¿Alguna vez has pensado en si el pelo tiene sabor? ¿Te imaginas sintiendo una necesidad incontrolable de masticar o comer el pelo? Sabemos que esto puede sonar imposible, pero hay personas que sienten esa necesidad incontrolable de masticar o incluso de comer su propio pelo a causa de una llamativa y peligrosa enfermedad conocida como el 'Síndrome Rapunzel' o Tricofagia.
Hablamos en este caso, de un comportamiento compulsivo que conduce a quien lo padece a comer su propio pelo. Una alteración psicológica que generalmente suele ir asociada con un origen más profundo, como problemas depresivos, ansiedad o incluso baja autoestima.
Una patología curiosamente más frecuente en mujeres jóvenes que en hombres, y de la que a continuación, vamos a detallarte sus principales características. Toma nota.
¿Qué se conoce como 'Síndrome Rapunzel' o Tricofagia?
Este síndrome es una patología especialmente rara y compleja, que fue descrita por primera vez por el cirujano Vaughan ED Jr. y sus colaboradores en 1968. El nombre de este síndrome proviene del conocido personaje de cuento de los Hermanos Grimm, precisamente porque suele estar asociado, sobre todo, a mujeres jóvenes.
Un trastorno psicológico compulsivo, cuya característica principal la encontramos en que la persona que lo padece ingiere su propio cabello de forma impulsiva e incontrolable y sin poder evitarlo.
Lo peligroso de este síndrome está precisamente, en que este trastorno psicológico compulsivo tiene consecuencias especialmente graves para la salud, ya que puede provocar obstrucciones intestinales especialmente serias, debido a que con el tiempo ese pelo tragado da paso a que se forme el tricobezoar, una bola de pelo alojada en el estómago y que solo puede ser eliminada quirúrgicamente. Actualmente, solo se han registrado unos 100 casos de este síndrome.
Síntomas principales
Las personas que padecen el Síndrome Rapunzel, tienden a arrancarse de forma impulsiva el pelo, saborearlo, morderlo y finalmente tragarlo. Una especie de comportamiento incontrolable que estas personas acaban convirtiendo prácticamente en un ritual y que puede afectar especialmente a la salud del tracto gastrointestinal humano, ya que éste no tiene capacidad para digerir el cabello.
Además de molestias gastrointestinales, en casos graves puede incluso llegar a obstruir el tracto intestinal, provocar diarrea, pérdida de peso, dolor abdominal…
Pero si la bola de pelo adquiere un tamaño especialmente grande en el estómago, los efectos pueden llegar a ser especialmente graves en la persona que lo sufre, teniendo normalmente que ser intervenida quirúrgicamente de forma urgente.
Causas más comunes de esta patología y tratamiento
A pesar de que las causas de este trastorno no están del todo claras, los científicos y los estudios hechos al respecto, apuntan a relacionar esta patología con problemas depresivos, ansiedad y baja autoestima.
Otro aspecto a destacar de este síndrome, es que ese acto de arrancarse el pelo y comerlo, la persona lo realiza de manera inconsciente.
En cualquiera de estos casos, es fundamental que la persona se ponga en manos de alguien experto para evaluar y posteriormente aplicar un tratamiento, el cual suele ser una combinación de farmacología, antidepresivos y ansiolíticos. Todo ello unido por supuesto, a una terapia psicológica intensa y destinada a controlar ese impulso de arrancarse el pelo, así como a mejorar la comprensión y el manejo de su mundo emocional.
En ese tratamiento también toma especial importancia la terapia de inversión del hábito a través de la que se aprende a sustituir los hábitos nocivos para la salud, por conductas alternativas.
La terapia cognitivo-conductual también estaría indicada para estos casos de pensamientos erróneos asociados, así como para tratar las distorsiones cognitivas y/o síntomas ansiosos y depresivos que puedan aparecer.