Desde 2010, la firma de joyería madrileña Aristocrazy no para de sorprender e innovar en sus diseños e ideas, que representan la esencia de su trabajo. Siguiendo esa innovación, la marca de joyas presenta un nuevo proyecto audaz y emocionante.
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Pone en marcha la primera edición de la 'incubadora de talento'. La "propuesta invita a diseñadores, tanto internos como externos, a participar en este espacio para fomentar el talento y la creatividad con una ambiciosa fórmula: trabajar en equipo para desarrollar nuevas propuestas que reflejen una visión fresca e innovadora de la joyería", comenta Aristocrazy acerca del proyecto.
Este 'nuevo sendero' es una fusión de talento entre los diseñadores de la casa y creadoras independientes, que van a tener la oportunidad de compartir sus conocimientos y experiencias con el objetivo de crecer como artistas y aportar frescura a las nuevas colecciones. Así, apuesta por la mezcla de la creatividad y el diseño que “coexisten en armonía, y es precisamente esta dualidad la que ha llevado a Aristocrazy a crear la incubadora de talento”, afirma la marca de joyas.
Tras una selección, y un concurso con 10 participantes, son Cristina, Irene y Daria quienes han sido seleccionadas para participar en el proyecto. ¿Sus puntos comunes? Un amor apasionado por la joyería y el deseo de innovar.
En primer lugar, Cristina, licenciada en Bellas Artes en Bilbao y con un ciclo superior de joyería artística, lanzó su marca de joyería hace tres años. Luznegra tiene un estilo fuerte y original ya que integra el arte, la historia y las piezas antiguas.
Luego, Irene, que lleva seis años con su marca Iren Bznuní. De origen armenio, estudió bellas artes y fabricación de joyería y cerámica. Su marca transmite su sensibilidad y espontaneidad, y hace hincapié en el trabajo experimental y el estilo orgánico de sus piezas.
La última seleccionada es Daria Pacelli, diseñadora de Joyas y artesana. Se formó en el Instituto Europeo de Diseño y en la escuela Jorgc de Barcelona. Crea, a través de su marca, joyas atemporales y modernas que se acuerdan de siluetas espontáneas.
Cada una pertenece a un universo creativo completamente diferente, y van a poder a través de este proceso intercambiar ideas y sobre todo crear una colección en colaboración con los equipos de la marca. De esta forma, las creadoras tendrán "acceso a nuevas formas de trabajo, conectándolas con artesanos joyeros y gemólogos certificados. Es la danza del talento, la sinfonía de la creatividad, unidos en un coro de innovación y belleza, que reverbera en cada joya Aristocrazy", afirma la marca.
Uno de los objetivos de Aristocrazy además de apoyar a nuevos talentos y darles visibilidad, es crear una comunidad creativa y un espacio de trabajo en el que las diseñadoras van a poder desarrollar sus creaciones y liberar su imaginación en atreverse a innovar.
Disponibles en tiendas a partir de 2024, las colecciones que propondrán las tres artistas van a aportar frescura, modernidad y abrir fronteras a la industria de la joyería, además de "fortalecer aún más el legado de Aristocrazy como una marca icónica en constante evolución".