Que la Reina ha entrado en un momento de perfil bajo es un hecho. En las últimas semanas, sus apariciones están siendo muy escasas, una o dos cada siete días. Aunque desconocemos la razón, barajamos varias ideas, entre las que están la preparación de un viaje de cooperación, un acto de relevancia o simplemente que con la llegada el domingo de las elecciones autonómicas en Galicia, quieran no hacer mucho ruido.
Pero hay temas en los que Letizia no puede faltar y en los que su apoyo es fundamental, y uno de estos es el de las Enfermedades Raras. El próximo día 28 de febrero es la jornada mundial de este tipo de pacientes (casi todos niños, ya que pocos enfermos llegan a la edad adulta) y ella estará allí seguro.
Esta mañana ha tenido lugar la reunión para preparar esta cita en la sede de la Federación Española de Enfermedades Raras, un lugar que para la esposa de Felipe VI es como su casa.
Desde que era Princesa de Asturias y empezó a conocer, en primera persona, los problemas a los que se enfrentan las familias y los pacientes de este tipo de dolencias, nunca ha dejado de apoyarles en sus peticiones, que en realidad son tan sencillas como pedir más medios para investigar y tener un diagnóstico lo antes posible.
El caso es que el look de esta mañana en la capital española, que se ha levantado fría y gris, iba a juego con el título que tiene la cita en la agenda que todos los viernes Casa Real manda a los medios de comunicación: ‘reunión de trabajo’.
Si se trata de una cita de este tipo, el outfit tiene que ser acorde a la temática. Eso no quita para que la Reina quiera dar un toque fashion o moderno a su atuendo, y hoy, lo ha logrado con una sola prenda: la chaqueta.
El estilismo de la esposa de Felipe VI es correcto, serio y sencillo. Un traje de chaqueta que combina dos colores, el negro y el verde pistacho flúor, para que no parezca que Letizia va de luto.
El uso de un tono vitamina para darle alegría a un look que, si hubiera sido todo negro, habría quedado muy triste. La chaqueta, firmada por Hugo Boss, no es nueva, pero está claro que la nueva vida que le ha dado esta mañana es todo un acierto.
La blazer tiene un diseño muy original. De corte recto, cuello de solapas y con fuertes hombreras, lleva cinco botones que se atan de forma asimétrica, que hacen un pico muy bonito en el final. Además, los bolsillos están ribeteados. Es de forro liso y textura acanalada y está hecha en pura lana virgen.
La primera vez que le vimos esta prenda de la marca alemana fue el pasado mes de noviembre, en su despedida en el aeropuerto de Barajas, cuando tomaba el vuelo rumbo a la visita de Estado que hizo con su marido, el Rey, a Dinamarca.
Entonces la combinó exactamente igual, con un abrigo negro de Carolina Herrera en paño y unos pantalones anchos del mismo tono, y es que si las cosas funcionan no hay ninguna razón para cambiarlas, ¿no?
Ha dejado claro, que los zapatos de tacón van a pasar a ser solo de uso cuando el acto lo requiera, y Letizia ha vuelto a lucir esta mañana unas botas en las que además de ir cómoda, ha ido a la moda, ya que le dan un toque a su estilismo gracias a su tacón cuadrado y suela estilo track.
Los demás complementos eran sencillos y simples. Letizia ha llevado una cartera de mano negra y las joyas no han tenido sorpresa, puesto que ha vuelto a lucir los pendientes ‘Doble Daga’ de Gold&Roses, diseñados en oro blanco y diamantes. No faltaba el anillo de Coreterno.
Mañana volveremos a ver a la Reina, pero esta vez la cita será en Cataluña.