La corbata se ha convertido en uno de los temas de conversación habituales este verano y ocupa grandes espacios en las redes sociales.
Todas hemos recibido algún meme sobre la sugerencia del Gobierno español de no usarla para facilitar el ahorro de energía en el aire acondicionado. El asunto ha transformado a esta prenda, tradicionalmente masculina, en ‘trending topic’.
De hecho, en MagasIn ya hemos abordado recientemente el debate que está en la calle, sobre si el aire acondicionado es machista. Esta cuestión se plantea porque la temperatura en muchos lugares se regula para que los hombres con traje y corbata no pasen calor. Quienes visten de forma distinta pueden sufrir los efectos negativos del frío excesivo.
[La ola de calor revive la polémica: ¿es el aire acondicionado machista?]
La rebeldía frente a la recomendación del presidente del Gobierno de un sector de la sociedad ha encontrado un aliado en los grandes de la moda.
Las grandes firmas se han propuesto recuperar la corbata como accesorio imprescindible, en algunos de los mejores looks femeninos de la próxima temporada.
Otoño/Invierno 2022
En la presentación de las colecciones de moda para Otoño/Invierno 2022, la corbata fue un habitual entre las invitadas a los desfiles, que anuncian las tendencias que las demás incorporaremos a nuestro armario, mucho tiempo después.
Las colecciones de Gucci, Louis Vuitton, Kenzo, Sportmax y Raf Simons inundaron las pasarelas con nudos Windsor.
Zendaya fue la primera celebrity que nos anunció el retorno a las alfombras rojas de este complemento. Asistió con traje tradicional masculino y corbata a la fiesta posterior a los Oscars.
Con la excepción de Avril Lavigne con su famoso estilismo de corbata de rayas sobre fondo blanco, su uso había sido casi abandonado desde la década de los 80.
Cabe recordar, no obstante, las colecciones de Hermes, Dita Von Teese y Ralph Lauren de hace más de una década.
De hecho, se había convertido en un símbolo de lo masculino y una forma de escenificar la escasez de mujeres en algunos ámbitos, como así hicieron las diputadas francesas hace apenas unas semanas.
Cuatro décadas después… la corbata vuelve
No veíamos muchas mujeres con corbatas desde la década de los 80. La utilización del power suit -el poder del traje- fue una de las herramientas en la búsqueda de la igualdad laboral en el mundo profesional de las directivas y las ejecutivas.
Es inolvidable, la importancia de este look en la escalada profesional escenificada en la película Armas de mujer por dos referentes del cine como Sigourney Weaver y Melanie Griffith.
Si nos remontamos a mediados de los sesenta, encontramos la génesis de lo que durante un tiempo fue una tendencia habitual en las pasarelas, en las que la corbata estaba año tras año presente en las grandes colecciones.
Yves Saint Laurent precursor
Todo comenzó con la colección Otoño/Invierno de 1966 de Yves Saint Laurent. El diseñador presentó el smoking, que llegaría a convertirse en una de sus prendas más icónicas.
El origen del smoking, lo explicó Ana Gamallo en su artículo sobre las claves para vestir correctamente cuando el dress code indica black tie.
Era una vestimenta estrictamente masculina, cuyo uso fuera de los escenarios estaba descartado para las mujeres, salvo alguna excentricidad que conducía a la sorpresa, a los comentarios y hasta a la exclusión.
Tal era así, que lo que ahora es un icono fue un fracaso inicial, porque las clientas de Alta Costura de Yves Saint Laurent no se atrevieron a ser los ‘conejillos de Indias’ y tan solo se vendió un tuxedo.
Sin embargo, ese mismo año, la versión prêt-à-porter del smoking en la línea Saint Laurent-Rive Gauche se convirtió en superventas.
Las jóvenes aceptaron el reto de romper estereotipos, para que les resultara más fácil el acceso a los puestos laborales tradicionalmente vetados a las mujeres. La transgresión era el primero de los pasos.
Ya hace un siglo que las mujeres usan corbata. Desde los años 20 del siglo pasado. Desde ese momento, se han producido varios intentos de recuperar la tendencia y hacerla generalizada, pero no han tenido el éxito que se esperaba.
La tendencia de los
De hecho, cuando se evocan otras épocas, es posible ver en la gran pantalla looks tan inolvidables como el de Audrey Tautou en su interpretación de Coco Chanel con corbata.
La tendencia de la utilización de prendas más allá del género y la popularización de las que tradicionalmente conocíamos como unisex, marcan una inclinación por masculinizar la figura y el aspecto de la mujer.
También tiene un componente reivindicativo, que opta por no reservar el uso de ninguna prenda a una condición de sexo y/o género. Ahora las faldas también son masculinas y las corbatas femeninas.
¿Windsor o nudo estrecho?
Sobre el
Ahora sí, para importar los nudos tradicionales masculinos como opción, los cuatro más usados son los siguientes:
-Nudo pequeño: Si te gusta, estás de suerte. Es el más fácil de hacer, porque tan solo trenza la corbata girando sobre sí misma. Te quedará mejor con las de tejido grueso.
-Nudo simple o cuatro en mano: Se trata de la versión más popular, es el más usado desde que la corbata entró en el Imperio Británico en 1860. Consiste en rodear el lado corto de la corbata con el largo, creando un espacio para introducirlo desde arriba, dando así textura y consistencia al nudo.
-Windsor: El más ostentoso. Por su mayor volumen fruto de la doble hebilla, necesita cuellos amplios.
- Medio Windsor: Reservado también para looks formales, aunque es algo más relajado que el anterior.