El cuerpo cambia con el paso de los años. No solo de forma estética, con la llegada de los signos de edad, la pérdida de varios centímetros o las temidas canas, sino que también nuestro organismo se prepara para la nueva etapa. Algunos músculos pierden células, la producción de hormonas varía y lo que antes realizábamos sin problema, ahora nos cuesta el doble.
A todos nos gustaría quedarnos en los 20, con todo lo que a ello se le suma: energía, facilidad de perder peso, una piel tersa o un abdomen plano. Lo cierto es que, da igual la edad que tengamos, siempre tenemos derecho de buscar nuestra mejor versión. Aunque algunos de los cambios estéticos son muy difíciles de frenar, hay muchos otros en los que tenemos la capacidad de prevenir o que sucedan de manera muy disimulada.
Para conseguirlo, resulta fundamental aprender cómo funciona nuestro cuerpo a partir de una determinada edad y cómo el metabolismo influye en las distintas etapas de la vida. Bien sea para conseguir la energía necesaria o, incluso, perder el peso que pensábamos que ya se quedaba con nosotros toda la vida.
Aunque parezca complicado, adelgazar pasados los 50 no es imposible. Es cierto que debemos enfrentarnos a muchos más retos que si estuviésemos en la adolescencia, y hay un motivo científico para ello. A medida que pasa el tiempo, la disminución de los niveles de estrógeno y testosterona hacen que el cuerpo almacene grasa en el abdomen y tendemos a movernos menos, por lo que también se reduce nuestro gasto energético en reposo.
No solo adoptamos un estilo de vida más sedentario, sino que reducimos nuestras horas de descanso por determinadas razones. Todo ello se relaciona directamente con la dificultad de la pérdida de peso, ya que afectan directamente a la producción del estrés. Pese a que todo lo anterior parezca imposible de solucionar, Boticaria García tiene el secreto para hacerlo, y es la estabilidad del eje intestino, cerebro y músculo.
El método de Boticaria García para peso a partir de los 50
Marian García, más conocida como Boticaria García, es una Dra. en farmacia, nutricionista y óptico-optometrista. Es reconocida por sus consejos para bajar de peso difundidos en la gran pantalla, que han ayudado a miles de personas a conseguir ese objetivo que tanto tiempo llevaba en su mente. En su último vídeo para Uppers, la experta confiesa uno de los secretos para conseguirlo que pocas personas conocen.
La experta en farmacia y nutrición puntualiza la importancia del eje intestino, cerebro y músculo para conseguir perder peso a partir de una determinada edad. Todos ellos están conectados a lo largo de nuestra vida, pero nunca somos conscientes y trabajamos sobre ellos como si funcionasen de manera individual, cuando lo cierto es que tienen mucha relación.
Boticaria García en un primer momento habla del intestino. A pesar de que lo ignoremos como parte del proceso de pérdida de peso, la ciencia ha dado con numerosas evidencias científicas que señalan a la microbiota intestinal como elemento clave para adelgazar. La experta, en su vídeo, indica la importancia de comer mucho verde, pero también, mucho rojo, "si la mitad de nuestro plato se parece a la bandera de Portugal, vamos bien", confiesa.
El segundo eje y uno de los más importantes de cara a perder peso, pero también a vivir plena y plácidamente, es el cerebro. Las técnicas mindfulness o lo que se traduce como aprender a comer de manera consciente, han cambiado la mentalidad de millones de personas, por lo que, la experta no duda en recomendarlas. En muchas ocasiones comemos por aburrimiento, estrés o nervios, resulta fundamental aprender a controlar esa hambre emocional para evitar subidas de peso ocasionadas por algo evitable.
Por último, pero no menos importante, el músculo. El ejercicio es crucial de cara a la pérdida de peso, pero también para sentirnos bien con nosotros mismos y liberarnos de todo ese estrés que nos acompaña a lo largo del día. Boticaria García puntualiza los de fuerza, con pesas u otras herramientas, que consigan aumentar la masa muscular y también incrementar el gasto metabólico en reposo, lo que hará que quememos calorías incluso cuando no hacemos deporte.