Esther y su mundo es un título que remite a otra época. En concreto, a los 70, cuando las revistas de tebeos no tenían la competencia de internet, los móviles y casi ni la de la televisión. En aquel entonces se empezó a publicar en Reino Unido un cómic "para chicas", las aventuras de una tal Patty, que iba al instituto, andaba enamorada de un compañero de clase, Johnny, y se dedicaba a aprender lo que era la vida. El dibujante se llamaba Philip Douglas, pero la dibujante era española y a la lectora le sonará de algo: una tal Purita Campos.
Ese personaje nacido en 1971 para lectoras británicas llegaría a España tres años después, convertida en Esther -y su aspirante a novio, en Juanito- a través de la revista Lily. Se publicaría también en Alemania, Australia, Sudáfrica o Países Bajos. Pura Campos se convertiría en la autora de cómics mejor pagada de España solo por detrás de Francisco Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón. En los 80 tendría su propia revista, Esther y su mundo, editada por la mítica Bruguera… hasta que esta quebró.
Ahora, en su 50 aniversario, Esther acaba de casarse. Lo ha hecho en el tomo que pone punto final a sus aventuras, Las Nuevas Aventuras de Esther. La boda, publicado por Dolmen. Ya sin Purita Campos, que falleció en 2019.
Final feliz
Con guion de Carlos Portela y la dibujante Aneke adaptando su estilo al de Campos, en realidad, como indica el título, se trata del final del revival de la colección, que regresó en 2006, ya editada directamente desde España y como Las Nuevas Aventuras de Esther. Allí la presentaban como una adulta rozando los 40 años, una hija adolescente, y sin resolver lo suyo con Juanito, ya nunca más 'Johnny'.
"Cuando la editorial nos ofreció recuperar al personaje, yo hablé con Purita, porque nos habían dicho de empezar de cero, presentar una Esther adolescente del siglo XXI" explica Portela a MAGAS. "Pero nos parecía que no tenía sentido. Esther y su mundo funcionaba porque le hablaba de tú a las lectoras, y si ellas en ese momento tenían treinta y tantos o cuarenta, no iban a querer historias de una chica de 18 años en los 80, sino de una mujer de 2006".
De ahí también a que en este último vivamos el confinamiento y los largos meses de hospitales colapsados de 2020 desde su punto de vista. En Reino Unido, eso sí, "pero como una forma de que el personaje tenga ese pie en la realidad que la acercaba a sus lectoras".
Así, el personaje ya ha incorporado internet, una hija enganchada al móvil y la moda de la actualidad. "Esther en los 80 era conocida porque reflejaba las tendencias de la moda, así que he querido cuidar eso, y la ropa de los personajes se ajusta a la de ahora", explica Aneke. "Si tú lees un tebeo de la época, reflejaban la música, las películas que veían los jóvenes de Reino Unido en la época… eso había que respetarlo, que conservase ese carácter de testimonio, solo que traído a la actualidad".
La dibujante añade que "es un personaje que sigue vigente porque forma parte de la historia del cómic español y ha tocado la vida de muchas personas que siguen vivas. Puedes decir que las lectoras objetivo son las que la leyeron cuando eran jóvenes, que siempre han tenido las ganas de conocer el final".
Uno que Portela pensó en 2006 y pactó con Campos, solo que problemas editoriales y el fallecimiento de esta les impidieron completar. Ha servido, eso sí, para que se publique en un aniversario redondo, el de los 50 años de su primera aparición en España.
"Es el final de la historia, no de Esther, porque claro, es un final feliz, no se muere, vive la boda que soñó con Juanito" explican escritor e ilustradora. Era una forma de 'cumplir las reglas' de la serie, que aunque se ha actualizado en muchos aspectos, tenía que ser fiel a la historia del personaje. "Ahora casarse suena más revolucionario que en los 80" bromean, "pero no nos planteamos eso, sino darle su final, el que pedía Esther".
Secreto de éxito
El tebeo, además, es una edición cuidada. En las páginas centrales, el papel cambia, físicamente, al tipo con el que se imprimía la revista Lily en los 70, remitiendo directamente al tacto y al olor de la época. El dibujo (y la moda) vuelven a esa época. El tomo, además, incluye una introducción de la actriz Marta Hazas, lectora en su momento, y el vestido de novia de Esther -y los que se prueba cuando prepara la boda- han sido diseñados por Agatha Ruiz de la Prada, fan veterana del personaje.
En su momento se dijo que Esther -Patty en el original, que se publicaba en inglés y se traducía muy libremente en nuestro país, en algunos casos censura mediante- resultaba atractiva para las lectoras porque sus costumbres de chica inglesa eran revolucionarias paras las españolas de la época.
"Eso lo explica solo en parte", comenta Portela, "porque también fue un éxito editorial en Países Bajos y en aquella época iban por delante en derechos sociales. Y ahora podrías decir que España en algunas cosas va por delante de Reino Unido, pero donde nos seguimos acordando del personaje es aquí".
Curiosamente, en su despedida el personaje sigue más presente que nunca, con reediciones, recopilatorios y algún libro de curiosidades sobre su historia. Portela y Aneke comentan que "en cada presentación nos preguntan que para cuando el siguiente. ¡Si es el final, lo dice la portada! La idea es que la historia de Esther acaba aquí. Pero bueno, nadie puede descartar que lleguen miles de cartas a la editorial y no quede más remedio".