La actriz Meryl Streep, a sus 73 años, ha sido la ganadora del Premio Princesa de Asturias de las Artes 2023, que este año celebra su 43ª edición.
[La serie que desmiente la historia de amor que inmortalizaron Meryl Streep y Robert Redford.]
Según el acta del jurado, la oscarizada actriz se hace con el galardón “por dignificar el arte de la interpretación y conseguir que la ética y la coherencia trasciendan a través de su trabajo, con la virtud de subrayar que los seres humanos, y concretamente las mujeres, deben latir y destacar a partir de su singularidad, de su diferencia”.
También han querido poner especial hincapié en “la honestidad y responsabilidad en la elección de sus trabajos” y en su función como “activista incansable a favor de la igualdad”.
Streep, que cuenta con tres premios Oscar, ocho Globos de Oro, dos Bafta y tres Emmy, suma ahora un nuevo galardón a la lista.
Más de cuarenta años de carrera
Considerada en numerosas ocasiones como ‘la mejor actriz del mundo’, Meryl Streep comenzó en el mundo de la interpretación desde jovencita. Estudió Arte Dramático en la Universidad de Yale, y en 1977 debuta con su primer papel en el cine en la película ‘Julia’, de Fred Zinnemann.
Tan solo un año más tarde participó en la película de Michael Cimino El Cazador, papel por el que recibe su primera nominación al Oscar como ‘Mejor actriz de Reparto’. En 1080, y tan solo tres años después de su primera película, gana su primer Oscar por su interpretación en la película Kramer contra Kramer.
Desde entonces, Meryl Streep dirige su carrera a interpretar personajes femeninos importantes y que tuvieran una historia potente que contar: mujeres tanto frágiles como fuertes, pero con un discurso que merece ser escuchado detrás. Películas como La mujer del teniente o La decisión de Sophie son un gran claro ejemplo de esto.
Por otro lado, el drama se convierte en el género habitual de su carrera. Títulos como Cosas que importan, Las horas o La Habitación de Marvin. Por no olvidarnos de los grandes dramas románticos que, a día de hoy, siguen conquistando al público: Memorias de África y Los puentes de Madison.
Pero Meryl Streep ha demostrado ser una actriz muy polifacética, protagonizando comedias fantásticas como La muerte os sienta tan bien, thrillers como Río Salvaje e incluso se ha atrevido con musicales como Mamma Mía o El último show. Por no hablar de las míticas comedias románticas El diablo viste de Prada o Enamorándome de mi ex.
Su carrera lejos de acabarse sigue creciendo cada día, en 2021 protagonizó junto a Jennifer Lawrence y Leonardo DiCaprio una de las mejores películas de 2021 y de las más vistas de la historia de Netflix: No mires atrás. Actualmente, se encuentra grabando la tercera temporada de la serie Asesinatos en el edificio de Disney+, una de las series más exitosas de los últimos años.
Su función como activista
Además de una excelente actriz, Meryl Streep lleva muchos años alzando la voz y luchando por distintas causas sociales. La principal y en la que más se ha implicado es en la lucha por los derechos de la mujer. En junio de 2015 mandó 535 cartas redactadas personalmente por ella a cada uno de los congresistas estadounidenses.
El objetivo de mandarlas era revivir la Enmienda por la Igualdad de Derechos (que lleva coleando desde mediados de los años 70), que, de ratificarse en la Constitución norteamericana, garantizaría el pago del mismo salario a hombres y a mujeres como derecho fundamental. Solo cinco congresistas contestaron al envío.
En el mismo año, la actriz pagó la creación de un taller para mujeres guionistas por encima de los 40 años. Además, en la promoción de la película Sufragistas, apareció en un festival de cine londinense con una cita literal del personaje que interpretaba en su camiseta: ‘Prefiero ser una rebelde que una esclava’.
A nivel profesional, ha reescrito ella misma en varias ocasiones sus propios personajes, ha apostado por personajes femeninos que nadie quería interpretar porque pensaban que no funcionarían y ha estado luchando durante años por la igualdad salarial en la industria cinematográfica de Hollywood.
También ha participado en una campaña pública para frenar una ley que limitaba los derechos reproductivos de la mujer y colabora con más de una docena de ONG.
Está claro que Meryl Streep, además de ser una de las mejores actrices de nuestra generación, tiene las ideas claras y lucha por lo que quiere públicamente sin importarle ser juzgada. Todo un referente como mujer y como profesional.