Hay veces que las cosas son más sencillas de lo que parecen, aunque en el momento de descubrirlas nos parezca algo mágico. Hay un truco muy sencillo para esos vaqueros que te aprietan en la zona del abdomen y que nada tiene que ver ni con llevarlos a la costurera para que te haga algún apaño, y mucho menos con devolverlos a la tienda si son nuevos o regalárselos a tu hermana o a una amiga.
Pongámonos en situación: quieres lucir para una cita especial esos jeans que tanto te gustan y que no te los pones todo lo que te gustaría porque no te resultan demasiado cómodos. Sientes que te están estrechos en la zona de la tripa, te cuesta un poco abrochártelos, pero la realidad es que parecen ser de tu talla. Salvo esa zona, el largo, la cadera y el trasero te quedan como un guante.
Es normal quejarse en estas situaciones y pensar: "Estos pantalones están mal diseñados, el patrón tiene defectos". Puede que sí o puede que no, lo único cierto es que hay un sencillo truco para solucionar el molesto problema con los vaqueros 'estranguladores'. Buceando en las redes lo hemos encontrado.
¿En qué consiste?
Olvídate de meter tripa y contener la respiración hasta que consigas cerrarte el botón. Seguramente lo logres, pero luego te sentirás incómoda, sobre todo al sentarte, y tu deseado look acabará convirtiéndose en tu peor pesadilla.
Lo que debes hacer para solucionar el problema de esos vaqueros estrechos es lo siguiente: primero, dales la vuelta. Observarás que la zona de la cremallera está formada por dos partes de tela que se unen en la parte de abajo, rematando ese cierre y se cose para que no se enrolle. ¡Es ahí, precisamente donde está el secreto!
Una usuaria de TikTok cuya cuenta lleva por nombre @algoparati ha encontrado una solución facilísima que solo lleva un par de minutos. Coge unas tijeras y descose con mucho cuidado el pespunte que une las dos piezas hasta conseguir liberarlas del todo.
Y muchos se preguntarán: "¿Y ya está?, ¿no hay que hacer nada más?". Pues no, aquí acaba el sencillo truco de los vaqueros. Ella misma demuestra que cuando vuelve a ponérselos le abrochan con total facilidad. Muchas de sus seguidoras lo han probado y han dejado sus comentarios asegurando que funciona.
Aún así, los milagros no existen y si lo que sucede en realidad es que esa prenda es una talla o dos menor que la real, con solo descoser esa pieza no conseguirás que te queden bien. Este sencillo truco es para superar esos escasos milímetros que separan la estrechez de la total comodidad. ¿Te animas a probarlo?