Las bailarinas son un clásico que no pasa de moda. Las vemos de todos los colores y para todos los gustos cada temporada y es que se trata de un zapato cómodo y fácilmente combinable al que pocas se pueden resistir.
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Esta temporada hemos visto el regreso de las bailarinas tanto al street style como a las pasarelas. Algo que no sorprende, pues pasa cada año, pero esta vez hemos visto opciones más clásicas, como las que incluyó Miu Miu entre sus propuestas en su desfile.
Pero este demandado calzado es también el zapato de la tortura para algunas. Su adaptabilidad al pie es un punto a favor, pero también lo que ocasiona molestas rozaduras que desembocan en indeseables ampollas. Enrojecimiento, calor intenso en la zona y ablandamiento o levantamiento de la piel son algunas de las consecuencias de las ampollas.
Ante esto, muchas personas buscan formas para evitarlas que no impliquen dejar de usar este bonito zapato. Te contamos algunas de ellas.
Algunos puntos clave
Es importante empezar por el principio, valga la redundancia, es decir, fíjate muy bien en el tipo de bailarina que escoges, en cómo se adaptan a tu pie y en cómo de apretadas te quedan.
Los pies tienden a hincharse a lo largo del día, con las caminatas o como consecuencia del ejercicio físico que se puede llegar a hacer durante toda una jornada. Por eso, debes tener en cuenta esto a la hora de escoger los zapatos.
De hecho, es recomendable que compres este tipo de calzado con los pies hinchados, al final del día o después de haber caminado un rato. Así te aseguraras de que las bailarinas que escojas son las adecuadas.
Algunas recomendaciones incluyen que la puntera sea redondeada, de modo que haya espacio para que puedas estirar los dedos y que estos no queden comprimidos. También es importante que cubran casi la totalidad del empeine. Esto asegurará la sujeción del zapato por no hablar de los motivos estéticos: así evitarás que se te vean las raíces o espacios entre los dedos.
Sin embargo, recuerda que no deben quedarte demasiado apretadas. De lo contrario te generarán rozaduras con facilidad y, además, tendrás que hacer fuerza para encajarlas correctamente, lo que facilitará la aparición de heridas y ampollas.
Otro aspecto a tener en cuenta que muchas personas suelen pasar por alto es la suela. Es obvio que la calidad del zapato debe ser buena si queremos evitar rozaduras, pero el material de la suela no se tiene tan en cuenta como debería. Es importante escoger bailarinas que dejen transpirar los pies.
Otros consejos para evitar las ampollas
- Hidratación diaria: Mantén la piel bien hidratada con cremas específicas para los pies, especialmente en épocas de frío como el invierno en las que la piel tiende a resecarse con mayor facilidad.
- Vaselina: En algunas ocasiones es recomendable utilizar lubricantes como la vaselina o cremas anti-rozamientos en las zonas propensas a sufrir rozaduras. Sobre todo si planeamos usar las zapatillas durante un largo periodo de tiempo o para una larga caminata.
- Que no hacer: No estrenes unas bailarinas un día que las vayas a utilizar durante mucho tiempo. Si crees que vas a andar más de lo normal asegúrate de usar un calzado que ya esté adaptado a tu pie. Es importante que las vayas adaptando de forma progresiva.
- A tener en cuenta: Si son bailarinas que tengas guardadas de otras temporadas es igual de importante darles uso varios días antes de caminar largos trayectos o utilizarlas durante mucho tiempo. Esto se debe a que el material se puede compactar y provocar lesiones.