De izquierda a derecha: Paula Ordovás,  Marta Barroso, Teresa de la Cierva y Elena Sánchez, las madrinas del Reto Pelayo

De izquierda a derecha: Paula Ordovás, Marta Barroso, Teresa de la Cierva y Elena Sánchez, las madrinas del Reto Pelayo EE

Protagonistas Magas para Reto Pelayo

Las supervivientes de cáncer del Reto Pelayo, apoyadas por sus madrinas: "Hay vida después de esta enfermedad"

Estas cuatro mujeres que acompañaron a las participantes de la expedición a la Antártida en su preparación comparten sus testimonios más personales.

Más información: Reto Pelayo Vida: así es el proyecto que llevará a cinco mujeres supervivientes de cáncer a la Antártida

Gabriela González
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La expedición de cinco mujeres supervivientes de cáncer con destino a la Antártida supuso un nuevo hito en la historia de esta iniciativa. Año tras año congrega a cientos de candidatas para poner a prueba su valentía, su capacidad de superación y su deseo de vivir intensamente tras haber enfrentado la enfermedad.

Desde hace diez años, Pelayo Seguros impulsa esta aventura con el propósito de transformar el mensaje de superación del cáncer en una experiencia de vida plena, de trabajo en equipo y de esperanza para quienes continúan enfrentándose al diagnóstico.

En la X edición del Reto Pelayo Vida, las expedicionarias seleccionadas para surcar las gélidas aguas del continente blanco han contado con un pilar emocional muy especial: sus madrinas.

Mujeres carismáticas y profesionales destacadas en distintos ámbitos que han seguido de cerca cada paso de la preparación; han acompañado a las participantes y han compartido la ilusión de llevar un mensaje de fuerza a todas aquellas que han enfrentado o enfrentan la enfermedad.

Hablamos con cuatro de las madrinas que vivieron el reto de manera intensa y cercana: Paula Ordovás, madrina de Patricia del Solar; Elena Sánchez, madrina de Almudena Sánchez; Teresa de la Cierva y Marta Barroso, madrinas de Macarena Bohórquez. Junto a ellas, Ariadne Artiles y Laura Vecino completaron el equipo formando un grupo diverso y apasionado que ha acompañado a las expedicionarias en su aventura polar.

Paula Ordovás

Paula Ordovás, emprendedora, influencer y gran amante del deporte, vio en la invitación para amadrinar a Patricia del Solar la ocasión de tender un puente de inspiración mutua. "Desde que me propusieron formar parte amadrinando a una de las participantes, me pareció una oportunidad mágica para que Patricia y yo pudiéramos aportarnos mutuamente valor. Participando en este reto, yo ganaba muchas cosas: admiración, respeto y aprendizaje". 

"Para mí, esta aventura simboliza la vida después del cáncer"

Para Paula, Patricia y sus cuatro compañeras representan a muchas mujeres que han superado el cáncer o que están en ese proceso. "Dan voz a todas ellas. Es una forma de recordar a las mujeres que están pasando por este proceso, que después de sufrir cáncer, esta aventura sí se puede vivir". 

Paula Ordovás, madrina del Reto Pelayo Vida

Aunque Paula deseaba involucrarse aún más, su reciente embarazo le impidió acompañar físicamente al equipo. Sin embargo, siguió cada paso de la expedición con la absoluta certeza de que Patricia, llena de pasión y con el respaldo de sus compañeras, lograría sobreponerse al gélido viento polar y a las inclemencias de una de las travesías marítimas más temidas del mundo. "Desde que la conocí pude sentir la ilusión que tenía en cada entrenamiento. Juntas podían comerse la Antártida y lo que ellas quisieran".

Esta determinación fue clave para afrontar un reto que, en palabras de Paula, representa "volver a la vida". Y no solo lo dice en referencia a las supervivientes, sino a toda persona que, tras una experiencia límite, aprende a valorar lo esencial, a apoyarse en la familia y en los profesionales de la salud y a confiar en la fortaleza que no sabía que tenía. "Con el Reto Pelayo se han vuelto a enfrentar a una situación completamente desconocida que les ha aportado descubrir nuevos tesoros".

Cuando se le pide que describa a Patricia con una sola palabra, Paula no puede evitar elegir dos: constancia y determinación. Ella defiende la convicción de que cuando te esfuerzas por alcanzar algo, tarde o temprano, lo logras. Y así lo ha hecho. Destaca que "esta iniciativa sirve un año más para demostrar que la vida tras el cáncer puede ser incluso más plena que antes de la enfermedad. Hay luz al final del túnel. Y lo han demostrado". 

Paula pone en valor el papel del deporte en la recuperación de enfermedades. "Creo que es esencial. Este reto me cautivó precisamente porque yo sufrí otro tipo de enfermedad y en el ejercicio encontré mi salvación y mi medicina". Paula, que vivió una depresión durante casi tres años "gracias al deporte, entre otras cosas" confiesa que pudo "ver la luz". "Saca la mejor versión de cada uno y te lleva a metas que jamás pensaste que llegarías a completar con tu propio esfuerzo y sudor" confirma.

Elena Sánchez

Elena Sánchez, reconocida periodista y presentadora, aceptó amadrinar a Almudena Sánchez con la ilusión de conocer a una mujer que, habiendo trabajado cerca de pacientes en un hospital, un día se encontró al otro lado de la balanza y transformó la enfermedad en un motivo para aprender. "Lo que más me gustó de Almudena fue su actitud ante el reto y ante la vida. Una mujer positiva y llena de buena energía. En lugar de lamentarse por su 'mala suerte', decidió enfrentar la enfermedad desde un lugar de aprendizaje."

"Lo importante no es lo que nos ocurre, sino cómo lo enfrentamos"

Elena Sánchez junto a Almudena Sánchez

Elena Sánchez junto a Almudena Sánchez Cedida

El equipo de cinco supervivientes cruza territorios inexplorados y, con ello, abre mentalmente caminos para quienes todavía se sienten atenazadas por el temor. "El Reto Pelayo Vida supone un desafío y un estímulo para sus protagonistas, pero también es un ejemplo para quienes están en proceso de curación. Es importante tener referentes que muestren que hay vida más allá de la enfermedad. Ser capaces de alcanzar ese reto es una nueva victoria vital, además de la experiencia tan enriquecedora que supone". 

Confiesa que jamás dudó del éxito de Almudena y sus compañeras por la actitud, por la armonía y el compañerismo que hay entre ellas: "Se sostienen, se ayudan, se protegen, se escuchan, se abrazan, se complementan. Entre ellas, la palabra sororidad cobra significado. Una de las mejores cosas que consigue el reto es crear un vínculo poderoso entre mujeres, cada una con una historia, una edad y unas circunstancias vitales muy diferentes, a quienes une algo muy profundo. Todas han superado una situación límite: lidiar con los miedos que supone la palabra cáncer". 

Al preguntar a Elena qué define a Almudena tras superar semejante hazaña, su respuesta es clara: "Actitud". Para ella, la forma en que Almudena afronta cada sacudida de la vida, es digna de admiración. Esta experiencia es "el ejemplo de unas mujeres que miran de frente a sus circunstancias poniendo el acento en reinventarse y tirar hacia adelante, demostrando que lo importante no es lo que nos ocurre, sino cómo enfrentamos aquello que nos sucede".

Teresa de la Cierva

La periodista y experta en belleza Teresa de la Cierva no dudó en aceptar la propuesta de convertirse en madrina de Macarena Bohórquez. "Me parece un lujo haber sido madrina de Macarena, ya la quiero tener siempre cerca. Sé que esta aventura inspirará a más mujeres a tener una meta, no solo en la enfermedad, sino en la vida", afirma Teresa.

"Que las cosas se pongan difíciles no quita que la vida siga teniendo mucha belleza"

"Que cinco mujeres supervivientes de un cáncer hayan estado, además de luchando contra su enfermedad, peleando por un reto tan valiente y difícil como es alcanzar la Antártida en goleta, me parece digno de hacerles, si no un monumento, al menos un homenaje", confiesa Teresa.

Saber que Macarena superó esta travesía deja a sus dos madrinas una profunda admiración, una fuerza que impulsa a replantearse los propios límites. Cuando se le pide que describa a su amadrinada en una sola palabra, Teresa no duda, es una heroína. Y anima a todas las mujeres que, en su día a día, lidian con las complicaciones que conlleva el cáncer: "Aunque las cosas se les pongan difíciles, la vida sigue teniendo mucha belleza, y merece la pena abrazarla y pelear por ella".

Teresa de la Cierva, Macarena Bohórquez y Marta Barroso

Teresa de la Cierva, Macarena Bohórquez y Marta Barroso Cedida

Marta Barroso

Marta confiesa que le gustaría ser madrina del Reto Pelayo toda su vida porque "significa un reconocimiento a todas las mujeres que tienen cáncer, es una forma de ver que otras se han salvado en su misma situación". Y añade, "creo que cuando superas un cáncer quieres exprimir la vida hasta el más mínimo segundo y te nace una fortaleza diferente. A mí me hubiera encantado hacer algo tan maravilloso". 

"Quiero ser madrina del Reto Pelayo toda la vida”

Como madrina de Macarena, la define como "una mujer super valiente" quien, pese a no saber navegar, "se preparó a fondo para cumplir su sueño de conocer la Antártida". Está muy orgullosa de ella: "Es un ejemplo a seguir. La dedicación, el esfuerzo y la constancia han tenido su recompensa". 

Un homenaje a la vida

El Reto Pelayo Vida 2024 no concluye cuando las expedicionarias regresan a puerto. Su eco resuena en las historias personales que se nutren de inspiración, en las sonrisas que nacen tras saber que el cáncer no es una sentencia, sino un episodio que, aunque muy duro, puede superarse.

Paula Ordovás, Elena Sánchez, Teresa de la Cierva y Marta Barroso coinciden en que su rol como madrinas ha sido un regalo transformador. La vida puede cambiar en un instante, pero la actitud, la fortaleza y la ilusión por descubrir nuevos horizontes son determinantes.

Ellas, que han acompañado a Patricia, Almudena y Macarena, han visto en primera persona cómo la unión, el deporte y la confianza en una misma pueden allanar el camino más abrupto. Cada testimonio es un recordatorio de que, tras la enfermedad, hay una vida que puede ser vibrante y llevarnos hasta los confines de la Tierra si nos atrevemos a soñar.

En definitiva, el Reto Pelayo Vida es el himno de quienes, tras sobreponerse al dolor, deciden apostar por la esperanza y mirar al horizonte para confirmar que la vida es un viaje en el que merece la pena seguir navegando.