Muchas mujeres se han preocupado al ver coágulos de sangre al cambiarse la compresa o la copa menstrual durante la regla. Tal y como explica Medical News Today, los coágulos menstruales "son una mezcla de células sanguíneas, tejidos del revestimiento del útero y proteínas que ayudan a regular el flujo de sangre". Expulsar algún coágulo durante la menstruación es completamente normal ya que, al fin y al cabo, la regla supone el desprendimiento del endometrio, la mucosa que recubre el útero y que se forma con el fin de proteger al embrión.
También hay que tener en cuenta que el sangrado de una mujer puede variar cada mes, ya que depende de muchos factores (incluidos la alimentación y el estilo de vida); y que los cóagulos suelen estar más presentes cuando la cantidad de flujo es mayor. Esto significa, que si un mes tienes más flujo, también es posible que haya más coágulos sin que ocurra nada grave.
Por lo tanto, percibir coágulos ocasionales durante la menstruación no es nada alarmante. Sin embargo, los expertos advierten de que hay que estar pediente cuando se producen con mucha frecuencia; cuando tienen un tamaño más grande de lo habitual; cuando el flujo es anormalmente abundante y requiere que se cambie la compresa o el tampón por lo menos cada 1 o 2 horas; y cuando están acompañados de dolor intenso.
En estos casos, puede deberse a una afección y, por lo tanto, lo más conveniente consultar a un médico especialista. Igualmente, Intimina, la compañía sueca que ofrece productos de cuidado para la salud ginecológica de las mujeres, explica que no tienen por qué ser problemas excesivamente graves. Algunos de los motivos por los que se generan estos coágulos podrían ser los siguientes:
Fibromas o pólipos uterinos
Los fibromas y pólipos suelen ser benignos, pero pueden bloquear la salida uterina o evitar que el útero se contraiga por completo. Según informa Intimina, podría provocar la acumulación de sangre y, por lo tanto, la formación de coágulos. Además, pueden aparecer junto a otros síntomas como dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), hinchazón, manchas irregulares y problemas de fertilidad.
Endometriosis
La endometriosis es una enfermedad crónica que afecta a mujeres en edad reproductiva y que se produce cuando el endometrio, en vez de implantarse en el interior del útero, lo hace en otras partes del cuerpo. Se trata de una enfermedad que aún es infradiagnosticada y entre sus síntomas se encuentran los fuertes dolores y calambres. También que el período sea muy abundante y, por lo tanto, se formen coágulos.
Adenomiosis
La adenomiosis es similar a la endometriosis, pero, en este caso, el revestimiento uterino crece en la pared muscular del útero. El flujo abundante es muy normal, por lo que, apuntan desde Intimina, es probable que se formen coágulos de sangre.
Cambios hormonales
Durante todo el ciclo menstrual se producen cambios hormonales en el cuerpo. Es algo completamente normal, pero en caso de que los niveles hormonales se vean alterados, pueden influir en los trastornos menstruales como el síndrome de ovario poliquístico, síndrome premenstrual, amenorrea... De esta forma también pueden provocar un flujo sanguíneo más denso, acumulación de sangre y formación de coágulos de sangre.
Aborto espontáneo
Muchas pérdidas de embarazos ocurren antes de que las mujeres sepan que están embarazadas y, por lo general, no presentan ningún síntoma. Si el sangrado y la coagulación repentinos comienzan en un día inusual del ciclo, en ese caso, podría ser una señal de un aborto espontáneo.
Trastornos hemorrágicos o medicamentos
Los trastornos hemorrágicos afectan la capacidad de coagulación de la sangre. Por esa razón, el flujo menstrual podría ser más pesado y la sangre podría acumularse en el útero, lo que facilita la formación de coágulos.