Los duques de Sussex iniciaron el pasado 10 de mayo un viaje por Nigeria con el objetivo dar visibilidad a los Juegos Invictus. Su presencia en el país africano no solo reafirmó su compromiso solidario, también se convirtió en un formidable escenario de glamour.
Según reportaron medios locales, tras llegar a primera hora del viernes, la pareja, que decidió renunciar a sus funciones reales en enero de 2020, acudió a una escuela, la Lightway Academy, apoyada por su organización benéfica, la Fundación Archewell.
Más tarde, el príncipe Harry y Meghan Markle visitaron un aula de párvulos donde bailaron con los niños al son de la maraca que tocaba la profesora, según se puede ver en vídeos difundidos en las redes sociales, mientras el príncipe ofreció a un grupo de alumnos una charla sobre salud mental.
El sábado, asistieron a un partido deportivo para veteranos de guerra y soldados en activo, pero heridos. El director de deportes del Ejército nigeriano, vicemariscal del aire Abidemi Marquis, destacó que la visita ayudaría a los veteranos a "mejorar su autoestima personal para mejorar su salud mental. La participación en Invictus brinda la oportunidad de recuperarse a nuestros soldados".
Para este evento, Meghan Markle eligió un vestido de Joanna Ortiz, concretamente el modelo Tropicana Nights, con un estampado de inspiración tropical, en tono blanco y negro. El vestido de corte midi presenta un diseño estructurado que resalta la silueta clásica de JO.
Se compone de un tejido jacquard grabado. Destaca por su comodidad, las correas removibles bordadas ofrecen versatilidad a la pieza, permitiéndote cambiar fácilmente su aspecto. Está al precio de aproximadamente 2.600 euros. Meghan Markle lo completó con un par de sandalias planas negras.
Un estilismo cómodo y estético, a juego con el del príncipe, quien optó por pantalones en tono azul marino y un polo con el logo de la Fundación de los Juegos Invictus.
El sábado también se celebró una recepción con las familias de los soldados. Para este segundo acto, Meghan Markle eligió un vestido blanco largo de St Agni (una firma australiana por la que apostó en otras ocasiones), de escote palabra de honor, que completó con un par de sandalias en tono nude y varias joyas, entre las que destacaron pulseras varias y su collar con forma de cruz, mientras que el príncipe Harry se decantó por un traje de lino en color crema.
La pareja cerró la jornada con una destaca participación en un evento de liderazgo femenino que contó con la participación de Ngozi Okonjo-Iweala y Mo Abudu. Meghan Markle destacó con un espectacular vestido rojo de tirantes, con detalle del vuelo en el bajo, en crepé.
Se trata del modelo Dire, de la marca local Oríré. La duquesa lo lució con un par de sandalias en tono beige y joyas de Cartier.
La pareja cerró el viaje este domingo en la ciudad de Lagos (sur), con una recepción en la Casa del Gobernador del Estado y una visita a otra escuela para la que financiaron la construcción de una cancha de baloncesto, antes de dejar el país.
Meghan Markle optó, primero, por un espectacular vestido amarillo, de cuello redondo, cerrado y caída fluida, antes de lucir un look menos esperado, compuesto por una camisa blanca y una falda azul de rayas.
El viaje también incluyó reuniones con los gobernadores de Kaduna y Lagos, Uba Sani y Babajide Sanwo-Olu, respectivamente. Este viaje confirma que la pareja sigue adelante con su compromiso social, al margen de las actividades de la Casa Real británica.