Conseguir quedarse embarazada es un proceso largo y difícil para algunas mujeres. Algunas parejas incluso pueden tardar más de un año en lograrlo aunque no tengan ningún problema de fertilidad. Entre los factores que pueden influir en el tiempo de embarazarse están la edad de la mujer y los antecedentes familiares.
La doctora Marta Calvo, coordinadora de la Unidad de Reproducción Humana del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, recomienda que cuando la pareja empiece a buscar el embarazo espontáneo se realice una revisión ginecológica, "igual que deben hacer todas las mujeres desde que empiezan a mantener relaciones sexuales".
Desde que una pareja comienza a intentar el embarazo, se considera normal que se busque durante un año entero, siempre y cuando la mujer tenga menos de 35 años y no haya ningún antecedente. Si después de un año todavía no se ha quedado embarazada, "les aconsejamos hacer un estudio a los dos" para comprobar si hay algún problema de fertilidad.
"En el caso de que sepa que en la pareja alguno tenga una patología, podemos empezar el estudio a los seis meses desde que lo empiezan a intentar", explica a MagasIN la doctora Calvo. Lo mismo ocurre si la mujer tiene más de 35 años, se le hará un estudio a los seis meses de empezar a intentarlo, ya que a partir de esa edad se disminuye considerablemente la reserva ovárica.
"La media de edad en España para tener el primer hijo está ya por encima de los 32 años. Sabemos que a partir de los 35 y sobre todo de los 37, la reserva ovárica disminuye muchísimo. Entonces, si la probabilidad de embarazo es de un 20% por cada ciclo que lo intentan, a partir de los 37 sobre todo, disminuye enormemente. Ya a partir de los 40 años, la probabilidad está por debajo de un 5%".
Más allá de la edad, qué influye
Además de la edad, los doctores tienen en cuenta otros precedentes que pueden dificultar el quedarse embarazada. Por ejemplo, "dentro de los antecedentes familiares, si se sabe que la madre ha tenido una menopausia precoz, podría haber influido en la hija".
Otras patologías como la endometriosis o tener ovarios poliquísticos, que van asociados a ciclos sin ovulación, o haber tenido cirugías que afecten a los ovarios, también podrían afectar y por esa razón el estudio de la pareja se haría a los seis meses de intentarlo.
Para el hombre lo más importante es haber realizado un seminograma y saber si lo tiene alterado. "Si él no tiene ninguna enfermedad o una enfermedad hereditaria diagnosticada, a priori no le hacemos nada hasta que pase el tiempo que hemos comentado -un año o seis meses en función de la edad y antecedentes de la mujer-".
Por vía pública o privada
Una vez ha pasado ese periodo de tiempo, la pareja debe ir al ginecólogo, donde les harán "una primera valoración y una historia clínica muy somera". En el caso de que puedan ser tratados, se les manda a la unidad de reproducción.
Sin embargo, hay algunos casos que no pueden ser tratados en la sanidad pública y solo está la opción de acudir a clínicas privadas. "Nosotros en medicina pública tenemos una serie de cosas que no podemos tratar: por encima de 40 años no tratamos, por ejemplo", afirma el doctor Ignacio Cristóbal, director del Instituto de Salud de la Mujer del Hospital Clínico San Carlos.
Por esa razón, algunas parejas optan por acudir directamente a centros de reproducción privados y 'saltarse el paso' de ir al ginecólogo.
Ya en el centro de reproducción, sea público o privado, serán los especialistas los que determinen el tratamiento que debe seguir la pareja que puede ir desde los tratamientos de reproducción asistida como la inseminación artificial o la Fecundación In Vitro convencional, a la vitrificación ovocitaria en casos de riesgo de pérdida prematura de función ovárica.
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