La intensa lluvia ha deslucido un poco el esperadísimo desfile de las Fuerzas Armadas del 12 de octubre. Esta es una de las citas más importantes para la Familia Real y este 2024, además, llegaba con el aliciente extra de ver a Leonor estrenando el uniforme de gala de la Armada. Los Reyes y la heredera han llegado puntuales a la cita en la Plaza de Neptuno. En ese momento el tiempo daba una pequeña tregua, justo el tiempo del izado de la bandera antes de subir a la tribuna presidencial.
Con gesto solemne, muy concentrada y con los ojos de su padre pendientes de ella en todo momento, la Princesa estaba radiante, vestida de azul, con casaca abrochada hasta arriba, pantalones, la gorra en blanco de la marina, guantes blancos y zapatos de cordones.
Conocido como '14 botones', corresponde a la modalidad de invierno (el de verano es blanco) y, aunque las mujeres tienen posibilidad de vestir falda, una vez más Leonor ha optado por los pantalones. Ha llevado el pelo recogido en un moño trenzado, como es su costumbre, y unos discretísimos pendientes brillantes como única joya. Hay que observar el protocolo de vestimenta rigurosamente.
Sobre este nuevo look castrense, la banda de la Orden de Carlos III que recibió de manos de Felipe VI por su 18 de cumpleaños el 31 de octubre de 2023 junto al collar, y al cuello, el Toisón de Oro, dos de las condecoraciones más importantes que se le han concedido hasta el momento.
También había un detalle 'oculto' para ojos no expertos que revela cómo está siendo su paso por la formación militar. En la manga izquierda de su uniforme lucía el llamado nudo llano, que se le concede a los alumnos que no han tenido sanciones disciplinarias y han destacado por sus notas tanto en las asignaturas académicas como en las maniobras, según ha informado TVE.
En resumen, es para alumnos distinguidos. También pueden llevar ese nudo aquellos que reuniendo una aplicación suficiente y buena conducta hayan realizado algún acto extraordinario que redunde en prestigio de la Escuela y de la Armada o hayan acumulado un número considerable de premios y felicitaciones durante el curso anterior. Está realizado en cordón dorado sobre un parche negro en forma de puente.
Aunque la lluvia les ha dado algún que otro disgusto, teniendo que meterse al fondo de la tribuna en alguna ocasión para evitar acabar calados, el acto se ha desarrollado con pocos incidentes. La Princesa, al igual que Felipe VI y Letizia, han dado por terminado el desfile con los saludos protocolarios. De ahí, la Familia Real se desplaza al Palacio Real para seguir con las celebraciones del Día de la Hispanidad.
La heredera vuelve a acompañar a sus padres a la recepción para participar en el besamanos al que asisten numerosas personalidades. Allí podrá departir con los asistentes y disfrutar junto a ellos del correspondiente cóctel.