El dress code suele estar presente en muchas invitaciones a eventos. Especialmente aquellos con cierta notoriedad. Pero antes de entrar en pánico al ver esas dos palabras malditas que te dicen como vestir, es importante saber que el código de vestimenta recoge un conjunto de normas sociales que establecen cuál es la forma correcta de vestirse ante una determinada situación o para asistir al evento en particular.
Esto adquiere especial relevancia porque es importante seguir las reglas, no se trata de innovar para ser cool o para ser diferente, la formalidad y la etiqueta, a pesar de los años, siguen teniendo un cierto protocolo que se debe seguir.
Cualquier tipo de dress code siempre dependerá de los diferentes factores que envuelvan el evento: el lugar, la hora del día, el motivo e incluso el clima. Y esto no solo influirá en las formas sino también en los colores que llevemos.
El black tie como sugerencia de dress code, merece una cierta formalidad, pero no es considerado como una etiqueta de gala. Se aplica en eventos semiformales como una boda, una cena, presentación de negocios, etc.
'Black tie' masculino
A los caballeros se les invita, si el evento es nocturno (a partir de las 19:00 horas) a que acudan vestidos con esmoquin. Puede ser que, en alguna invitación británica, se encuentren con las siglas DJ, que son las siglas de Dinner Jacket, aunque pueda dar lugar a confusiones anecdóticas con la ambientación musical.
Su uso es cada vez más extendido y las tiendas en las que pueden alquilarse han visto disminuido su negocio porque, además de que cada vez sea más útil tener uno para un mayor número de personas, las firmas low cost han comenzado a incluirlos en sus colecciones. Ya no es un síntoma de pertenencia a una élite tener en el armario un esmoquin (o tuxedo, su denominación en inglés, que a veces se usa como anglicismo).
El nombre de esmoquin se impuso porque era el traje que solían usar los caballeros del siglo XIX en las cenas en las que las sobremesas eran exclusivamente masculinas y se permitía fumar.
Eduardo VII, en su juventud, fue el primero en llevarlo (como curiosidad, su nieto Eduardo VIII fue el primero que usó la chaqueta en color azul noche y cruzada). La firma Henry Poole&Co cortó la primera para él y así, el príncipe encontró una prenda la perfecta para vestir en fiestas menos formales. Eduardo VII era conocido por su cuidada forma de vestir y muy pronto, los hombres más destacados se mandarían hacer chaquetas iguales. Los influencers existían siglos antes de Instagram.
El uso del esmoquin es cada vez más habitual en fiestas nocturnas como entregas de premios, cócteles, galas y otros actos sociales de cierta relevancia, pero sin llegar a la importancia de otras ceremonias donde se exige white tie, que es el más estricto de los códigos.
La prenda principal es una chaqueta que tradicionalmente ha sido negra. No en vano, en el pasado, esta chaqueta estaba reservada a las élites y el color negro es el que definía el poder en la indumentaria (sotanas, togas, trajes de etiqueta…). Con el tiempo, comienza a popularizarse uso de otros tonos, como el azul medianoche o alguno que se salga más de la norma. En verano o en climas cálidos, el blanco o el crema están aceptados.
La chaqueta del esmoquin no tiene cola y cierra con un sólo botón. Tiene un bolsillo para el caso de que se opte por llevar pañuelo. Las solapas pueden ser con terminación en punta (más formal) o redonda, pero en sentido estricto, deben ser de raso, tejido del que serán también la pajarita, el fajín y el galón de los pantalones.
Los pantalones deben ser de color negro, azul noche, crema o blanco, según sea la chaqueta, y el largo debe ser por encima del tacón del zapato. Además, estarán preparados para llevar tirantes. Si compran uno y desean llevarlo así, indiquen que les pongan botones para tirantes. Se cosen seis botones en el interior de la cintura, por parejas: dos a ambos lados del cierre y una, en la costura trasera.
La camisa debe ser blanca y con dobles puños. Es común que en el frontal lleve jaretas, para diferenciarse de las camisas estándar. A pesar de que se vea en ocasiones a alguien de esmoquin con corbata, esta prenda se usa con pajarita exclusivamente, aunque, el protocolo se ha flexibilizado para el material y color de la misma.
Los zapatos que dicta el protocolo tradicional son los opera pumps. Pero también, los zapatos de charol o piel con cordones se consideran de máxima etiqueta cuando un pespunte los atraviesa horizontalmente a la altura del comienzo de los dedos, es decir, cuando tienen costura prusiana.
Esta indumentaria solamente podrá ser sustituida por el traje nacional que es el que ostenta el mismo rango. La invitación debe indicarlo. Pero es más lógico en zonas como Austria o en Escocia.
'Black tie' femenino
Las mujeres vestirán de largo, eligiendo las formas, pero el protocolo indica vestido largo hasta los tobillos, o bien de cóctel o de dos piezas, siempre que mantenga una armonía y elegancia. Al tratarse de un estilo más sobrio, los colores deben ser preferentemente negros o en tonos oscuros y lisos. Se pueden introducir los tonos rojos, aunque como siempre, el color que más elegancia desprende y con el que acertarás seguro es el negro.
Si la fiesta es de día, se podrán usar hasta dos tonos diferentes en colores claros o con estampados muy sutiles. La tela del vestido podrá ser más entallada para potenciar la figura de la persona que lo vaya a llevar.
A pesar de que este dress code siempre se relaciona de forma directa con los hombres, el black tie femenino es más versátil. Las faldas, pantalones y camisas también son otras de las opciones de las que disponen las mujeres. En cuanto a estas prendas, se debe cuidar que el pantalón sea largo hasta los tobillos y los colores, al igual que en los vestidos, deben ser tonos oscuros.
Pueden ponerse todas las joyas que deseen y es el escenario donde la exhibición de las alhajas familiares más costosas es más habitual, sin ser muy exageradas. Pero si se apuesta por un collar muy llamativo o voluminoso, los pendientes deben ser de dimensiones más reducidas, y a la inversa. La misma proporción hay que guardar con respecto a las pulseras.
Se acompañará de un bolso clutch o tipo cartera, pudiendo lucirse bolsos joya en esta ocasión. Los zapatos serán de tacón alto y fino que vayan a juego con el tono de las prendas elegidas, desaconsejándose el uso de plataformas.
El maquillaje dependerá de la hora en la que se celebre el evento. Por la mañana se podrán utilizar tonos más sobrios y claros y por la noche se volverá a recurrir a tonos oscuros y marcados. El peinado recogido seguirá siendo la mejor opción en este caso.
Hay dos cuestiones del protocolo estricto que se han relajado en los últimos tiempos. La primera es que tradicionalmente no estaba bien visto el uso de reloj (salvo relojes-joya) y la segunda es que, antes, aunque no se vieran, el protocolo establecía el uso de las medias de cristal.
Hoy, por ejemplo, el uso de las medias se ha suprimido bastante y, de hecho, los neoyorquinos siempre hablan de una regla no escrita: la mujer más distinguida y sofisticada suele ser la que acude a los restaurantes sin medias en invierno. Es la evidencia de que puede anteponer la estética al clima, porque el conductor la espera a la salida.
“La única manera de adquirir una elegancia perfecta, es tener una educación perfecta”. Oscar Wilde.