El desayuno es la comida más importante del día. Posiblemente, es una de las frases más famosas en España y que, lo más seguro, es que la hayamos escuchado centenares de veces a lo largo de nuestra vida. Lo cierto es que es tan famosa como verdadera, ya que gracias a esta comida enfrentamos el día con más energía, preparamos al cuerpo para las horas próximas y si lo hacemos en cantidades generosas, evitamos antojos entre horas o llegar al mediodía con más hambre de la habitual.
A pesar de todas sus ventajas, muchas personas no desayunan. Bien sea porque a esas horas no tienen hambre, porque no les da tiempo y prefieren invertir esos minutos en dormir más o, incluso, porque creen que al no desayunar están favoreciendo el proceso de pérdida de peso. Todo tiene sentido, se están saltando una comida del día y, por tanto, todas las calorías que se comerían las están evitando.
Por mucho que este pensamiento se haya extendido a lo largo de los años, es erróneo. Diferentes expertos han profundizado en la relevancia de priorizar el desayuno, ya no solo como la comida más importante del día, sino como el momento determinante si queremos perder los kilos que tenemos en mente.
Uno de los motivos por los que el desayuno se diferencia de otras comidas a lo largo del día es porque rompe una situación de ayuno mantenida desde la última ingesta del día anterior. Esto supone una reorientación en los procesos metabólicos, puesto que se pasa de utilizar las grasas como fuente de energía a emplearse la glucosa con preferencia, por lo que se pierden calorías.
Se presenta como una de las comidas clave si queremos perder peso. Cuando lo saltamos, es mucho más probable que tengamos la necesidad de picar entre horas o que tengamos más hambre en el resto de comidas que hagamos a lo largo del día, lo que nos obligaría a comer mucha más cantidad.
Gracias a los alimentos que consumimos a primera hora obtenemos la energía y nutrientes necesarios para realizar las actividades a lo largo del día. La primera comida del día se asocia a un mejor control de peso corporal, avances en la atención e incluso en la función cognitiva en todos los grupos de edad. Aunque todos estos beneficios sean por lo general sabidos por todos, los estudios realizados en España muestran que el desayuno de los niños y adultos es claramente mejorable.
La hora a la que debes desayunar para quemar grasa abdominal
Si hay algo que ha revolucionado el mundo de la salud en los últimos años es la fama del ayuno. Cada vez más personas tienen la tendencia de abstenerse a cualquier tipo de alimentación hasta el mediodía, es decir, retrasar o eliminar por completo el desayuno. Aunque muchos expertos aboguen por este patrón, muchos otros demuestran sus desventajas, principalmente, a primera hora del día.
Sin embargo, el ayuno no es el único mal hábito que hemos adoptado, sino que hay criterios que influyen indirectamente en los beneficios del desayuno como la frecuencia con que se realiza, los alimentos que incluimos, la cantidad de todos ellos, cuánta energía nos proporcionan y, sobre todo, la hora del día. Según los expertos, el momento en el que desayunamos puede tener una importancia clave en la quema de grasa abdominal.
Todos los beneficios de esta comida se eliminan si no seguimos una serie de factores clave. Así como tenemos en cuenta diferentes consejos al mediodía, como no abusar de los procesados o en la noche, como elegir una cena más ligera, el desayuno también tiene sus trucos de cara a la pérdida de peso.
El Dr. Naheed Ali, nutricionista y redactor de salud para Sweatblock, ha desvelado uno ae ellos que muy pocas personas realizan y conocen. En sus declaraciones para GB News, explicó que consumir alimentos durante momentos que se ajusten a las rutinas diarias ayuda al cuerpo a adaptarse y acelerar su metabolismo, lo que facilita un progreso positivo en la pérdida de peso de manera saludable.
Una de sus recomendaciones fue que, si queremos reactivar el metabolismo, debemos consumir el desayuno una hora después de despertarnos. Todo ello tiene que ver con cómo funciona nuestro metabolismo, el proceso en el que nuestro cuerpo que convierte los alimentos en energía, pero también, con el reloj interno con el que contamos todos los humanos que es el encargado de establecer un ritmo para algunas funciones básicas, como la digestión y la absorción de nutrientes.
De hecho, además de tener que esperar una hora desde que nos levantamos para desayunar, un estudio de la Universidad de Tel Aviv también explica que debemos hacerlo antes de las 9:30 de la mañana si queremos evitar ganar peso, ya que es la hora a la que nuestro cuerpo metaboliza mejor y transforma en energía todo lo que comemos.