Que levante la mano quien no tenga el armario a reventar y, sin embargo, nunca sepa que ponerse. Si es tu caso, necesitas un un armario cápsula pero ¿qué es y cómo se consigue? Aunque la mismísima Marie Kondo haya claudicado, en MagasIN te damos pistas para acabar con el caos de tu armario y, de paso, definir tu estilo personal.
Es hora de decir adiós a los armarios rebosantes: ¿se puede vestir mejor pero con menos ropa? Sí, y el armario cápsula es la respuesta. Sin embargo, este concepto no es nuevo: sus orígenes se encuentran en 1973, cuando la cazatalentos Susie Fox abre en Londres la tienda Wardrobe' (armario en inglés).
Situada en 42 Chiltern Street, con ella, pretendía "ayudar a las mujeres a desarrollar su estilo y confianza". Faux había trabajado como headhunter, reclutando talento para agencias de publicidad, y se dio cuenta de que la mujer, que se estaba incorporando en masa al mercado laboral, necesitaba más confianza en sí misma.
Para conseguirlo, era imprescindible un vestuario más profesional y creíble, como el que lograban los hombres solo con llevar un traje de chaqueta. Y así acuñó el concepto de 'armario cápsula': un número limitado de prendas y accesorios, de calidad y versátiles, que combinan entre sí, con las que comunicar mejor nuestro estilo.
"La gente inteligente aprende de sus errores", asegura Faux en su libro Wardrobe: Develop Your Style and Confidence (1988), en el que recogía las claves para reorganizar un armario rebosante y olvidarse para siempre de la ropa que no nos ponemos en un año y quedarte solo con lo que sabes que vas a utilizar.
En su lista de imprescindibles, la primera prenda era la chaqueta, en su opinión, el artículo imprescindible, a la que seguían una falda, un pantalón, una blusa, un jersey, un par de zapatos, unas medias, un abrigo o gabardina, un vestido, un bolso, un cinturón, joyas, un par de guantes, un vestido de fiesta...
Su método obligaba a ser creativo y combinar las prendas de diferentes formas, con habilidad e inteligencia, para agrandar nuestro armario sin necesidad de ampliarlo ni de comprar más. ¿Y cómo? mediante un vestuario funcional, atemporal y de calidad, "que se usa más" porque "las mujeres y los hombres que van a trabajar necesitan la mejor ropa posible".
Eso sí, no hay un armario cápsula fijo: "Si aplicamos la cápsula a todos, tenemos que preguntarnos: ¿Cuál es su estilo de vida? ¿Cuál es la pieza más importante para ese estilo de vida? Para unos podría ser un vestido entallado para ver a los amigos o una chaqueta impecable para la oficina. Para otros, pueden ser unos vaqueros y blusas".
Contra el exceso de ropa y la compra por inpulso iba también la primera colección que Donna Karan lanzó en 1985, que se llamó Seven Easy Pieces (en español, Siete piezas fáciles), que incluía siete prendas femeninas con las que cubrir las necesidades básicas, sin complicarse la vida.
Con unas medias tupidas, un body con múltiples posibilidades de uso, una camisa blanca, un par de pantalones clásicos, una chaqueta, un suéter y una falda, que tenían más de cinco opciones de combinarse entre sí, la diseñadora estadounidense construí un armario más práctico y menos consumista
"¿Tienes el armario a reventar pero nunca sabes qué ponerte? A mí me pasa lo mismo. Pero con este método y mis dessinetas crearemos un fondo de armario práctico, duradero y con estilo propio con tan solo 40 prendas. ¿Te parece imposible? Pues se puede", asegura Saray Martín, autora del libro El método armario cápsula.
Esta artista afincada en Barcelona, más conocida en las redes sociales como Dansvogue, fue la primera en recoger el concepto de armario cápsula y explicar, mediante consejos e ilustraciones, cómo crear un fondo de armario práctico y duradero, con menos de 40 prendas.
¿Cómo se hace un armario cápsula?: Mediante básicos muy ponibles que se pueden combinar fácilmente y que nos permitan looks más o menos formales en función de nuestras necesidades.
Para dar solución a las ecuación estética de cómo conseguir, con un número limitado de prendas, la máxima cantidad de looks, ayuda decantarse por colores básicos y estampados o hechuras no excesivamente marcados.
¿Cuántas piezas tiene un armario cápsula?: El número varía según los expertos, pero está entre 7 y 40, aunque la mayoría lo sitúan en torno a las 30.
¿Qué incluye?: Partes de arriba, de abajo, vestidos, abrigos, zapatos y accesorios o complementos.
¿Qué queda fuera?: La ropa interior y de deporte, y otras prendas de uso puntual, como vestidos de fiesta, disfraces...
El desfío es vestirse únicamente con ese número de prendas toda una temporada, sin comprar nada más. Y la matricula de honor es lograr que el mayor número de ella sobreviva al cambio de estación.
Como los vaqueros, que pueden formar parte tanto del armario cápsula de verano como de invierno y, si los tienes en tres colores (azul, blanco y negro) y hechuras distintas (anchos o más ceñidos...), pueden servirte para estilismo más o menos vestidos.
1. Una camisa blanca
2. Una camiseta (blanca, negra o de rayas)
3. Unos pantalones vaqueros
4. Un little black dress (o un vestido liso, de otro color, que sea igual de versátil)
5. Un pantalón de vestir
6. Una chaqueta
7. Una cazadora de cuero
8. Una falda corta
9. Una falda larga
10. Un par de jerséis
11. Un vestido largo estampado estilo boho
12. Unas zapatillas deportivas clásicas
13. Unos zapatos de tacón
14. Unas bailarinas
15. Unos mocasines
16. Una botas
17. Unos botines
18. Un abrigo (negro o camel)
19. Una gabardina
20. Un tote bag
21. Un bolso de noche
22. Un cinturón ancho
23. Un cinturón fino
24. Un sombrero o una boina o una gorra
Las ventajas de este sistema son evidentes:
Primero, es una más fácil de construir de los looks diarios, de la mañana a la noche, por lo que se simplifica la tarea de vestirse y, a la vez, evitan tener cosas olvidadas o muertas de risa, porque nunca te las pones.
Segundo, ayuda a conocer y comunicar mejor tu estilo, tu identidad personal y profesional, porque aobligar a una reflexión antes de acometer el proceso de limpieza, orden y selección.
Y en tercer lugar es un compromiso con una forma de vida más sostenible y un consumo más responsable: reduce tu impacto medioambiental en el mundo. Y, al apostar por prendas básicas de calidad que, año tras año, te seguirás poniendo porque están como el primer día, también ahorras dinero.
Para encontrar estos tesoros ayudan mucho las tiendas vintage o de segunda mano. Y para verlas bien en el armario cápsula, es recomendable poner perchas iguales, ordenar por colores o por prendas (las camisas, juntas; después, los pantalones, etc...). ¿Te animas?