Durante la semana de la Alta Costura, Dior plantó la semilla de la originalidad con su apuesta centrada en el deporte, aprovechando la celebración de los Juegos Olímpicos en París.
La directora creativa Maria Grazia Chiuri rindió homenaje a los atletas que desde la Antigüedad hasta hoy han superado los prejuicios y obstáculos para conquistar la igualdad en las competiciones deportivas.
Al explorar los vínculos entre la acción y la vestimenta, cuestiona la esencia misma de esta última, su construcción y su relación única con el cuerpo en movimiento. De ahí la presencia, en la colección, del drapeado, en vestidos de seda, como una referencia visual a la estatuaria clásica, camisetas sin mangas metálicas transparentes ribeteadas de satén o la combinación de falda y pantalones.
['The New Look', la serie sobre el ascenso de Christian Dior y la caída de Coco Chanel]
La apuesta por tejidos inesperados como el jersey, el corsé interior ultraligero que estructura los conjuntos y el color rojo, uno de los favoritos de Christian Dior, se presentó como una evidencia. La mujer, a la vez elegante y poderosa, volvió a brillar en una colección a su imagen y semejanza.
El poder femenino
La escenografía acompañó la propuesta. Fiel a su compromiso y a su deseo de celebrar el trabajo de las mujeres artistas, Maria Grazia Chiuri continúa su diálogo con los grandes nombres de la historia del arte feminista, pero también con las generaciones más jóvenes.
En 2022, con motivo de la exposición retrospectiva que el New Museum de Nueva York dedicó a Faith Ringgold (1930-2024), la directora creativa descubrió en mayor profundidad las obras de este artista emblemática.
La pintora dejó como legado una importante labor activista, a favor de la diversidad y de la inclusión. El desfile de Alta Costura, también realizado junto a los talleres Chanakya y de Chanakya School of Craft, hizo eco a su lucha y perpetuó este encuentro entre costura, compromiso y artesanía.
Homenaje a la artesanía
Dior forma parte de las casas más exclusivas del mundo. Cuenta con la denominación de Alta Costura por respetar todos los criterios definidos por la Federación de la Alta Costura y de la Moda. Un año más, presentó una colección exclusiva que hizo brillar el trabajo de los artesanos y realzó la importancia del savoir-faire.
En esta colección, participaron casas tan prestigiosas como Maison Hurel. Esta se distingue por la excelencia de su artesanía, un saber hacer consolidado a lo largo del tiempo y la experiencia. La calidad superior de las colecciones textiles, además de sus preciosos archivos, son testigos de su papel en la evolución de la moda a lo largo del tiempo, según recuerda la casa.
[¿Fan de J'adore de Dior? Este es el espacio exclusivo donde podrás descubrir su nueva versión]
Fundada en 1873, la Maison Hurel es famosa en todo el mundo por su creatividad y sus excepcionales técnicas artesanales. Debido a su historia y experiencia, el gobierno francés nombró a Hurel Empresa del Patrimonio Vivo en 2008. La misión de Hurel es preservar la experiencia artesanal y el patrimonio excepcionales en Francia.
En esta colección de Alta Costura firma varias siluetas. Entre ellas, un vestido largo con espalda drapeada en tul bordado con encaje puntillista y lentejuelas martilladas de 8000 millas, en metal dorado. El vestido requirió 1650 horas de trabajo y 8 artesanos.
Hurel también firmó un conjunto formado por un body y un abrigo de tul completamente bordado con un mosaico abstracto de miles de patrones en oro pálido y microtubos plateados descoloridos, con flecos gráficos a juego. Requirió más de 1.350 horas de trabajo en los talleres de Alta Costura y concretamente 850 horas de bordado en los talleres de Hurel.
Otro de los looks más comentados fue un body de tul con una cascada degradada de plumas de gallo bordadas en dorado y lacadas. La pieza requirió 650 horas de trabajo, incluidas 350 horas de bordado y 3.500 plumas.
También destacó un vestido largo asimétrico de punto color marfil sobre una camiseta sin mangas bordada con microtubos de plata, salpicados de joyas sobre garras de hematita. El top bordado requirió más de 650 horas de trabajo en los talleres de Alta Costura y 350 horas de bordado en los talleres de Hurel.
[30 frases célebres de Christian Dior: las lecciones del gurú de la elegancia]
Historia de la Alta Costura
La Semana de la Alta Costura en la historia de la moda no es baladí. Sus orígenes se remontan a 1858, cuando el costurero inglés Charles Frederick Worth presentó una colección sobre maniquíes reales y a partir de sus inspiraciones, de forma inédita. Durante el desfile, sus clientas podían seleccionar sus modelos favoritos y pedir su confección posterior, siguiendo sus propias medidas.
La Cámara Sindical de la Costura, hoy convertida en Federación de la Alta Costura y de la Moda, es la encargada de preservar este legado en la actualidad. Existen unos criterios fijos para contar con la denominación de Alta Costura, entre ellas, poseer un taller en París y presentar dos colecciones cada año con un número mínimo de diseños. De ahí que el listado de casas participantes sea reducido y exclusivo.
Christian Dior es una de ellas. En esta ocasión, Maria Grazia Chiuri, su directora creativa desde el año 2016, ideó una colección en homenaje a la mujer y una de las temáticas más comentadas del año: el deporte.