Uno de los derechos históricos que más han peleado las mujeres ha sido el de recibir un salario justo y equivalente al de sus homólogos masculinos. Y, aunque la igualdad de salario está reconocida como un derecho humano internacional en el centésimo Convenio de la OIT, las diferencias perduran. Se estima que el sueldo medio que reciben las mujeres en nuestro país es un 18,7% inferior al de los hombres, mientras que en la UE, ellas ganan un 12,7% menos por hora.
Aunque la brecha en la retribución sigue siendo una tarea pendiente, existieron mujeres fuertes que lucharon tenazmente para construir los cimientos de una sociedad en progreso: Evdokia Uralova, de la República Socialista Soviética de Bielorrusia, fue una de ellas.
Una lucha incansable
El enigma se cierne sobre su vida personal. Se sabe que nació un 22 de agosto de 1902 y que defendió, hasta el día de su muerte en 1985, la mejora de los derechos de los colectivos más desfavorecidos. Fue la relatora de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer ante la Comisión de Derechos Humanos en 1947 para luchar contra lo que conocemos como brecha salarial, cuando aún ni existía el término.
Gracias a ella, el artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que "toda persona, sin discriminación alguna, tiene derecho a igual salario por igual trabajo". No fue su único logro, pues junto a otras mujeres de renombre, como Fryderyka Kalinowska y Elizavieta Popova, consiguió que también se reflejaran en ese documento los derechos de las personas que viven en territorios no autónomos. Lo establece el artículo 2: "No se hará ninguna distinción basada en el estatuto político, jurídico o internacional del país o del territorio al cual pertenezca una persona".
Además de su reconocida labor en la pionera tarea de dar forma a la Declaración Universal de Derechos Humanos, trabajó en la ONU bajo el cargo de gerente en el Ministerio de Educación. Pero ¿cuándo empezó a dejar su huella en la lucha social?
El momento más destacado de su trayectoria comienza en 1946, cuando se convirtió en respaldo de la activista y escritora Eleanor Roosevelt firmando la histórica Carta Abierta a las Mujeres del Mundo (Londres, 12 de febrero, 1946). La que fuera primera dama de Estados Unidos la leyó ante la Asamblea General de Naciones Unidas y en ella todas las firmantes, entre las que se encontraba Uralova, hacían un llamado a las mujeres de todo el mundo, animándolas a participar activamente en asuntos nacionales e internacionales.
Desde su atril, Roosevelt dijo: "Tienen la responsabilidad de infundir a nuestros pueblos el convencimiento de que las Naciones Unidas pueden ser un instrumento para conseguir la paz, si le dedicamos la misma energía que desplegamos para ganar la guerra", señalando que "las mujeres reclaman cosas que los hombres olvidan".
"Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de empleo, a condiciones equitativas y satisfactorias y a la protección contra el desempleo"
El arduo trabajo de Evdokia Uralova, de la que pocos datos se conservan, se vio recompensado en 1947, cuando se convirtió en fundadora y relatora de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, mientras defendía fervientemente la necesidad de una igualdad de salario para todas las personas, independientemente de su sexo.
Fue una de las precursoras de una batalla incansable que, a día de hoy, sigue en pie. Teniendo en cuenta que a este ritmo harían falta unos 257 años para lograr la plena igualdad de salario en todo el mundo, es evidente que, a pesar de los avances conseguidos, aún queda mucho por hacer.