María Benjumea sigue entusiasmada con su reciente visita a Brasil. El alcalde de Porto Alegre la llamó para organizar un South Summit. A la iniciativa se unieron partidos políticos de sesgos muy distintos: “Lo que más me gusta es ver que la gente se junta para conseguir las cosas. Ha superado todas las expectativas”. South Summit también se ha celebrado en Argentina, México, Colombia… “Los países nórdicos de Europa y Japón prefieren entrar en Iberoamérica a través de España”.
Desde que montara un taller de arte de breve existencia, María no ha parado de emprender. Después, crearía Círculo de Progreso e Infoempleo. En 2012 fundó Spain Startup, que pasaría a llamarse en 2014 South Summit: “Tenemos un equipo fantástico. Trabajan con fuerza, corazón, alma y sonrisa”.
María rebosa simpatía, tesón y entusiasmo. Lista, rápida y directa. Habla con la convicción de quien predica una nueva era. La transformación ya está aquí. “Vivimos en un mundo interconectado que va a velocidad de vértigo. Los ciudadanos debemos darnos cuenta de lo maravillosa que es la innovación. Contribuye a hacer un mundo mejor.”
South Summit cerrará su décima edición con La Noche de las Ideas, un acto abierto, festivo e intergeneracional en la Plaza de Colón.
¿Cómo concibió la idea del South Summit?
Primero, vislumbramos un hueco de negocio en el 2010. La idea viene de mi hijo Diego: aunar emprendedores con empresas y grupos financieros. Yo estaba trabajando con emprendedoras en un programa maravilloso, 'LiderA', para convencer a las mujeres de que “querer es poder”. Sabía que quería entrar en el área de emprendimiento.
En 2012, ¡en plena crisis!
¡Por eso! La crisis era terrorífica. Pero, como todas, sería pasajera. Sin embargo, este movimiento no tenía vuelta atrás. Era un cambio estructural de unas dimensiones enormes. Hoy en España hay unas 11.000 startups que emplean a unas 140.000 personas. El valor de todo el ecosistema está en torno a unos 83.000 millones de euros.
¿Cuál es vuestro concepto de “ecosistema empresarial”?
Antes las startups eran algo incipiente. Se concebían fundamentalmente como proyectos de internet, en los que uno conectaba con el inversor, vendía y se forraba. Nosotros aportamos una visión distinta.
Apostamos por innovar. Es lo que hace falta para la transformación. No solo la startup necesita llegar al inversor. También la corporación, la industria o empresa tradicional necesitan las startups para adaptarse a estos nuevos tiempos que van a velocidad de vértigo. Necesitamos que todos se conecten.
Eso hace South Summit.
Recuerdo cuando me iban a comprar Infoempleo en el 2006 (me fui definitivamente en 2012). Decían que me valoraban mucho. Pero, en cuanto compraron la empresa, me marginaron. Eso ya no pasa. O se compra totalmente, o se aprovecha el talento. Es un win-win. Esa fue la visión por la que luchamos desde el primer momento. Hablábamos con convicción.
"Una startup no es cualquier proyecto emprendedor, es innovador con gente altamente cualificada y una vocación de escalabilidad rápida"
¿Qué trabas ha encontrado?
La verdad es que yo tengo suerte porque no me ofendo y en la empresa tenemos buen humor. Consideramos que la profesionalidad es clave, pero con una sonrisa. Al principio, nos criticaban todos: que si éramos muy institucionales, corporativos... Pero ¿cómo podía funcionar si no?
Ahora, no solamente le interesa a la startup conectarse con la corporación o con un inversor y viceversa, sino también a los inversores entre sí. Cada vez hacen más rondas compartidas. La palabra mágica es colaboración. Somos gente con mentalidad abierta y comprometida. Yo creo que la sociedad evoluciona bien. No estoy de acuerdo con todas las críticas.
Desde 2014 elaboran un Mapa del Emprendimiento con los datos de cada South Summit.
2014 es un punto de inflexión. Cuando vimos que con la marca España (Spain Startup) no atraíamos inversión internacional, decidimos que teníamos que hacerlo en inglés y pasamos a llamarnos South Summit. Con el cambio a una marca global, en 2014 pasamos de 5 o 6 inversores internacionales a 70. El nombre de Spain Startup lo hemos dejado para la empresa. Yo, en cuanto hay algo de South Summit fuera de España, voy vestida con los colores de la bandera española.
¿Qué destacaría del Mapa del Emprendimiento?
Hay dos datos que me sorprendieron y pedí que se revisaran. Desde entonces se han mantenido bastante estables. Solo el 1% emprende por necesidad. Una startup no es cualquier proyecto emprendedor, es un proyecto innovador con una gente altamente cualificada y una vocación de escalabilidad muy rápida. El segundo dato es el bajo porcentaje de mujeres en startups, en torno a un 18 y 22%.
¿En otros países hay más mujeres?
Igual. Solo el 25% de las startups que se presentan a South Summit son españolas. Hay una media de 3.800 proyectos y participan unos 125 países.
¿De dónde vienen?
El 25% de España. Un 20%, aproximadamente, del resto de Europa. Alrededor de un 50% está perfectamente dividido entre EEUU, Canadá e Iberoamérica. Luego, Asia Pacífico y África, que está muy representada, destacando Nigeria.
¿Y cuáles cree que son las causas de la baja representación de la mujer?
Yo creo que es un tema nuestro, de la mujer. Hay que ver cómo nos convencemos de que merece la pena. Somos muy necesarias porque hay un talento enorme. No somos mejores ni peores, somos. Tengo 68 años y he visto la evolución que ha tenido la mujer.
Usted ha vivido toda la transformación de la mujer.
¡Toda! Yo era muy inocente. Soy la menor de diez hermanos. A mi hermana mayor no la dejaron terminar el bachillerato. A mí me dejaron estudiar lo que quisiera, pero no les importaba mi educación. Mi generación fue justo la generación puente. Cuando empezamos a ir masivamente a la universidad y se redujo la natalidad.
En 2004 hicimos un estudio sobre mujer y empleo, opciones y decisiones. Vimos que el corte estaba en los bandos intermedios. La mujer que llega arriba no se ha sentido discriminada en su desarrollo profesional. En los jóvenes encontramos, no solamente un cambio en la posición de la mujer hacia el trabajo, sino un cambio maravilloso del hombre hacia la familia. Me agarré a ello como a un clavo ardiendo.
¿La representación de la mujer en el entorno laboral ha subido paulatinamente?
Ha subido, pero no en proporción con las oportunidades que tenemos. Yo soy una “startapera”. Es verdad que se trabaja mucho. Pero que solo entre un 18 y un 20% de las personas que gestionan y fundan las startups sean mujeres es poquísimo. No tiene sentido. Tenemos igual de oportunidades, si no más.
"Madrid ha superado a Barcelona y es ahora la primera, y uno de los principales hubs de Europa"
¿Se considera una persona de acción?
Lo mío es la acción, no la reflexión.
Donde otros ven dificultades, usted ve oportunidades.
Soy una convencida de que estamos en un mundo de oportunidades. Aunque, si no cuidas la sostenibilidad, no habrá oportunidades. Pero hay que ver la sostenibilidad como una oportunidad y como negocio, porque cuando las cosas se mueven por interés, los resultados son mucho mejores.
¿Cómo se cambia de actitud?
Yo no era así, podemos cambiar. Creo que la actitud es la clave absoluta para todo. Un amigo argentino me dijo: “Maria, es que Einstein dijo que todos somos genios”. Yo encantada… “¿A que no sabes la segunda parte? Todos somos genios, pero si a un pez le dices que se suba al árbol, mal va”. Podemos hacer lo que nos propongamos, pero lógicamente dentro de nuestras posibilidades.
¿Cuál es la distribución de las startups en España?
Cuando empezamos en 2012, España prácticamente no era conocida a nivel internacional. Había 126 startups españolas, con una inversión de un millón de euros. Si se conocía algo, era Barcelona, que tiene muy buen ecosistema, pero con el problema que ya conocemos…
Entre Madrid y Barcelona (Madrid, con una evolución espectacular, ha superado a Barcelona y es ahora la primera, y uno de los principales hubs de Europa) no suman más de aproximadamente el 65% del ecosistema español. También despuntan Valencia, Bilbao y Málaga, pero las cinco juntas no superan más del 75%. Otro 25% está disperso. Berlín concentra el 80%, Londres y París más o menos igual. Esa capitalización española del ecosistema de startups me parece maravillosa.
¿Qué tendencias hay este año en startups?
El Mapa de Emprendimiento de este año saldrá en septiembre, pero las tendencias suelen cambiar bastante cada año y son algo impredecibles. Resulta curioso que la evolución de las industrias y startups esté muy vinculada con lo que acontece en el año. Estamos hablando de startups ya consolidadas, las que obtienen más visibilidad porque encuentran un hueco en el mercado.
¿Las startups finalistas en South Summit son cien?
Si, el primer año fueron 30, el segundo 50 y luego ya 100. Han levantado más de 8.900 millones de dólares y hay seis startups unicornios. Las finalistas tienen muchas oportunidades.
¡Seis unicornios! Entonces lo del unicornio no es un mito como El Dorado…
Es que son muy buenas. El único mérito que nos ponemos es el proceso de selección que hacemos para identificar esas 100. Cinco personas evalúan las mil y pico startups que se presentan. Luego, lo hacen unos comités formados por inversores y el sector de la innovación. Cada vez vienen más inversores, nacionales e internacionales, y hay más dinero. Y las startups quieren estar porque es un escaparate espectacular.