Muy a menudo se nos eriza la piel ante distintas situaciones: cuando tenemos algo de frío, cuando nos emocionamos escuchando una canción o estando con alguien que nos importa... En un sinfín de ocasiones se produce este fenómeno fisiológico al que llamamos coloquialmente "piel de gallina", siempre de forma involuntaria y sin discriminar por sexo o edad.
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Sin embargo, pese a lo habitual que es que se te ponga la piel de gallina o "el vello de punta", muchas personas desconocen el motivo por el que ocurre.
Pieloerección
Aunque se trata de un reflejo pilomotor poco estudiado, se sabe que ocurre en prácticamente todo el cuerpo, exceptuando algunas zonas como la que cubre los genitales, las manos o los pies.
Además, según explicó el fisiólogo y profesor de zoología, George A. Bubenik, a la revista Scientific American, que se nos ponga la 'piel de gallina' es una respuesta heredada de nuestros ancestros que también experimentan muchos otros mamíferos y tiene una función protectora.
El motivo por el que este vello capilar se eriza cuando la temperatura exterior es baja se debe a la pieloerección, que se produce por un pequeño músculo que hay bajo la piel. Concretamente, es un músculo erector que se halla en la raíz del pelo y que al contraerse crea una capa de aire alrededor del cuerpo para protegerla.
De esta manera, la pieloerección es el desarrollo de forma involuntaria de protuberancias en la piel, en la base del vello corporal, que sucede cuando nos exponemos a situaciones o a cambios bruscos de temperatura.
La adrenalina
Por otra parte, la piel de gallina también se produce por la liberación de adrenalina. Por ejemplo, ante situaciones de estrés o, como se ha mencionado antes, de frío, esta hormona produce una serie de reacciones en todo el cuerpo y lo pone en alerta.
Al igual que consigue que aumentar nuestra fuerza o capacidad de respuesta ante momentos de tensión, también logra que se nos erice la piel cuando nos emocionamos o tenemos miedo.
El sistema nervioso simpático
El último factor que interviene en que se nos ponga la piel de gallina es la conexión entre esos pequeños músculos de la piel y el sistema nervioso simpático. Así lo concluyó un análisis hecho en ratones por científicos de la Universidad de Harvard y publicado en la revista científica Cell en 2020.
Según dicha investigación, cuando esos músculos detectan bajas temperaturas, tienden un puente entre los nervios simpáticos y los folículos pilosos. A corto plazo, hace que el pelo se erice y aparezca la piel de gallina; a largo plazo, parece promover el crecimiento del vello.
Tal y como informó El Confidencial, los investigadores sostienen que esta conexión "es un importante vínculo entre las células madre, que el cuerpo puede utilizar para crear otros tipos de células, y los estímulos externos".
Así, mientras que la conexión entre el nervio y el músculo ya se conocía en este sistema específico, el lazo con las células madre reguladoras del pelo es un nuevo descubrimiento, y uno inusual, ya que las neuronas tienden a preferir las conexiones con otras neuronas o las conexiones de tipo sináptico con los músculos.