Lo primero que hay que saber es qué es el órgano de administración de una empresa. En pocas palabras, es el grupo de personas que se encarga de dirigir y gestionar el día a día de la sociedad.
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El cargo puede concentrarse en una sola persona o en varias, dependiendo de la estructura que se escoja. La función esencial del órgano de administración, por tanto, es tomar decisiones en nombre de la sociedad.
Ahora bien, ¿cuál es la responsabilidad de los miembros del órgano de administración? En términos generales, podemos decir que los miembros del órgano de administración tienen la obligación de actuar en el ejercicio de sus funciones con diligencia, lealtad y buena fe.
Es decir, deben tomar decisiones de manera responsable, en interés de la sociedad, y siempre cumpliendo con la ley y los estatutos de la empresa a la que representan.
Los principales riesgos
Pero, ¿qué pasa si un miembro del órgano de administración de la sociedad no cumple con estas obligaciones? ¿Puede ser sancionado? La respuesta es sí. De hecho, los miembros del órgano de administración pueden ser considerados responsables por los daños y perjuicios que causen a la sociedad mercantil o a terceros.
Si un administrador tomase una decisión que resulta, por ejemplo, en pérdidas económicas para la empresa, podría llegar a ser demandado por responsabilidad civil llegado el caso. Sucedería lo mismo si cometiese algún acto contrario a la ley o a los estatutos de la empresa, como contratar a un amigo o familiar sin cumplir con los requisitos legales o que las normas sociales exijan.
Es necesario saber que los miembros del órgano de administración también pueden recibir sanciones administrativas por parte de organismos reguladores o supervisores.
Incluso podrían llegar a ser considerados responsables penalmente en caso de cometer delitos en el ejercicio de sus funciones, por lo que resulta muy importante que los miembros del órgano de administración tomen sus decisiones de manera responsable y consciente.
En muchos casos, esto implica informarse adecuadamente antes de tomar una decisión, y consultar con expertos en la materia si es necesario.
Otro aspecto a tener en cuenta es la importancia de llevar una buena gestión documental. Es decir, mantener registros detallados y actualizados de las decisiones y acciones del órgano de administración, lo que podría ser de gran utilidad en caso de una posible demanda o investigación.
Por último, es fundamental mencionar que los miembros del órgano de administración pueden estar cubiertos por seguros de responsabilidad civil en el ejercicio de sus funciones.
Estos seguros, desconocidos para muchos, pueden ayudar a cubrir los costes de las demandas y sanciones en caso de que se produzcan, por lo que sería recomendable explorar su contratación en determinados supuestos.
En conclusión, la responsabilidad de los miembros del órgano de administración en las sociedades mercantiles es un tema crítico en el mundo empresarial. Es importante que los miembros del órgano de administración cumplan con sus obligaciones de diligencia y lealtad, y que tomen decisiones de forma consciente y responsable, tratando de dejarlas por escrito para evitar problemas en el futuro.
De lo contrario, pueden enfrentarse a consecuencias legales significativas e incluso poner en riesgo el éxito de la empresa que gestionan. Es una suerte poder evitarlo desde el principio.