Emma Hayes, entrenadora del equipo de fútbol Chelsea Femenino marcó un hito cuando anunció en 2020 que adaptaría los entrenamientos de las jugadoras a su ciclo menstrual. Se mostró contundente: "Soy una entrenadora en una industria donde las mujeres son tratadas como pequeños hombres". Tras poner el puño sobre la mesa, Hayes visibilizó algo que realmente puede ayudar a mejorar el rendimiento y el éxito de las deportistas.
El ciclo ovárico no es sólo la semana en la que se menstrua, abarca un proceso hormonal y un período completo de entre 21 o 30 días. Por tanto, adaptar los ejercicios de equipo o individuales al mismo, proporciona una gran cantidad de beneficios a las mujeres. No obstante, debido a los mitos sobre la menstruación y la invisibilidad de la figura femenina en diferentes deportes, esta iniciativa nunca ha estado a la orden del día.
Teresa Gaztañaga, que trabaja en la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital de Día Quirón Donostia, cuenta que "el ciclo ovárico y, concretamente, la menstruación, han estado sin investigar y hay que hacerlo porque no solamente mejora el rendimiento, también situaciones de absentismo escolar o laboral".
La doctora explica que es importante que los equipos empiecen a aplicar mecanismos que incluyan el ciclo de cada jugadora, "para de esa forma tener datos suficientes y así programar los entrenamientos". Y asegura: "Esto puede mejorar, por ejemplo, lesiones y comportamientos".
Ya no es sólo de hombres
El ciclo menstrual tiene efectos no sólo físicos, también hormonales y psicológicos. Entender este proceso ayudará a mejorar la técnica, la estrategia, el rendimiento y los partidos. Sin embargo, no todos los equipos lo aplican actualmente, aunque ya se está empezando a ver como una opción necesaria.
Izaskun Bernal, deportista, coach e ingeniera emocional, es contundente: "La realidad de la mujer se ha tenido siempre que adaptar a la realidad masculina, cuando somos diferentes y complementarias, eso es lo bonito". En deportes de equipo o de contacto siempre se ha partido de una base masculina, pero ya ningún deporte es sólo de hombres.
Bernal se dedicó al circuito profesional de tenis durante 10 años, desde los 11 hasta los 21. La andaluza cuenta que comenzó a analizar sus entrenamientos porque "había días que estaba muy cabreada, especialmente sensible y vulnerable".
"La realidad de la mujer se ha tenido siempre que adaptar a la del hombre"
Durante esos días la coach explica que hay cambios que todas notamos: "Estás más susceptible, más irascible". El cuerpo sufre un cambo hormonal que deriva, en muchos casos, en dolores. Cuando empezó a analizarse a ella misma, sin dudarlo, habló con su entrenador. Tras analizarlo, ambos empezaron a ver qué tipo de ejercicios harían cada día del mes, siempre adaptados a su ciclo.
Cómo adaptarlo
Gaztañaga señala que "desde el periodo prepandemia el deporte femenino se ha desarrollado muchísimo, también en la alta competición". Y esto es determinante para que los profesionales puedan empezar a recabar información sobre el tema, pues conocer cómo funciona el ciclo en cada deportista es la base para diseñar los entrenamientos.
El primer paso, como explica la experta, es "dar la oportunidad a cada mujer para que conozca su ciclo ovárico y entable una relación con él". De este modo, ella misma podrá ser consciente de los tiempos y las medidas preventivas que le funcionan. "En momentos de inflamación o deshidratación, es mejor evitar aquellos entrenamientos que sean más exigentes en cuanto a fuerza", recomienda.
Desde el punto de vista del reconocimiento médico, Gaztañaga asegura que es muy importante realizar adecuadas valoraciones nutricionales, algo que va de la mano: "Hay mujeres que tienen unas pérdidas menstruales importantes y necesitan suplementación de hierro o de otras en vitaminas y minerales".
Pero también es determinante el seguimiento, pues como dice la doctora, hay que estar pendiente, por ejemplo, en los deportes donde se tiene muy en cuenta el control de peso, que en la etapa premenstrual puede haber un aumento del mismo por la retención de líquidos. "Esto puede suponer un problema", destaca.
También en los equipos
Cuando hablamos de deporte profesional, o a nivel de clubes, la regla -muchas veces- puede convertirse en un descarte para una competición. "Esto es lo que verdaderamente tenemos que prevenir", cuenta Gaztañaga. Pero para aplicar los tratamientos adecuados es necesario investigar esa sintomatología.
La adaptación puede desarrollarse en deportes individuales, pero también en equipo, no hay distinción. De hecho, es asombroso cómo, en los equipos, la menstruación muchas veces acaba coordinándose entre las deportistas.
Por otro lado, Bernal habla de la importancia de contar con entrenadores que estén formados en ello. Pero un entrenador no puede saber de todo, entones, no está de más contar un "especialistas para esa disciplina, justamente como un coach, alguien que conozca la gestión emocional y mental, y que sea especialmente sensible con la visión femenina". Eso sí, siempre coordinado con los entrenadores.
Qué beneficios aporta
Desde el minuto en que se implementa esta nueva práctica a la hora de practicar deporte, las mujeres lo notan. A nivel deportivo: previene lesiones y mejora el rendimiento, pero se reduce el dolor durante la menstruación, ya que no tienes que desarrollar ejercicios que puedan provocar efectos negativos.
"Desde el periodo prepandemia el deporte femenino se ha desarrollado muchísimo"
Y no sólo eso, "mejora el rendimiento colectivo -del equipo- y no cabe duda que también la recuperación, el sueño y el responder de una forma anímicamente positiva", detalla la doctora.
Ambas expertas mantienen la misma postura: es necesario investigar más y conseguir datos para aplicar esto. "A priori parece muy complicado, pero hace 25 años también lo era establecer microciclos de carga en los entrenamientos", destaca Gaztañaga.
A lo que Bernal añade: "Vamos a aceptar que somos mujeres, que tenemos un ciclo, tengámoslo en cuenta y planifiquemos en consecuencia". Sólo así se aprovechará todo el potencial.