Esta es la misteriosa 'community manager' detrás de la meteórica cuenta de Instagram de la Casa Real
Es el fichaje de la Zarzuela para llevar su nueva cuenta de redes sociales, que en un mes ha logrado sumar más de 600.000 seguidores.
30 julio, 2024 02:00La Princesa de Asturias y la infanta Sofía lo han pasado en grande apoyando a los deportistas españoles en los Juegos Olímpicos de París. Las dos hermanas Borbón Ortiz han disfrutado muchísimo en la capital francesa animando a Nadal y Alcaraz, a los equipos de waterpolo masculino y hockey hierba femenino o a la campeona olímpica en bádminton, Carolina Marín.
¿Y por qué estamos tan seguros de que eso es así? Gracias a la nueva cuenta de Instagram de la Casa Real española, que no ha parado de hacer publicaciones y stories sobre los distintos momentos que las dos jóvenes han pasado con los participantes de las distintas disciplinas.
Cuando se ha cumplido un mes desde que comenzara su andadura en esta red social, se puede decir que es un verdadero éxito. Uno de los ingredientes de este gran resultado que están logrando con la cuenta de Instagram (en 40 días de vida tienen más de 600.000 seguidores) es el factor sorpresa, lo inesperado de muchos de los post.
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Es por todos conocido el celo con el que guardan Felipe VI y Letizia la intimidad de su familia. Por eso, para muchos ha sido un verdadero regalo ver algunas de las espontáneas imágenes que han publicado en @casareal.es, como el selfie que se hicieron los Reyes durante la ceremonia de inauguración de los JJOO o el vídeo en el que Leonor graba a su hermana, que pone cara de sorpresa, mientras asisten al doble entre Nadal y Alcaraz con los jugadores argentinos en la pista central de Roland Garros.
Parece que en Zarzuela han sido por fin conscientes de la importancia de esta red social, una gran vía de influencia y confianza con el usuario. A pesar de haber sido los últimos en sumarse a ella entre las monarquías europeas, la espera ha merecido la pena.
Sabiendo que cada plataforma usa un código de comunicación diferente, e Instagram es una gran opción para crear un vínculo de cercanía con la gente, la Casa Real necesitaba fichar a una persona que conociera bien el lenguaje y código de este canal.
Los empleados del departamento de comunicación del equipo que dirige Jordi Gutiérrez son periodistas especializados y muy capaces. De hecho, María Eugenia Simón, a la que todos llaman Maru desde el cariño, es la encargada de llevar la cuenta de X de la Casa del Rey que tiene más de un millón de seguidores.
En Instagram la estrategia tenía que ser otra, más cercana e íntima, y para eso necesitaban fichar a alguien que conociera bien su funcionamiento.
Y esa persona ha sido una mujer, Laura Díaz, una experimentada community manager. La búsqueda del perfil, que duró casi dos meses, de esta experta en Instagram ha estado en manos del propio Camilo Villarino, acompañado por Jordi Gutiérrez.
Se requería a una persona multidisciplinar porque tiene que escribir los copys, grabar, editar y montar los vídeos para los reels, como los que han subido de la visita de la Princesa y la Infanta a los Juegos Olímpicos.
Periodista de profesión, en su perfil de LinkedIn habla de sus características y puntos fuertes como comunicadora: "Especializada en comunicación institucional, he trabajado para diferentes gabinetes desempeñando labores de estrategia, desarrollo digital, relaciones con la prensa y gestión de crisis".
Una de las condiciones más importantes para poder ejercer esta labor dentro de la Casa Real es que la persona elegida sea discreta y de total confianza para que pueda publicar en redes sin la supervisión continua de alguien. Ya sabemos que la inmediatez en Instagram es fundamental, y Laura explica por qué era la candidata perfecta.
"Son tiempos difíciles para la comunicación. El exceso de información y las fake news interfieren y distorsionan los mensajes pero, al mismo tiempo, suponen un reto y una oportunidad para ser creativos. Es momento de explorar nuevas fórmulas que permitan trasladar mensajes claros y eficaces a través de canales sobresaturados de información", explica esta joven, que estudió el doble grado en Comunicación y Audiovisuales en la Universidad Carlos III de Madrid para después realizar un máster en Dirección de Comunicación Corporativa y Management del IE Business School de la capital española.
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Está más que claro que Laura le ha cogido perfectamente el tono a la cuenta de la Casa Real, pese a que no era tarea fácil. Sin perder su papel institucional, está jugando con la interacción del usuario y las emociones que provocan las imágenes, como por ejemplo el momento en el que, al paso de la delegación española por el río Sena durante la ceremonia de inauguración, se ve a la reina Letizia que se levanta con el puño en alto, emocionada e intentando que el chubasquero le deje aplaudir a los deportistas de nuestro país.
Otra cosa que ha llamado mucho la atención es que se ha optado por una mayor presencia de la Princesa de Asturias y su hermana, en comparación con la cuenta de X. Las dos cobran mucho protagonismo en Instagram, junto con Letizia.
Además, la nueva community manager también ha acercado el lenguaje de los actos de Zarzuela y lo ha adaptado a Instagram con frases como "¡¡Qué grande eres, Carolina!!", para acompañar a un storie en el que se ve a la Princesa y a la Infanta aplaudiendo un punto de la jugadora de bádminton española Carolina Marín, y varios emojis como aplausos o corazones.
Laura Díaz lleva poco más de dos meses en las oficinas demostrando su valía como community manager, aunque en Zarzuela ha pasado poco tiempo, ya que se desplaza en casi todos los viajes que hace la Familia Real para poder subir al momento en Instagram todo lo que ocurre. Esto no es nuevo para esta experta en redes sociales, ya que su anterior trabajo, en el mismo puesto en el Ayuntamiento de Madrid, también era así de intenso.
Como le ocurre ahora, tiene que conocer bien el equilibrio entre lo institucional y lo personal para así seguir sumando seguidores, pero sin pasar una raya, puesto que en el caso de los Reyes su intimidad ha estado siempre bien fijada.