Todo viaje de Estado que se precie tiene su momento más esperado en la cena de gala. En nuestra Corona, tan poco dada a la exhibición, es en este tipo de veladas donde podemos ver a nuestros Reyes más en su papel. Pero lo cierto es que se trata de una cita tradicional y bonita, en las que las mujeres sacan sus trajes largos y las tiaras y joyas de las distintas dinastías reales brillan más que nunca.
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La que está teniendo lugar esta tarde noche en el Palacio Koninklijk de Ámsterdam es, además, una cita muy especial, ya que se ‘enfrentan’ dos de las Reinas con más estilo de Europa, cada una con su propio modo de ver la moda, siempre es un reto de elegancia que nos encanta comentar.
Se puede decir, tras casi diez años, que Letizia es ya una veterana en las cenas de gala y que sabe manejarse de maravilla. Para demostrar que esta afirmación, solo nos tenemos que ir a Dinamarca, a la última vez que acudió a una invitada por los reyes Federico y Mary el pasado mes de noviembre. Entonces eligió un look de Felipe Varela que estrenó en 2015, que ha llevado en más de una ocasión, un vestido de gala, con cuerpo ajustado y falda de gran vuelo, confeccionado en textil azul noche que va enteramente cubierto con un bordado de hojas con cristal marino prusia y zafiro e hilo. Lo combinó con la tiara Flor de Lis, conocida como 'la tiara de las reinas'.
En 2017, para posar en Londres al lado de la Reina entre las Reinas, Isabel II, Letizia volvió a confiar en Varela. La Reina fue la protagonista absoluta gracias a un vestido rojo con escote bardot y falda de cola, que combinó también con la diadema de flor de lis.
Sin embargo, uno de los que más famosos fue el look que eligió en el viaje a Tokio de 2019. Entonces eligió durante la cena de gala en honor al nuevo Emperador, un diseño rosa de Carolina Herrera que está entre los favoritos Era una prenda exclusiva y hecha a medida con un capote con bordado joya floral de inspiración mantón de Manila que le sentaba como un guante. Al estilismo no le faltaban las joyas: la tiara Flor de Lis, el broche a juego con esta insignia de la dinastía Borbón, las pulseras gemelas de Cartier (una de sus piezas favoritas) y los pendientes de brillantes pertenecientes al lote de pasar.
En esta velada, en el palacio real de Amsterdam el azul ha sido el tono protagonista. Ambas Reinas, Letizia y Máxima, aunque en distintas tonalidades, lo han elegido para vestirse en esta noche tan especial. Pero es que hasta la princesa Amalia, que debuta en una cena de este tipo, lo ha elegido para lucirlo en la cena de gala.
Letizia ha hecho algo que hacía mucho que no hacía en una velada como esta, estrenar traje. Es cierto que como no son muchas las ocasiones en las que puede lucir estos modelos de princesa Disney, con los que le hizo Felipe Varela cuando era el modisto de la corte y algún que otro Carolina Herrera, ha ido tirando en los últimos años. Sin embargo, el momento de hoy bien merecía un estreno por todo lo alto.
La tiara Rusa
Aunque vamos a comenzar por las joyas, ya que una de las cosas que más nos ha sorprendido del look es que no ha seguido su costumbre de llevar en la cabeza la tiara Flor de Lis que tanto le gusta y que le hemos visto en estas ocasiones. Para la cena de gala de esta noche, a la que tampoco ha faltado la Princesa Beatriz, madre del actual rey Guillermo, ha sacado toda la artillería y ha elegido una de las coronas más famosas y maravillosas de todo el joyero de la Casa Real española, la Rusa. Esta pieza increíble fue diseñada para la reina regente María Cristina de Austria, madre de Alfonso XIII. Su nombre se lo debe a que está inspirada en los tradicionales gorros rusos, los Kokoshnik. Hecha en platino, perlas y diamantes, es una verdadera obra de arte.
Cuando murió su madre, Alfonso XIII la guardó hasta que decidió regalarsela a su nuera, María de las Mercedes de Borbón con motivo de la boda con su hijo, don Juan. La Condesa de Barcelona se la prestó en vida a la Reina Sofía y también a su hija mayor, Pilar, para su boda y a su nieta Simoneta. Es una corona a la que la palabra tiara se le queda corta.
No es una joya de las llamadas de pasar, ya que pertenece a doña Sofía, porque al morir su suegra, estaba dentro del lote que le correspondió a don Juan Carlos, y este se la regaló a su mujer.
No es la primera vez que Letizia la luce, de hecho, la ha llevado en varias ocasiones. La primera vez fue en noviembre de 2018, con motivo del viaje de Estado del presidente chino, Xi Jiping.
Broche con perla gris
El que sí pertenece a las joyas que la reina Victoria Eugenia dejó en lote para uso y disfrute de las reinas de España es el broche que ha elegido para la banda de la condecoración. Letizia ha elegido el broque con perla gris tamaño XXL, rodeado de brillantes y del cual cuelga otra perla, pero esta en forma de pera. Una verdadera maravilla. La relación de la esposa de Felipe VI con esta pieza es curiosa, porque a pesar de llevar a su disposición desde hace años, no la lució hasta 2019, durante la Pascua Militar. Desde ese momento, parece que se enamoró de él y lo ha llevado en más ocasiones.
Vestido en seda tafetán
Si las joyas nos han ocupado unos cuantos párrafos, el vestido también va a llevarse unas líneas. Ya que no se trata de un estreno cualquiera, es un vestido firmado por la marca española The 2nd Skin.
Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo han creado para ella un vestido en seda tafetán en color azul cobalto con el cuello a caja, mangas de corte japones y detalle en las mangas en forma de lazos.
Letizia siente cierta debilidad por la aguja de estos dos modistos españoles, y no es la primera vez, y estamos seguros de que no va a ser la última, en la que elige una creación de la marca. La primera vez fue con un diseño parecido al que ha llevado hoy en Holanda para los premios Princesa de Asturias 2021, pero en aquella ocasión el negro fue el color elegido.
Chatones de la Casa Real
No nos podemos olvidar de los pendientes, los famosos Chatones que pertenecen a la Casa Real. Con ellos se casó la Infanta Cristina con Iñaki Urdangarín y Letizia los ha usado muchas veces. Del que nos gustaría olvidarnos es del anillo Coreterno, que de nuevo estaba en el dedo de la Reina y una noche más, desentonaba por completo con el look.
Letizia ha vestido como una verdadera Reina, con una imagen que rematada con el moño bajo que ha peinado, dejando así ver las impresionantes joyas de la Corona española, demuestra estar a la altura de cualquier soberana con la que se compare.