Con Juana Acosta llegó el sol a Cannes después de días de lluvia. La actriz de origen colombiano radicada en España desembarca en la Riviera francesa para asistir al Festival de Cannes, primero como embajadora de Campari, partner oficial del festival, y hacia el final de la cita cinematográfica más importante del mundo lo hará como protagonista de la película de clausura de la Quincena de Cineastas, Les Pistolets en plastique.
En la terraza del Hotel Martínez mientras sorbe de a poco un café con leche, cuenta que el idilio con el Festival de Cannes comenzó hace 14 años cuando estrenó la trilogía Carlos, de Olivier Assayas, sobre el terrorista de los años 70.
"En aquel momento me conecté con mi representante francesa, y a partir de ahí empecé a trabajar bastante en Francia", comenta Juana y describe, "hago uno o dos proyectos anualmente, y el año pasado hice esta película que rodamos en Córcega, es de Jean- Christophe Meurisse, un director muy interesante que proviene del teatro y que trabaja a partir de la improvisación, es una historia en tres líneas narrativas y soy la protagonista de una de ellas. Tengo mucha curiosidad de ver el resultado, ya que fue una experiencia increíble, muy emocionante".
Como embajadora de Campari, a Juana también le ha tocado desfilar por la alfombra roja desplegada en las famosas escalinatas del Grand Théàtre Lumière. Esta parte de su trabajo, aparte de ser una responsabilidad profesional, se la toma como un divertimento sobre todo ahora que está recién llegada de un rodaje en Colombia del que no puede develar mucho, solo que es la protagonista, que es una producción de Netflix y que se estrenará en 2025. Con un risas y bromas, Juana esquiva cualquier intento de sustraer más información.
"Estuve tres meses y medio para rodar una historia colombiana con un elenco y equipo colombiano", da detalles, "fue un rodaje muy intenso muy agotador, trabajé de lunes a sábado 12 horas al día. No había estado allá por un tiempo tan prolongado, pero a medida que pasaban los días me iba dando cuenta que era como si mi alma me lo estuviera pidiendo, que lo necesitaba. Todavía estoy muy cansada, pero fue hermoso volver a trabajar en Colombia".
Tomando el control
Con más de dos décadas de carrera artística, y un gran inventario de películas y series tanto en España como en otros países, Juana Acosta no dudó en expandir sus horizontes al lanzarse al mundo de la producción.
Con su hermana Valentina fundó Calite Films, una productora cuya finalidad es la de contar historias de mujeres como también de Latinoamérica, desarrollando contenido audiovisual y teatral.
Las andanzas de esta nueva empresa comenzaron con un proyecto de teatro y bastante personal, El perdón, un montaje de danza teatro que explora en parte el asesinato del padre de Juana cuando ella tenía 16 años. Con ese espectáculo estuvo de gira el año pasado por toda España con una gran acogida.
"Hice 80 funciones, es un espectáculo que de verdad nos trajo muchas alegrías, en particular a mí como actriz y como productora", concluye.
Emocionada hace un recuento de todos los seis proyectos que ya están en marcha al frente de Calite Films: el estreno de la primera película (Del otro lado del jardín, la adaptación de la novela homónima del colombiano Carlos Franz), un largometraje español del que también es protagonista (La Fianza, de Gonzalo Perdomo), dos series (Las noches habitadas, basada en la novela de Alma Delia Murillo, y De lo que no se habla), otro largometraje aún en una primera fase que se titula Las hijas del agua, y una historia de mujeres en la crisis de los 40 desde el punto de vista astrológico y en tono de comedia.
"Para mí está siendo muy revelador darme cuenta de que tengo madera de productora", se ríe de su autodescubrimiento, "he podido encontrar dentro de esa dinámica un lugar bastante creativo porque como lo que hacemos es desarrollar contenido, es siempre muy divertido trabajarlo, además mi hermana y yo somos muy lectoras y siempre estamos en la búsqueda de historias para llevarlas al audiovisual".
La nominada al Goya en 2020 por su papel secundario en El inconveniente (de Bernabé Rico), comenta su necesidad como actriz de asumir y de que existan roles contundentes, fuertes, de mujeres que lleven la acción.
Los planes bullen y habla de ellos con entusiasmo. "Con mi hermana tenemos la idea también de poner en marcha una red de mujeres creadoras, pero en todos los ámbitos de la industria audiovisual: directoras, directoras de fotografía, guionistas, montadoras, etc. Y que haya siempre presencia femenina potente en las cabezas de equipo de los proyectos".
A pesar de la sensación de frenesí, Juana, quien también es madre de una chica de 18 años, mantiene la calma y sus objetivos. Y aunque le suponga un doble esfuerzo y gran dedicación, siente que le satisface "esta nueva faceta, que además estoy disfrutando mucho".
El #MeToo, la polémica
La 77° edición del Festival de Cannes, el marco donde conversamos con Juana Acosta, se inició en medio del tardío estallido del #MeToo en Francia. Las denuncias por abusos sexuales en la industria cinematográfica iniciadas a principios de año, desembocaron en Cannes, dándole la importancia que merece este tema que también se está luchando por mantener vivo y no silenciarlo en España.
"Es una buena señal que tanto en Francia como en España se esté perdiendo el miedo a hablar y a denunciar. Colombia es igual, han habido unos casos tremendos, y es extensivo al mundo entero".
A la luz de la polémica en el Festival de Cannes, para Juana "es una buena señal que tanto en Francia como en España se esté perdiendo el miedo a hablar y a denunciar. Colombia es igual, han habido unos casos tremendos, y es extensivo al mundo entero".
Ante la pregunta de cómo se pueden proteger las mujeres en la industria audiovisual y cuál es la mejor manera de seguir adelante, Juana Acosta es categórica.
"¡Hablando! Perderle el miedo a hablar y a denunciar. Estoy absolutamente a favor de esto, a lo mejor el #MeToo ha sido un impulso del que apenas hasta ahora estamos pudiendo agarrarnos, a lo mejor un poquito tarde, pero lo estamos empezando a hacer. En ese sentido trato de tener una mirada positiva, porque es que si no, ¿a dónde vamos a ir a parar?"
Ya centrándonos en España, la intérprete admite las dificultades a los que se enfrenta el movimiento #MeToo, en especial en la industria audiovisual que es al fin y al cabo donde ella se ha desarrollado profesionalmente.
"Sí es verdad que el círculo de nuestro gremio es muy estrecho y hay mucho amiguismo. Entonces yo creo que a lo mejor esa es una de las razones por las que hay tanto temor a hablar o también a que se cierren las puertas, y como todo el mundo es amigo de todo el mundo, si denuncias algo a lo mejor eso te puede perjudicar".
A la luz de este impulso del movimiento #MeToo, Juana afirma, "tenemos que perder ese miedo, porque se trata de casos denunciables, no nos tenemos que quedar calladas. No estoy para nada a favor de quedarse callado y no estoy para nada a favor de tener miedo, pero ni para esto ni para nada".
"En la vida no hay que tener miedo. Creo que el miedo es el gran enemigo de todo, hasta del amor, así que yo apuesto por no tener miedo".