El "juanete" o Hasoriano Hallux Valgus es una deformidad del pie, que puede aparecer en la juventud o, más frecuentemente, a partir de la edad adulta.
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Se caracteriza porque el borde interno del pie va abultándose, y el dedo gordo se desvía hacia los otros dedos, pudiendo llegar a angularse de forma importante, colocándose debajo de los otros dedos.
Este proceso es progresivo, es decir, el tiempo de progresión es muy variable, y complejo, en el que intervienen diversas articulaciones del pie.
Los síntomas son variables en cada paciente, siendo frecuente el enrojecimiento y dolor sobre la zona desplazada, que además al ensanchar el pie, produce un incremento del roce del calzado. No es infrecuente que el juanete se acompañe de otras deformidades en el resto de los dedos del pie.
Si tuviéramos que mencionar, los síntomas más frecuentes serían:
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Abultamiento en la parte exterior del pie, en la base del dedo gordo.
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Hinchazón, enrojecimiento o dolor alrededor de la articulación del dedo gordo del pie.
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Callos o callosidades: frecuentemente estos aparecen en el primer y segundo dedo del pie, ya que se rozan entre sí.
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Tener un dolor continuo o, dolor que aparece y desaparece.
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Notar un movimiento limitado del dedo gordo del pie.
¿Cuándo es recomendable visitar al especialista?
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Dolor continuo en el pie o dedo gordo.
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Elevación o bulto redondeado que sobresale del dedo gordo del pie.
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Disminución de la articulación del pie o dedo.
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Incomodidad en el zapato debido al juanete.
En cuanto a las causas exactas que lo provocan, se desconocen, si bien es verdad que podemos mencionar algunas posibles causas, como son:
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Tipo de pie heredado.
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Estrés o lesiones en los pies.
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Deformidades presentes al nacer.
Por el momento no se sabe si el calzado apretado, de tacón alto o estrecho puede causar el juanete en el pie o contribuir a su aparición.
Los juanetes podrían estar relacionados con ciertos tipos de artritis, en particular con los tipos inflamatorios, como la artritis reumatoide.
Tratamiento
Existen diversas técnicas quirúrgicas para su tratamiento. La indicación depende de diversos factores como el grado de afectación y de deformidad del pie, la edad, la presencia de otras patologías asociadas etc.
La cirugía percutánea permite abordar deformidades cuándo no hay afectación significativa de las articulaciones involucradas.
En casos en los que los pacientes tengan la deformidad más avanzada, se puede asociar diversos procedimientos, fundamentalmente dirigidos a reorientar el dedo.
Para ello puede ser necesario el realizar unos cortes muy precisos en el hueso (osteotomía), a través de cuya forma y dirección se puede cambiar la forma del hueso, corrigiendo la deformidad que se presenta, consiguiendo alinear el dedo.
Si existe patología asociada, como es (metatarsalgia, dedos en martillo, etc.), se corrigen en el mismo acto quirúrgico por abordajes independientes.
La decisión de operar el juanete depende de cada caso y paciente.
Los juanetes juveniles tienen un enfoque distinto que los que se presentan en una edad más avanzada como la edad mediana. A la hora de determinar si es necesaria la operación para la corrección, se deben llevar a cabo una serie de pruebas como son: estudios y mediciones angulares radiográficos, así como la progresión de la deformidad y la intensidad de los síntomas en cada caso particular.
Una de las preguntas más frecuentes que recibimos los médicos es el tiempo de la intervención. Esta depende de cada caso, entre los factores que intervienen son, en primer lugar, el tipo de cirugía del que se trate y, en segundo lugar, la presencia de patologías asociadas. Teniendo esto en cuenta, la cirugía de juanete o Hallux Valgus, puede durar desde 30 a 90 minutos.
Cuidados tras la cirugía
Tras la cirugía es fundamental mantener el pie elevado, más alto que la cadera, para favorecer el retorno venoso y disminuir la inflamación.
Sobre todo, en los primeros días hay que evitar tener el pie en la posición que habitualmente tomamos al estar sentados, ya que tiene una gran tendencia a inflamarse, lo cual repercute en un incremento de las molestias, un empeoramiento en la cicatrización de las heridas y una rigidez global del pie.
Inicialmente, se llevará un vendaje compresivo para ayudar a la contención del edema y la inflamación. Posteriormente, un calzado ortopédico que previamente te habrá prescrito tu cirujano.
Es importante el cuidado y control de los vendajes, que muchas veces son un apoyo para mantener la corrección realizada.
También hay que seguir las indicaciones del cirujano, que normalmente indica un tratamiento antiinflamatorio y analgésico, específicamente diseñado para cada caso.
Si te has dado cuenta de que tus molestias son cada vez más fuertes y te impiden caminar de forma cómoda o simplemente hacer vida normal, es el momento de acudir a un especialista.
*El Dr. Ghassan Elgeadi Saleh es jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud San José y del Hospital Quirónsalud Valle del Henares.