He pensado en infinidad de maneras de comenzar esta pequeña presentación, pero siempre llego a la misma frase: hola, me llamo Pilar. Es corta y demasiado sencilla, pero decir esto es importante para mí, mucho, porque es la primera vez que dejo a un lado el pseudónimo de Anissa B. Damom que me ha acompañado durante 14 años.
Así que sí, me llamo Pilar y me gustaría contarte un poco de quién soy y de una novela muy especial para mí. Tengo dos hermanas y era mi hermana pequeña la que contaba historias. La recuerdo perfectamente, improvisándole cuentos a mi madre sentada en las escaleras mientras yo jugaba con mis muñecas y pensaba "jamás podría hacer eso".
Tal vez esa sea la razón por la que siempre me ha costado relacionarme con palabras como 'autora' o 'escritora', palabras a las que tengo un profundo respeto. Es ahora, con el paso del tiempo, cuando me doy cuenta de que lo que yo hacía de pequeña también era crear historias, porque cuando me iba a la cama seguía imaginándome cómo continuaban y, hoy, escribir es, sin ninguna duda, una parte importantísima de quién soy.
['Tú, contigo y sin por ti', el manual para conocerte mejor y mejorar tu autoestima]
No lo he mencionado aún, pero también soy una apasionada de Harry Potter y me gusta decir que todo lo que he escrito son los horrocruxes en los que he dejado una parte de mí. Sin embargo, Cuento de un cielo en llamas (Montena, 2023) es especial y, sin duda, ha sido una de las novelas más complicadas de escribir.
Surgió de la manera más inesperada. De camino a mi trabajo solía pasar sobre una pintada en el suelo que decía "te quiero, bicho". Y yo pensaba "¿esto es romántico? ¿de verdad a alguien puede gustarle que escriban eso ahí, de cualquier manera?"
Al menos, hasta que un día empecé a preguntarme qué podía rodear a esa pintada, segura, como buena romántica que soy, de que toda muestra de amor tiene su historia y que tal vez la frase en sí era solo la pequeña parte visible de algo mucho mayor. Ese fue el germen, pero se quedó ahí porque yo no quería escribir esa historia.
Siempre me ha parecido mil veces más sencillo crear mundos completos que hablar de la vida real. En ese momento, acababa de terminar Somos polvo de Estrellas, mi primera novela contemporánea, y juré que jamás volvería a hacerlo. En ella, hablo de la pérdida y no miento si te digo que abrí en ella mi corazón.
Escribí ese libro en medio de un duelo y fue como limpiar una herida infectada: doloroso, aunque necesario para sanar, y en los días en que las voces de Derek y Eme empezaban a surgir, la herida aún sangraba. No me sentía capaz de hablar de sentimientos tan intensos, de seguir desnudando los enormes trozos de alma que inevitablemente dejas en los personajes cuando escribes.
De algún modo, y me estoy dando cuenta de esto según lo escribo ahora, puse una barrera, al igual que hacen precisamente ellos en Cuento de un cielo en llamas. Y, ¡ay, la de tiempo que hemos pasado juntos hasta conseguir romperla!
Cada uno de los dos protagonistas, Derek y Deméter (Eme) tiene un secreto que no quiere compartir con nadie. Uno que marca por qué son como son. Me gusta decir que escribir tiene magia y ellos son un ejemplo de ello, porque cuando digo que no querían compartir su secreto con nadie, me incluyo también a mí.
Fue una conversación dura con una amiga que lo estaba pasando mal la que cambió mi relación con uno de ellos. Lo que hizo clic. Aun así, tardé años en conocerles, en intimar, y mucho, mucho tiempo, en encontrar el final para su historia.
Pero no puedo hablar de personajes y no mencionar a otro gran protagonista. El lugar. Islandia. Nunca menciono en la novela el nombre como tal, pero si alguna vez has estado allí, espero que reconozcas en las páginas sus paisajes. O, si no has estado nunca, que sientas unas ganas desesperadas de ir a conocerla.
Para mí, es un catalizador de sentimientos. Remueve, pero también sana. Sentí ese poder la primera vez que estuve allí y fue tan brutal que tuve que regresar ese mismo año. Quería eso para Derek y Eme y te prometo que he hecho todo lo posible por reflejar esa sensación en las páginas.
Te hablo de los personajes de Cuento de un cielo en llamas porque es una novela sobre personas. De hecho, no puedo contar mucho más sobre la trama de sin hacer spoilers. Creo que lo bonito es ir descubriéndola poco a poco, con los personajes, pero sí te puedo decir que en ella se cuenta la historia de una pintada bajo un puente, que la envuelven sentimientos puros, que no tiene edades.
También puedo contarte que aunque en ella se tratan varios temas, el más importante para mí es el de la necesidad de aceptar que a veces no sentimos de la manera correcta y de la importancia de perdonarnos y querernos a pesar de ello. Espero, si te animas a leerla, que sea un abrazo al corazón.