El pasado 7 de octubre daba comienzo un conflicto que tiene al mundo con el alma en vilo. El cruento ataque de Hamas contra jóvenes que asistían a un festival de música y varios kibutz de la zona cercana a la Franja de Gaza era respondido por el gobierno israelí con una contraofensiva sin precedentes. Desde entonces, el balance deja números espeluznantes: miles de civiles fallecidos y la destrucción del territorio palestino con millones de desplazados y una crisis humanitaria sin precedentes.
Mientras la guerra continúa sin que haya visos de solución, la Familia Real de Jordania ha tomado una postura clara y contundente. Rania fue la primera en alzar la voz haciendo un llamamiento a través de su perfil de Instagram, a mediados de octubre: "El mundo no puede permanecer en silencio. Esto tiene que parar". Poco después concedía una entrevista a la CNN, en la que calificaba los bombardeos de Israel como "una carnicería". La Reina procede de una familia palestina que huyó de Cisjordania para instalarse en Kuwait.
En sus comentadas declaraciones ponía el foco en los miles de niños que mueren en la Franja a causa de la ofensiva: "Sólo quiero recordarle al mundo que las madres palestinas aman a sus hijos tanto como cualquier otra madre en el mundo. Y para ellos tener que pasar por esto, es simplemente increíble". Ahora la princesa Salma, la que da un paso al frente. Es la tercera hija de los reyes Abdalá II y Rania, tiene 23 años, y en 2020 se graduó como piloto de las fuerzas aéreas de su país como colofón a su formación militar.
Discreta y siempre alejada del ojo público, excepto en recepciones familiares oficiales, la joven salta al primer plano de la actualidad gracias a su madre, que ha hecho público el importante papel que desempeña en la guerra entre Israel y Gaza. Salma participa en la misión de llevar ayuda humanitaria a la población gazatí, que vive una situación extrema, sin apenas lugar para esconderse y sin luz, comida ni agua potable.
Rania ha compartido en sus redes sociales una imagen de la princesa, vestida con su uniforme militar, y escribe: "Salma, con sus hermanos de la Real Fuerza Aérea Jordana durante el quinto lanzamiento aéreo de suministros médicos urgentes al norte de Gaza. Dios los bendiga a todos". Se trata de material para el hospital de campaña jordano instalado en la Franja de Gaza, necesario para garantizar su continuidad y la atención a las miles de víctimas que deja la guerra a diario. El lanzamiento con paracaídas se realizó con éxito.
La princesa, que ostenta el rango de teniente primero, es la primera mujer piloto de su país, un hecho que llena de orgullo a sus padres. Aunque nunca ha hablado públicamente del conflicto, su entrega está del lado de los que sufren. Además de su faceta castrense, que la ha llevado a participar en esta importante misión, Salma ha estudiado Arqueología en la Universidad del Sur de California, donde se graduó el pasado mes de mayo. Su nombre en árabe significa paz, que es lo que en este momento parece imposible de conseguir en la guerra de Israel y Gaza.