El protagonismo de la Princesa de Asturias es máximo cuando está a punto de cumplir 18 años. La jura de bandera que tuvo lugar el pasado sábado 7 de octubre en Zaragoza la ha colocado en todas las portadas nacionales e internacionales: su magnífico porte y su solemnidad durante la ceremonia han sido muy alabadas. También la emoción de Letizia que a duras penas pudo contener las lágrimas al ver a Leonor desfilar y besar la bandera.
Las imágenes y vídeos del momento han sido lo más visto del fin de semana y siguen siendo virales en las redes sociales. Ahora, un perfil de Instagram especializado en la Familia Real publica una foto inédita de la celebración privada que tuvo lugar tras el acto castrense en el patio de armas. Los cadetes y sus familiares disfrutaron de un cóctel en el antiguo casino de la Academia General Militar, que está acondicionado como comedor, a puerta cerrada.
Allí, Felipe VI y Letizia se comportaron como unos padres más y mostraron el inmenso orgullo que sienten por su primogénita, dedicándole unas palabras en público. "Queda mucho por delante, pero sin duda viendo solo cómo has soportado este primer mes, no nos queda duda de que lo superarás bien", le dijo el monarca según ha publicado El Heraldo de Aragón. Seguidamente también tuvo unas palabras para sus compañeros: "A todos los que habéis vivido este mes duro, además con unas condiciones especialmente duras en términos climatológicos, os deseo mucho ánimo, que no decaiga esa moral ante las dificultades, Creo que tenéis por delante una formación brillante y unos años de preparación cruciales".
También la Reina quiso pronunciar un pequeño discurso, en su caso destacando su papel de madre: "Me gustaría compartir con todas las familias y las madres este día tan importante. Esta alegría que sentimos por todas las damas y caballeros cadetes". Asimismo, mostró su agradecimiento al director y al personal del centro. "Gracias por cuidar a nuestros jóvenes y por acompañarlos en esta fase de formación y ese rumbo hacia la madurez", confesó.
Durante esta recepción, Leonor y sus padres se mostraron cercanos y cómplices con el resto de asistentes. Hubo selfies, apretones de manos y confidencias. Aunque era de carácter privado, esta foto en la que se puede ver a la Reina muy sonriente charlando con otros padres, mientras su hija permanece a su lado cogiéndola sutilmente del brazo es el testimonio gráfico del ambiente que allí se respiraba.
Con la resaca aún de lo vivido, la Princesa de Asturias sigue su vida militar y disfruta de la camaradería con su grupo de amigas; está muy integrada y destaca en algunas asignaturas como la cartografía, aunque las pruebas físicas han sido un poco más complicadas de superar para ella. En el terreno institucional, la heredera se prepara para una nueva e importante aparición pública: el Día de la Hispanidad, el próximo 12 de octubre donde, además, se producirá un hecho inédito. La heredera participará por primera vez en la recepción posterior al desfile en el Palacio Real.