En los más de veinte años que Wempe lleva en Madrid, la ciudad ha cambiado mucho, aunque su esencia resiste intacta como lo hace la admiración por los diamantes que se venden en la boutique. Eso lo sabe bien Christiane Boemer, alemana enamorada del estilo de vida mediterráneo que encontró aquí su hogar al convertirse en la directora del sello joyero en España.
En la tienda de Serrano, epicentro indiscutible del lujo en la capital, Boemer se encarga de que cada detalle esté cuidadosamente medido. Su función es, con sus propias palabras, "la gestión estratégica del negocio, centrándome especialmente en la satisfacción del cliente, la gestión del equipo y el desarrollo de Wempe en la región".
Aunque las raíces del grupo están en Alemania, sus escaparates dan vida a las ciudades más cosmopolitas. Entre ellas, París, Nueva York, Viena y también Madrid, donde abrieron las puertas de su tienda allá por el 2000. En estos años, "me ha acompañado un equipo de especialistas profesionales y muy implicados en sus respectivos campos", cuenta. Relojeros, gemólogos, "todos tenemos en común el gusto por trabajar con productos que inspiran y emocionan a la gente".
Boemer se confiesa admiradora de las joyas y los relojes "no solo como productos, sino también como una expresión artística" por sí mismos. "Me parece apasionante cómo la creatividad, el diseño, la artesanía y las técnicas evolucionan constantemente en este sector", cuenta. Y añade: "Hay tanto que contar… y son precisamente estas historias detrás de nuestros productos las que queremos transmitir a nuestros clientes".
Este propósito forma parte de la esencia de Wempe desde que fue fundada, como también lo hace su ambición por seguir innovando. Se presenta como una firma actual, contemporánea y comprometida con la inclusión. "Kim-Eva Wempe es la cuarta generación que dirige la empresa y hay muchas mujeres en puestos directivos en nuestra sede de Hamburgo, en nuestro atelier y en las boutiques", cuenta Boemer.
Donde más presencia femenina hay es en áreas creativas, como el diseño de joyas, aunque ellas también se están haciendo su hueco en los oficios más artesanales. "Hay un crecimiento lento pero constante en profesiones como talladoras, orfebres o maestras relojeras. Las mujeres están rompiendo los roles tradicionales de género y participan activamente en los procesos artesanales", asegura.
La 'boutique' de Madrid
La experta de Wempe sabe que cada cliente es un mundo, y, por eso, trata junto a su equipo de que las experiencias en la tienda sean únicas e inolvidables. "Nos esforzamos por buscar las piezas más exclusivas y excepcionales", cuenta. "Esto requiere tiempo, sensibilidad y una buena dosis de empatía, saber cómo asesorar al cliente y tal vez mostrarle piezas que no haya considerado antes".
"¿Ha cambiado el perfil del comprador de joyas y relojes en estos veinte años?", le preguntamos a la directora de la filial en España. "Sí y no", responde. "Nuestros clientes siempre han tenido la necesidad de estar en un entorno exclusivo y tranquilo, en el que se sientan como en casa, donde podamos dedicarles el tiempo que necesiten para poder atender sus deseos", explica.
Sí es cierto, añade, que "estamos viendo que la generación más joven tiene mucha confianza en sí misma cuando se trata de ciertos colores y diseños". Según Boemer, las influencias de la moda en la joyería y la relojería han aumentado: "Reflejamos este dinamismo tanto en los diseños de nuestras marcas propias como en las piezas que seleccionamos para nuestros clientes en nuestro porfolio".
Su gema más especial
Mitificados a lo largo de la historia y símbolos de elegancia atemporal, los diamantes son las piedras preciosas de referencia para la directiva de Wempe. No solo por el valor sentimental que solemos conferirles, sino porque "combinan con todo y su talla los hace incomparablemente luminosos", destaca. "Incluso tenemos nuestra propia talla, el Wempe Cut, que con 137 facetas talladas a mano supera a la talla brillante clásica, dando como resultado un brillo y una reflexión de luz sin igual".
La calidad de los diamantes viene determinada por criterios objetivos y reconocidos internacionalmente: las cuatro c —que traducidas al castellano corresponden a los quilates, la talla, el color y la claridad—. Además de estas, "en Wempe incluimos una quinta c, la confianza, con la que certificamos que nuestros diamantes son éticamente impecables, ya que proceden de fuentes legítimas de acuerdo con el Proceso Kimberley de las Naciones Unidas", asegura.
Joyas para toda la vida
A pocas semanas de arrancar la temporada navideña, preguntamos a Boemer cuál es el secreto para acertar al regalar una joya. "Los mejores regalos son aquellos que, años después de haberlos recibido, nos recuerdan quién nos los dio y evocan el momento tan especial de desenvolverlos", explica.
Como apasionada de las joyas, ella misma comparte junto a sus dos hermanas una de las piezas más especiales de la colección BY KIM: la sortija Helioro, realizada con nueve hilos de oro que se entrelazan sin llegar a cruzarse. "Su diseño simboliza la eternidad, porque no tiene principio ni final; es el símbolo perfecto del amor", asegura Boemer, "en mi caso, entre hermanas".
¿Es mejor dejarse guiar por las emociones a la hora de comprar joyas, o por la sensación de estar haciendo una buena inversión? ¿Qué debemos tener en cuenta?
Lo ideal sería que ambos aspectos se cumpliesen. Según mi experiencia, creo que la parte emocional siempre supera al resto de factores. La sensación que te da tener una joya que realmente te gusta y te hace feliz es insuperable.
Los anillos multisize, que sorprendentemente pueden variar de tamaño, nos ayudan a acertar siempre y son un gran regalo. Tienen un diseño que nos permite ser flexibles a la hora de usarlos en cualquier dedo. Pueden agrandarse o encogerse fácilmente para que se puedan utilizar tanto en el meñique como en el pulgar.
¿Cuáles son las tendencias que marcarán la pauta estas navidades?
Veremos piezas más voluminosas y llamativas, como las joyas de nuestra gama Spotlight, que cuando se llevan solas adquieren todo su protagonismo y añaden un cierto acento especial al look, ya sea de día o de noche. También me encanta la combinación de minimalismo y originalidad, sutileza y tamaño.
Mi pieza favorita es el mejor ejemplo de ello: en el anillo Sensual Cocoon [de la colección BY KIM] de oro rosa de 18 quilates, dos elipses se enfrentan como contrapartidas. Una de ellas está engastada con finos diamantes en pavé, la otra es pulida y pura. El anillo es muy llamativo, pero a la vez cómodo. Yo prefiero llevarlo en el dedo índice.