El sector del lujo y, de forma más amplia de la moda y de la belleza, sufre cada año pérdidas millonarias por un fenómeno bien definido: la falsificación. Los datos lo corroboran: cada año, se multiplican las fabricaciones y exportaciones de productos fraudulentos, inspirados en diseños originales y protegidos por la ley.
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El último estudio de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo), titulado Los ciudadanos europeos y la propiedad intelectual: percepción, sensibilización y comportamiento, publicado el pasado mes de junio, subraya que el 20 % de los españoles afirma haber comprado intencionadamente productos falsificados en el último año y más del 40% de los consumidores interrogaba no está seguro de si un producto es auténtico o no. ¿Cómo luchar contra este fenómeno? ¿Qué soluciones existen en la actualidad? Lo analizamos.
Moda y belleza
El sector del lujo es uno de lo más afectados: "Los bolsos más copiados por los falsificadores son generalmente los modelos icónicos de las casas grandes lujo. Los falsos Birkin, Kelly, Lady Dior y Pliage son un buen ejemplo de ello.
Imaginados por estilistas contemporáneos, estos bolsos icónicos son reconocidos como creaciones artísticas originales. Gracias a este reconocimiento, son protegidos por los derechos de propiedad industrial y por los derechos de autor", aclaran los expertos del Musée de la Contrefaçon, ubicado en el número 16 de la rue de la Faisanderie, en París.
No son pocas las firmas que ganaron su batalla legal: "Chic y glamurosas, las creaciones de Louboutin son inmediatamente reconocibles por el color rojo escarlata lacado de su suela. Inseparable de la identidad de la casa de lujo, este tono de rojo Pantone 18.1663 TP y su colocación en la suela han sido reconocidas como marca perteneciente a Louboutin en 2019, tras una larga batalla legal. Louboutin es por tanto la única casa capaz de producir zapatos de tacón con suela roja", explican.
Uno de los subsectores más afectados es el de los deportes: "La organización Union Sport et Cycle estima que de cada 10 empresas afectadas por la falsificación, 6 son de deporte. En cantidad, afectan sobre todo productos textiles como zapatos, mallas, gorras y pequeños accesorios. Los equipamientos deportivos, incluidos los punteros, están cada vez más concernidos. Los consumidores que compran estas falsificaciones, que no cuentan con las tecnologías desarrolladas por las empresas, corren el riesgo de herirse gravemente".
¿Y en el mundo de la belleza? "Según EUIPO (Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea) la industria cosmética perdió 839 millones de euros en 2019 (el último año prepandémico del que se tienen datos oficiales equiparables).
Se prevé que los datos de los últimos tres años, atravesados por la crisis del coronavirus, sean similares o superiores ya que la tendencia desde que el fraude cosmético se mide por estadísticas siempre ha sido al alza. De hecho, en los últimos años dicho fraude se ha duplicado", destaca SICPA, multinacional suiza experta en seguridad material y digital, que cuenta con soluciones de seguridad visibles diseñadas para que el cliente final o la propia marca pueda identificar su producto lícito a simple vista, por ejemplo, mediante la introducción en sus sellos y precintas de las tintas de seguridad SICPA.
Otros datos claves, "según la Fédération des entreprises de la beauté (FEBEA), la venta de falsos perfumes y cosméticos representan actualmente el 10% de los cosméticos vendidos en el mundo. Los falsificadores imitan los packaging pero la composición química es muy diferente.
No testados ni estabilizados, estos productos pueden ser tóxicos para los consumidores. La causa: las sustancias dudosas utilizadas para reducir los costes de producción, la ausencia de anti alergénicos y antibacterianos o condiciones de almacenamiento inadecuadas", añade el equipo de expertos del Museo.
Algunos perfumes falsos se venden con un nombre sumamente parecido al original. "Este tipo de falsificación se llama, en derecho, un look-alike o copia parasita: el producto se parece demasiado al original e induce una confusión en el consumidor. Esta confusión puede ser aún mayor si el perfume se vende en países en los que el abecedario latín no se utiliza.
Representativas del savoir-faire de las grandes maisons, la elaboración de un perfume y de su packaging es un proceso de creación complejo. Mantenida secreta, la fórmula es el resultado de una asociación sutil de materias olfativas. Los falsificadores copian las botellas y los packagings pero sus fórmulas no están testadas. Varios análisis de estos falsos perfumes han demostrado que pueden contener residuos de metales pesados e incluso orina animal a modo de conservante".
¿Dónde se desarrolla?
Algunas zonas en el mundo propician este comercio: "Vinculado a la globalización, el rápido desarrollo de las zonas francas promueve involuntariamente el desarrollo de la falsificación. Se trata de áreas geográficas donde las ventajas fiscales y regulatorias alientan la inversión y la actividad económica.
Las mercancías encontradas allí se consideran fuera del territorio del país y por lo tanto están exentas de derechos e impuestos de importación, además están muy poco controladas, lo que las hace muy populares entre los falsificadores, estudios revelan que cada zona franca adicional dentro de un país genera un aumento del 5,9%", añaden los expertos.
Algunas zonas se han convertido en 'referencias' de la falsificación: "En las afueras de Dubai, Dragon Mart es el centro comercial chino más grande fuera de China y es considerado como uno de los mayores centros de falsificación del mundo.
Con 1,2 kilómetros de largo, 150.000 m2, con forma de dragón y con más de 3.950 tiendas, el complejo acoge cada día a 52.000 personas que vienen a hacer sus compras. De hecho, en las cercanías, se encuentran el aeropuerto de Fujairah, dedicado al transporte de mercancías, y el inmenso puerto de mercancías de Dubai, que permiten transportar fácilmente las falsificaciones chinas por todo el mundo", explican.
Evitar la trampa
"Para evitar caer en la trampa, hay que tener en mente que para limitar los costes, los falsificadores fabrican sus productos con materiales de baja calidad y herramientas menos eficaces. Los objetos suelen, por lo tanto, tener imperfecciones fácilmente observables. Precio, packaging, etiquetas y acabados son tantos elementos que cabe observar. Antes de comprar, es también fundamental informarse sobre los estándares de la empresa, las garantías y el servicio postventa".
Entre los acabados más fácilmente detectables, destacan las costuras, los cierres, los dibujos y los logos imperfectos. Se pueden sumar los elementos mal fijados o manchas de pegamento o esmalte a la vista.
En la etiqueta, la ausencia de menciones acerca de normas como NF o CE, la composición precisa del producto, el nombre o los apellidos del fabricante y la marca es clave. Las faltas de ortografía, de sintaxis o una impresión de mala calidad son otros indicios claros de falsificación.
Los materiales usados para la falsificación suelen ser de mala calidad, con una composición aleatoria que no respeta ninguna norma y una densidad mucho más débil (el objeto es muy ligero en comparación con el original), según recuerda el museo.
Una acción conjunta
No son pocas las firmas y plataformas que se suman a la lucha. El pasado mes de septiembre, la apertura de Madrid es Moda en el Museo Arqueológico Nacional acogió la firma de un manifiesto contra el mercado de las falsificaciones.
La acción fue impulsada por el Ayuntamiento de Madrid a través de su iniciativa Madrid Capital de Moda (MCDM) y de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) que cuenta con el apoyo de ANDEMA (Asociación para la Defensa de la Marca) y la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas).
A través de seis puntos, invitó "a todos los integrantes de la cadena de producción y consumo del mundo de la moda a preservar y fomentar el diseño creativo, la autenticidad y la autoría intelectual. También a luchar contra las falsificaciones y a favorecer la concienciación y sensibilización de toda la sociedad para asegurar el desarrollo económico, social y cultural del país".
Otras plataformas como Vestiaire Collective, de segunda mano, han desarrollado procesos meticulosos: "El proceso de autentificación física y digital de Vestiaire Collective, cuya detección de artículos falsos tiene una precisión del 99,9%, es único gracias a la combinación de experiencia humana y algoritmos basados en el aprendizaje automático.
Este proceso comienza con la revisión digital en profundidad por parte del equipo de expertos, quien aprueba los anuncios, seguido de una autentificación física en uno de los almacenes, y finaliza con una revisión final por parte del equipo de control de calidad que verifica que el artículo coincide con la descripción.
Como resultado de este riguroso proceso, desde 2020 nuestros equipos de autentificación digital han rechazado el equivalente a 360 millones de euros en artículos", explicaba la plataforma el pasado mes de noviembre.