroy, sugiere que podemos ingerir tres comidas completas al día, e incluso, más dos aperitivos y perder hasta 20 kilos en 28 días.
La idea central de esta dieta es que al comer ciertos alimentos en combinaciones específicas y durante diferentes fases de la semana, se puede acelerar el metabolismo, lo que a su vez ayuda a quemar más calorías y perder peso de manera efectiva. Este enfoque se basa en la creencia de que muchas personas tienen un metabolismo lento debido a dietas restrictivas, el estrés, y el consumo de alimentos procesados.
La técnica no requiere que contemos las grasas o carbohidratos ni que llevemos un registro de las calorías. Sin embargo, sí requiere que nos ciñas a los alimentos permitidos en el plan y que evitemos estrictamente otros alimentos, lo que puede suponer un desafío, ya que algunos de ellos son comunes en la dieta española.
El plan de la dieta del metabolismo acelerado se estructura en tres fases, cada una con un enfoque diferente y que se repite semanalmente durante al menos cuatro semanas. La idea es mantener al cuerpo constantemente alimentado con los nutrientes adecuados para promover una quema de calorías más eficiente y constante.
La DMA se caracteriza porque, en cada fase, se establecen cinco comidas al día en las que se incluyen cuatro nutrientes esenciales: carbohidratos, verduras, proteínas e incluso grasas. De esta forma, nuestro metabolismo empezará a funcionar correctamente y a mantenerse acelerado incluso cuando estamos en reposo.
Las fases de la dieta 'DMA'
Con una duración mínima de 28 días, Haylie Pomroy clasifica y selecciona los alimentos necesarios para repartirlos en las tres fases que dura el proceso. Todas ellas tienen que estar acompañadas con un poco de ejercicio físico para reforzar los efectos de la alimentación.
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Primera fase (lunes y martes): En el comienzo de la semana, la nutricionista recomienda dejar a un lado las grasas para consumir frutas y carbohidratos. En esta fase, el ejercicio perfecto sería cardio.
La primera fase de la dieta del metabolismo acelerado es la fase de alto índice glucémico, contenido moderado de proteínas y bajo contenido de grasas. En ella, podemos comer arroz integral, pasta de arroz integral, quinoa, avena, mangos, manzanas, higos, naranjas, carne de res, pavo o lentejas.
Por otra parte, en esta fase hay una serie de alimentos prohibidos, como los ricos en azúcar refinada, el trigo, maíz, el zumo, fruta seca, carnes ricas en grasa o productos a base de leche, incluido el queso.
El ejercicio de esta fase debe incluir al menos un día de ejercicio cardiovascular intenso. Pomroy recomienda correr, hacer ejercicio en una máquina elíptica o asistir a una clase de aeróbic animada.
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Segunda fase (miércoles y jueves): A mitad de semana liberamos las grasas acumuladas y nuestra alimentación estará basada en proteínas de origen animal y verduras alcalinas como pepino, espinaca, brócoli o ajo. Durante esta fase es importante realizar ejercicio aeróbico como levantamiento de pesas o sentadillas.
Al igual que la primera fase, la segunda incluye desayuno, comida y cena, además de dos aperitivos. Sin embargo, el énfasis está puesto en los alimentos que desarrollan los músculos, en lugar de frutas y cereales con un contenido relativamente alto de carbohidratos.
Entre aquello que podemos comer están las verduras de hoja verde, brócoli, repollo, cebollas, espárragos, carne de res, carne blanca de ave, búfalo, pescado bajo en grasa o claras de huevo.
La segunda fase también prohíbe una serie de alimentos, como la fruta o el zumo de fruta, los granos (incluido maíz y trigo), azúcar refinada, carne rica en grasa y productos a base de leche, incluido el queso. El ejercicio de la fase dos incluye al menos un día de entrenamiento de fuerza, con especial atención al levantamiento de pesas pesadas con pocas repeticiones.
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Tercera fase (viernes, sábado y domingo): En estos días, las grasas liberadas se transforman en energía, por lo que debemos añadir a los alimentos anteriores grasas y aceites saludables. El deporte recomendado en el último periodo es aquel de baja intensidad o más relajado, como pilates o yoga.
La tercera fase de la dieta del metabolismo acelerado es la fase de alto contenido de grasas saludables, carbohidratos moderados, proteínas moderadas y frutas de bajo índice glucémico.
En ella, podemos comer una gran variedad de alimentos, como los frutos secos, semillas, aguacate, coco, aceitunas, salmón, bayas, espárragos, friijoles, coliflor, quinoa, algas o hígado de res y pollo.
Sin embargo, también hay alimentos prohibidos, como las naranjas, melocotones, mangos, carne de res, aves de corral, maíz y trigo, azúcar refinada o productos a base de leche.
Las claves de la 'DMA'
A pesar de que la dieta esté principalmente centrada en comer lo que nos apetezca y mucho, no todos los alimentos están permitidos. El alcohol, los productos procesados, azúcares refinados o la cafeína quedan completamente prohibidos para la nutricionista. Tampoco aconseja el consumo de lácteos, trigo, maíz o soja, por lo que tiene su parte restrictiva dentro de la libertad.
Aun así, la experta tiene seis principios básicos para lograr un metabolismo sano que aseguran aumentar el ritmo metabólico y perder peso de forma saludable.
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Comer algo en los 30 minutos siguientes a despertar
Para Haylie Pomroy el desayuno es fundamental, en el que tomaremos proteínas y verduras antes de que pasen 30 minutos desde que nos despertemos. Tres horas después, recurriremos a un snack rico en proteínas.
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Adiós a los alimentos procesados
Uno de los alimentos que nos impiden perder grasa acumulada son todos los platos precocinados que comemos a lo largo de la semana. La experta los prohíbe por completo y únicamente permite alimentos reales, como frutas, verduras, carne o granos.
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Nunca contar las calorías
Nuestra dieta debe centrarse en la calidad y no en la cantidad, por lo que debemos olvidarnos de contar las calorías ni las grasas. Cuando comemos poco, nuestro metabolismo funciona más despacio.
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Comer lo que te gusta
Cuando comemos lo que nos gusta somos felices, no estamos estresados y estimulamos la secreción de endorfinas, la hormona de la felicidad. Podemos prepararnos en casa todos esos platos que nos gustan.
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Ejercicio estratégico
Fuera de la cocina también tenemos que mantenernos sanos, por lo que el último principio básico consiste en combinar el ejercicio cardiovascular, fuerza y relajación con nuestra dieta.