La vida está repleta de momentos de felicidad, pero también nos presenta desafíos y dificultades que pueden complicar el camino. En ocasiones, esos contratiempos nos hacen sentir que algo nos impide avanzar hacia nuestras metas, pero la realidad es mucho más diferente.
Cada fracaso, pérdida o contratiempo esconde valiosas lecciones que nos ayudan a superar obstáculos y alcanzar nuestras metas. Esto se alinea con la filosofía de superación y resiliencia de la técnica japonesa conocida como Kintsugi. Seguro que has oído hablar de ella, pero en el contexto de reparar piezas de porcelana y convertirlas en obras de arte con delicadas pinceladas doradas.
Esta filosofía, cada vez más popular en España, propone de manera metafórica aplicar este mismo enfoque en nuestra vida diaria para aumentar nuestra felicidad y superar cualquier obstáculo que se presente. ¿Quieres descubrir cómo incorporar esta perspectiva a tu día a día? ¡Te lo contamos!
¿Qué es el Kintsugi?
El Kintsugi, se trata de un antiguo arte japonés que en los últimos años se ha convertido en una técnica muy utilizada para restaurar la porcelana antigua que ha sufrido fracturas. Sus raíces se remontan al Japón del siglo XV y se centra en la reparación de piezas cerámicas rotas mediante el uso de una resina especial llamada Urushi, combinada con polvos metálicos de oro, plata o platino.
Pero la verdadera magia del Kintsugi, radica en el hecho de que, una vez reparada, la pieza recupera vida y brilla de una manera nueva y única gracias a las cicatrices que la atraviesan. Esta técnica va más allá de la simple restauración; se trata de encontrar belleza en la imperfección y de celebrar las marcas del tiempo y las experiencias vividas.
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Las bases del Kintsugi han inspirado también a psicólogos a explorar su aplicación en el ámbito personal. Algo relacionado con esa tendencia de algunas personas de describirse a sí mismas como rotas después de enfrentar traumas, algo tras lo que surgió la idea de aplicar el Kintsugi como una metáfora para superar esas decepciones y adversidades en la vida.
La filosofía del Kintsugi invita a apreciar la belleza de nuestras propias cicatrices, reconociéndolas como partes fundamentales de nuestra esencia. Al aprender a reparar estas "cicatrices" seremos capaces de fortalecernos y evolucionar.
Una filosofía por lo tanto, basada en encontrar la belleza en la imperfección y a abrazar cada cicatriz como parte de nuestro crecimiento personal.
¿Cómo puede aplicarse el Kintsugi en el día a día para ser más felices?
Si quieres empezar a hacer que el Kintsugi forme parte de tu vida para seguir adelante y recuperarte de tus experiencias dolorosas, a continuación te detallamos algunas de las bases de esta filosofía japonesa para que puedas aplicarlas:
- Enfrenta tus recuerdos: Explorar las heridas del pasado puede ser un camino doloroso, pero este proceso te permitirá aprender de tus experiencias y definir tus metas futuras.
- Cultiva la perseverancia: Adoptar esta filosofía de vida es un proceso gradual que requiere paciencia. Habrá días en los que te sientas desanimado y tentado a renunciar; sin embargo, estos momentos forman parte de tu transformación y no indican un fracaso en tu proceso de automejora.
- Permítete el tiempo necesario: Descansar, tener un buen sueño y disfrutar de momentos de diversión son componentes esenciales del Kintsugi. Este enfoque es similar a permitir que el pegamento respire, facilitando así la curación de las heridas y avanzando hacia la recuperación.
- Céntrate en lo que amas: Concluyendo este proceso, es crucial concentrarte en aquello que amas para restaurar lo que está roto. Ya sea un hobby, tu trabajo, pareja, familia o amigos, centrarte en lo que te apasiona será fundamental para tu restauración personal.
- Busca apoyo si lo necesitas: El camino del Kintsugi se torna más llevadero con el respaldo de otros. No temas pedir ayuda ni sientas vergüenza de buscar terapia, unirte a grupos de apoyo o compartir tus sentimientos con tus seres queridos. La colaboración y el apoyo externo son herramientas valiosas en este proceso de autodescubrimiento y recuperación emocional.