La cistitis es la infección de orina más frecuente en las mujeres. Y puede ocurrir además, en cualquier momento de la vida, a cualquier edad. Lo más importante es tener en cuenta dos cosas: qué hacer cuando se tienen síntomas y sobre todo, cómo prevenir esta molesta y engorrosa infección.
Seguro que muchas habéis experimentado esta infección y el recuerdo no será para nada agradable. Sin embargo, hay que tener claro que, en la mayoría de las ocasiones, no es una infección grave, no da complicaciones y tiene tratamiento.
La cistitis además no es solo cosa de mujeres, los hombres también pueden tenerla, aunque es mucho más frecuente en ellas (a partir de los 50 años, la incidencia entre ambos sexos tiende a igualarse), porque como vimos en este artículo, "el trayecto urinario hasta la vejiga es más corto".
La cistitis en las mujeres está relacionada sobre todo con las relaciones sexuales (durante la relación intima puede favorecer el traslado de bacterias a la vejiga, por ello es importante orinar después de la relación sexual), pero también con otros factores como el embarazo o la menopausia.
"Muy probablemente todas las mujeres tengan al menos un episodio de cistitis a lo largo de la vida”, afirma a MagasIN Carmen Gónzalez Enguita, jefe de Servicio Corporativo del Hospital Universitario Fundacion Jimenez Díaz y de los hospitales públicos del Grupo Quiron Salud de Madrid.
Cuáles son sus causas
Además de las relaciones sexuales, algunas acciones cotidianas como beber poca agua u orinar pocas veces al día se relacionan con la probabilidad de tener cistitis. Pero existen también otros factores que pueden propiciar su aparición.
Según expone la uróloga Leticia Lopez Martin, médica adjunta del servicio de Urologia del también Hospital Universitario Fundación Jimenez Diaz, esas causas serían el estreñimiento; los cambios hormonales que se producen a lo largo de la vida de la mujer (como la menstruación, el embarazo, el parto, el puerperio o la menopausia); tener el bañador mojado durante mucho tiempo; incluso también en momentos de estrés emocional o el llevar ropa interior o prendas muy ceñidas.
En ocasiones, como señala la doctora Gónzalez Enguita en este artículo, la infección coincide con estar padeciendo otra enfermedad, como un cuadro catarral o gripal.
No obstante, "hay mujeres que tradicionalmente en su familia siempre han padecido infecciones y se piensa que tienen cierta debilidad o predisposición a tener más infecciones urinarias", añade. También es importante añadir que las cistitis recurrentes podrían ir asociadas a la incontinencia urinaria que sufren algunas mujeres, por el uso de absorbentes o compresas.
Sus síntomas
Los más frecuentes suelen ser sensación de ardor y quemazón en la zona de la uretra; sensación de urgencia para ir a orinar y de malestar en la zona de la vejiga. Según señalan las expertas, no tiene que haber fiebre, aunque en ocasiones puede haber unas décimas. A veces también, la mujer puede notar cambios en el color de su orina, por ejemplo que ésta sea de color rojizo.
"La mujer que ha tenido más episodios de este tipo, se lo sabe de memoria y sabe lo que tiene que hacer", dice Gónzalez Enguita. Pero aunque sepamos y reconozcamos esos síntomas, es importante ir al médico. "En aquellas mujeres que tienen episodios de repetición (más de 2 infecciones en seis meses o más de 3 en un año) no deben tratarse sin un cultivo previo. Es decir, no deben tomar el antibiótico por costumbre. La prevención pasa por tener la mejor atención y el mejor diagnóstico", afirma la experta. Hasta un 20-25% de las mujeres sufren infecciones de orina de repetición o recurrentes.
En el caso de tener una cistitis por primera vez, es importante ir al médico de Atención Primaria para que identifique los síntomas y realice un cultivo de orina. Mientras esperamos los resultados (24-48 horas), explica González Enguita, hay que empezar a beber muchos líquidos, a tener una micción frecuente y para tratar los síntomas, es recomendable tomar analgésicos y antiinflamatorios. "Porque lo que estamos tratando es una inflamación y las inflamaciones no se tratan con antibióticos. Una vez, tengamos el cultivo y sepamos cuál es la bacteria responsable de esa infección, podremos elegir ya el mejor tratamiento antibiótico".
Medidas de prevención
Como todo o casi todo en la vida, la prevención es fundamental. En este contexto, también existen ciertas medidas o acciones que nos pueden proteger de tener una cistitis o disminuir la probabilidad.
Según explican ambas profesionales, algunas medidas de prevención son: estar bien hidratadas, beber agua abundante; orinar con frecuencia para vaciar la vejiga y evitar la posibilidad de infección; intentar cambiarse el bañador lo antes posible (sobre todo aquellas mujeres que saben que eso puede ser un factor importante).
En cuanto a la higiene íntima, usar jabones con un ph neutro, evitando las esponjas y después de ir al baño, es importante limpiarse de adelante hacía atrás.
Por otro lado, si la mujer padece estreñimiento sería importante aumentar el consumo de frutas, verduras y de agua, así como caminar para mover el intestino y favorecer un mejor tránsito; y no llevar la ropa interior muy ajustada o vaqueros y pantalones muy apretados.