En 1881, Benito Pérez Galdós publicó La desheredada, un libro con el que abrió el ciclo de las Novelas españolas contemporáneas (1881-1889) y, hasta hace poco, considerado de los primeros en España en tratar el tema de la prostitución. Sin embargo, antes que él fue una mujer la primera, no solo en escribir, sino en criticar abiertamente la institucionalización de la prostitución en nuestro país: Matilde Cherner (Salamanca, 1833-Madrid, 1880).
La escritora y periodista, que ha sido descrita como una mujer "de ideas progresistas" y una "republicana federal convencida", colaboró con medios como La Revista Salmantina, la revista La Ilustración de la Mujer o La Ilustración Republicana Federal.
También escribió, siempre oculta bajo el seudónimo de Rafael Luna, novelas como Ocaso y aurora (1878), obras de teatro como Don Carlos de Austria y La Cruz, y trabajos críticos como Juicio crítico sobre las novelas ejemplares de Cervantes —un estudio que fue premiado por la Real Academia Sevillana de las Buenas Letras—. Pero, sin duda, su obra más polémica fue María Magdalena (1880), en la que retrató con valentía la realidad de la prostitución en España.
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La protagonista, María Magdalena (que más tarde cambia su nombre por el de Aspasia), es una joven que se queda sola y devastada por la pobreza después de las muertes de sus padres. Ante este panorama desolador y viéndose incapaz de sobrevivir, se plantea el suicidio, pero una serie de hechos hacen que acabe en la casa de Celestina ejerciendo la prostitución.
A lo largo del libro, Matilde Cherner narra la cruda situación a la que se enfrenta Aspasia en esa casa, las relaciones que establece con algunos hombres y el dramático final que acaba con ella; así como sus reflexiones durante todo ese tiempo. Todo ello, derribando el mito de la "libre elección" de las prostitutas.
Matilde Cherner se atrevió a poner sobre la mesa este tema, que aún hoy sigue siendo objeto de debate, y las consecuencias llegaron rápidamente. El libro se empezó a publicar por capítulos en los periódicos del país, pero después de que saliesen a la luz tan solo un par de ellos, repentinamente se paró su difusión.
¿El motivo? La gran polémica que suscitó entre la sociedad de la época. Tanto fue así que se dice que Cherner, que murió de forma inesperada poco después, se suicidó por culpa de la presión pública.
Obra olvidada, hasta ahora
De esta manera, durante años la obra de Cherner ha estado oculta para la gran mayoría de la población, ya que de María Magdalena solo estaba el manuscrito digitalizado en los archivos de la Biblioteca Nacional. Pero ahora, la editorial Espinas lo publica por primera vez como parte de su trabajo de "arqueología literaria" para encontrar a nuestras autoras autóctonas desconocidas.
"Creo que es muy significativo que en nuestro país desconozcamos a tantas autoras. Al final, la violencia cultural que han sufrido las mujeres en el ámbito de la literatura es muy llamativo porque parece que lo que nos están diciendo es que no hablemos de determinados temas, que ya lo hacen ellos", afirma Alicia de la Fuente, fundadora de la editorial Espinas.
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De la Fuente, que ha estudiado Filología Hispánica, considera que, como en el caso de Matilde Cherner, "hay muchas autoras españolas de las que no se conoce prácticamente nada, ni sus vidas ni su obra". Por eso, mucho de lo ocurrido con Cherner, como puede ser la razón real de su muerte, forma parte de la "rumorología".
Lo que sí tiene claro, es que la salmantina fue censurada. "De María Magdalena se frenó la publicación sin dar explicaciones. Pero cuando tú coges el libro digitalizado en la Biblioteca Nacional, en la última página pone que 'está de venta en casa del autor'. Que además dice 'el autor' porque lo publicó con seudónimo. Esto nos hace pensar que lo más probable es que se autopublicara ella y vendiera los libros en su casa".
Un discurso aún vigente
Para De la Fuente, una de las claves de esta obra es que, pese a que han pasado más de 140 años de su publicación, su discurso y todo lo que muestra aún está vigente.
"Cuando decidimos publicar este libro vimos que el debate sobre la prostitución se estaba reavivando y sí, creo que está completamente de actualidad y que Matilde tiene un discurso actual. Todavía estamos muy atrasados en este tema y nos falta mucha información y mucho conocimiento de lo que supone la prostitución para las mujeres que la ejercen".
Lo mismo opina Mabel Lozano, directora de cine social y una firme activista contra la prostitución y la trata de personas, que ha escrito el prólogo de la publicación. "Las preguntas que se hace Matilde Cherner a través de sus personajes me las hago yo hoy en día. Y tú dices: ¿cómo es posible que no haya cambiado nada?".
"Es más, hay un componente que ella no tenía, que es la trata. Es decir, Matilde Cherner habla de esas mujeres abocadas a la prostitución por la pobreza, por la necesidad. Nosotros seguimos teniendo a esas, más todas las que son reclutadas como esclavas en el mundo entero, porque nunca ha sido más barata la esclavitud que en este siglo. La trata —esclavitud— de este siglo, tiene rostro de mujer", critica.
La directora recuerda que todavía hoy no hay una ley integral contra la trata y que "no todas las caras del proxenetismo están condenadas".
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"Las tercerías locativas o el proxenetismo consentido, que sería la Celestina de este libro, hoy en día tampoco es un delito. ¿Y ese mito de la libre voluntariedad? Ya lo explicaba esta Cherner hace tantísimos años. ¿Qué voluntariedad tienen estas mujeres que se ven abocadas a prostituirse porque no tienen dónde caerse muertas? ¿Qué voluntariedad tiene una mujer paraguaya de 19 años y con tres hijos menores a su cargo? Es como describía en personaje de Aspasia: estoy sola, sin un duro. ¿Me suicido? ¿Qué expectativas de vida tengo?".
Alicia de la Fuente añade además que, en comparación con La desheredada de Galdós, "este libro es mucho más crítico". "Galdós fue un escritor muy crítico también con las cuestiones sociales y con las que atañían a las mujeres. Pero creo que en esta novela se desprende mucha más intención, más dolor. Es como más cercano. Al final es un tema que atañe principalmente a las mujeres".
Y añade: "Es más, Galdós en La desheredada ni siquiera llegó a decir que Isidora es prostituta. El lector lo intuye, pero Matilde es mucho más explícita. Otra cosa es que María Magdalena es mucho más sencillo de leer, mientras que a mucha gente Galdós se le hace denso".
Con la publicación (al fin) de María Magdalena, De la Fuente busca traer otra voz crítica con la prostitución, poner a Matilde Cherner en el lugar de la historia que le corresponde y, por supuesto, "poner su obra donde se merece, al alcance de cualquier lector".