El lunes 9 de septiembre, la reina Letizia retomaba sus compromisos oficiales a las 10.30 de la mañana. Una audiencia en el Palacio de la Zarzuela con una representación de la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica era su primer acto de esta "vuelta al cole", pero se retrasó 20 minutos.
¿Dónde se encontraba la Reina para llegar tarde a sus compromisos? La respuesta la tenía el joven Andrés Marcio, pues él era el motivo de la tardanza de su Majestad y así lo hizo saber al mundo compartiendo un vídeo en sus redes sociales.
La vuelta de Letizia
Para este estreno de curso, la Reina optó por un look sencillo, perfecto para una jornada laboral de comienzos de septiembre. Sin perder el espíritu del verano escogió el blanco y el azul marino, los colores marineros por excelencia, para construir un estilismo de prendas básicas, elegantes y versátiles.
Como sorpresa, la vimos calzando sandalias blancas de tacón prudente en lugar de sus cómodas deportivas a las que recurre casi obligada por la lesión de su pie. Con ellas ponía el colofón a su estilismo firmado por Hugo Boss al completo.
¡Ey tú!
Sin embargo, la aparición de este acertado look de la Reina se hizo de rogar por 20 minutos, atrasando así su agenda oficial. Eso sí, por una conmovedora razón. Su Majestad se reencontraba con Andrés Marcio, un joven que padece laminopatía, una enfermedad rara que solo sufren 1.000 personas en el mundo.
A la voz de "¡Ey tú!" saludaba a sus seguidores antes de introducir a Letizia en el plano de cámara, desvelando así el paradero de la misma. "Me encuentro en un lugar muy especial", proseguía mientras su Majestad le tocaba el hombro de manera cercana y afectuosa.
Como el propio Andrés explica en su vídeo, conoció a la Reina hace 9 años en el Congreso y aún no se lo cree. Él también estudió periodismo, como Letizia, y han compartido unos minutos de conversación sobre la profesión y cómo han sido estos últimos años.
La reina Letizia se ha mostrado cercana y emocionada al poder charlar con este especial joven en su regreso a las obligaciones oficiales. Auguramos así, un feliz curso para su Majestad y sin duda para Andrés, quien no olvidará dicha gesta.