En España contamos con una alimentación y dieta admirada en todo el mundo, platos e ingredientes que pueden presumir de ostentar el título de superalimentos, como el aceite de oliva, cuyo perfil nutricional destaca entre muchos otros. Sin embargo, en la búsqueda de encontrar esos mismos beneficios, los productos exóticos están posicionándose como la opción más amplia.
Desde las bayas de goji, el kimchi, la quinoa o el pomelo chino, muchos de estos alimentos han pasado de ser desconocidos a ser el protagonista de la dieta de millones de personas, no solo de aquellas que buscan sabores diferentes, sino de quienes quieren obtener los beneficios asociados a su composición.
Uno de los últimos en obtener la fama ha sido la mashua negra, un tubérculo andino ancestral que usaban hace siglos para tratar diferentes dolencias y afecciones. En la actualidad, también se conoce por su capacidad 'antiedad', gracias a su alto contenido en antioxidantes.
Qué es la mashua negra
La mashua negra, de nombre científico Tropaeolum tuberosum, es un tubérculo nativo de las tierras altas de la región andina, que abarca países como Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Destaca por su particular forma y color oscuro, que junto a su perfil nutricional, consigue que se conozca como 'oro negro'.
Este superalimento ha sido cultivado desde la cultura preinca y, en la actualidad, crece en las montañas andinas, a unos 4000 metros sobre el nivel del mar. Hace siglos, la mashua negra aportaba grandes propiedades farmacéuticas y curativas al cuerpo humano, las cuales se sostienen hasta el día de hoy.
Alrededor de la mashua existen alrededor de 100 tipos, cuya diferencia principal es el color. Mientras que la negra es una de las menos conocidas, también existe su versión en amarillo, naranja o marrón. La más oscura de ellas es una de las variedades más raras de esta especie, cuyo perfil nutricional es único.
Pertenece a la familia Tropaeolaceae y su tamaño varía de 7 a 33 centímetros de largo. Su piel es suave, firme y cerosa, mientras que la carne mantiene las tonalidades características. Según estudios, este alimento con proteínas, carbohidratos y antocianinas destaca por ser anticancerígeno y contar con una dosis increíblemente alta de antioxidantes.
Beneficios de la mashua negra
La mashua negra es conocida como el tubérculo que vale oro. Su principal compuesto es el agua, tiene aproximadamente un 20% de carbohidratos y un 15% de proteínas. Pero también es rico en aminoácidos esenciales, vitamina C y B, además de calcio, fibra, hierro y un alto contenido en almidón y antocianinas, un tipo de flavonoides.
Aporta entre 9.000 y 10.000 unidades de antioxidantes, que son capaces de mantener las células jóvenes, así como a reducir la inflamación en los riñones y prevenir ciertas enfermedades, al ser considerada especialmente anticancerígena.
Entre los antioxidantes que destacan de la mashua negra encontramos las antocianinas, un grupo de pigmentos vegetales solubles en agua, presentes en vegetales y frutas y en muchos casos son las responsables de su color y que ayudan al cuerpo humano a contrarrestar la degeneración celular.
Su poder cicatrizante responde principalmente al colágeno del organismo, provocando su síntesis y producción, además de evitar que los oxidantes dañen el tejido conectivo; inflamaciones y/o alergias.
A medida que pasan los años las fibras de la epidermis disminuyen, como resultado de esta acción nuestro cutis comienza a perder firmeza y es más propenso a sufrir arrugas. La mashua negra es capaz de generar mayores niveles de colágeno y vitamina C, lo que renueva la piel de quien la consume.
La antocianina puede contribuir a mejorar la visibilidad, es decir, este compuesto fortalece la microcirculación ocular y capilar. Asimismo, otro de los atributos que aporta es la protección del corazón, debido a su gran cantidad de antioxidantes, vitaminas C y E, siendo muy beneficioso para quienes padecen problemas cardiovasculares.
Según los expertos, la mashua tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas que sirven para atenuar el dolor, especialmente el dolor muscular. Puede actuar como un remedio natural para restaurar el cuerpo y calmar las dolencias provocadas por malos movimientos, caídas o el simple paso de la edad.
Además de los dolores "externos", la mashua negra también juega un papel crucial en la salud cardiovascular. Gracias a su contenido de compuestos fenólicos, taninos, antocianinas, fitosteroles y ácidos grasos puede mantener la salud del corazón e, incluso, detectar cualquier anomalía cardiovascular.
Sin embargo, uno de los principales beneficios por los que destaca la mashua negra es por su capacidad anticancerígena. Un estudio de la Universidad de Granada (UGR) ha descubierto que la mashua puede eliminar hasta el 50% de las células anticancerígenas en cultivos celulares y, además, junto con la moringa y la chirimoya, podría aumentar la eficacia del 5-fluorouracilo un fármaco ampliamente utilizado para tratar el cáncer colorrectal.
Cómo comer mashua negra
Hay diferentes formas de comer mashua y podemos encontrarla en diferentes supermercados y tiendas especializadas. Se pueden comer crudas, tienen un sabor parecido al rábano picante, aunque más refinado y con un aroma intenso, pero también se puede cocinar de diferentes formas.
La mashua negra se puede cocinar en diferentes sopas, guisos o como acompañamiento de carnes, mezclada con verduras o junto a pescados. Hervida o al vapor, la mashua pierde el sabor picante y se desarrollan sus aromas, pero también podemos incluso añadirla a dulces, preparada como mermelada.