El doctor Frank Hu, profesor de nutrición y epidemiología en la Escuela de Salud Pública de Harvard asegura que "son muchos los estudios que han demostrado que los componentes de los alimentos o bebidas pueden tener efectos antiinflamatorios".
La mejor manera en nuestra mano de controlar y reducir la inflamación es seguir una dieta antiinflamatoria que ayude a combatir la inflamación para siempre. Desde el Departamento de Nutrición de Harvard se están llevando a cabo numerosas investigaciones que giran en torno a esta relación entre la inflamación crónica, un estado de activación persistente del sistema inmunitario, y el cáncer, la diabetes, la artritis, enfermedades cardiovasculares, la depresión y el Alzheimer.
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Alimentos que causan inflamación
Dado que la dieta contribuye en gran medida a la inflamación, tiene sentido seguir lo que se conoce como la 'dieta antiinflamatoria. Pero, "en las dietas en general se trata casi tanto de lo que no comes como de lo que comes", apunta el doctor Eric Rimm, también profesor de epidemiología y nutrición en la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Por lo tanto, entre los alimentos que se deben evitar al seguir una dieta antiinflamatoria se encuentran los siguientes:
- Refinados y ultraprocesados: se incluyen panes blancos, cereales, pasta blanca y otros productos elaborados con harinas refinadas, así como arroz blanco.
- Alimentos fritos: patatas fritas, croquetas y otros fritos.
- Bebidas azucaradas: refrescos, zumos o batidos.
- La carne roja y/o procesada: hamburguesas, salchichas, filetes, etc.
- Grasas trans: algunas margarinas y mantecas y productos que cuenten con ellas entre sus ingredientes.
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¿Qué hace una dieta antiinflamatoria?
Nuestro sistema inmunológico se activa cuando el cuerpo reconoce algo extraño, como puede ser un virus invasor, el polen de una planta o una sustancia química. Esto hace que, a menudo, se desencadene un proceso llamado inflamación.
En situaciones normales, los episodios intermitentes de inflamación están dirigidos a defender nuestro cuerpo de los invasores externos protegiendo así nuestra salud. Sin embargo, a veces, cuando esta inflamación persiste en el tiempo de manera constante, incluso cuando no el cuerpo ya no está amenazado por un invasor externo, es cuando la inflamación puede pasar a convertirse en un problema.
De hecho, muchas enfermedades importantes como pueden ser el cáncer, las enfermedades cardíacas, la diabetes, la artritis, la depresión y el Alzheimer, se han relacionado con la inflamación crónica.
Riesgos para la salud de los alimentos inflamatorios
"Algunos de los alimentos que se han asociado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas también se asocian con un exceso de inflamación. No es sorprendente, ya que la inflamación es un mecanismo subyacente importante para el desarrollo de estas enfermedades", asegura el doctor Hu.
De hecho, los alimentos que aparecen como desaconsejados en una dieta contra la inflamación coinciden con aquellos que se consideran poco recomendables para nuestra salud en general.
Para combatir la inflamación, según recomienda el doctor Rimm, lo mejor es "optar por alimentos integrales, sin procesar y sin azúcar añadido como frutas, verduras, granos integrales, legumbres, pescado, aves, nueces, semillas, lácteos bajos en grasa y aceite de oliva".
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