Que estés esperando a tu primer hijo o que ya cuentes con una familia numerosa, sabrás que el cuarto de tu bebé es un lugar de especial atención.
[Cómo decorar una habitación de bebé recién nacido]
A tan temprana edad, los niños se ven muy influidos por su entorno y necesitan, además de un espacio cómodo para dormir, un ambiente muy favorable para su desarrollo. Todo ello, con la seguridad como obligación absoluta.
¿En busca de ideas y consejos? Los expertos de Lansinoh, empresa especializada en lactancia y maternidad, nos dan algunas claves para acertar:
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Piensa el lugar de la casa donde te gustaría ubicar su cuarto: Durante sus primeros seis meses de vida, tu pequeño compartirá tu dormitorio y dormirá en un moisés o cuna. A la hora de planificar su cuarto de entre las posibles opciones, elige una habitación que esté próxima a la tuya y que sea tranquila. Si la habitación es fría, asegúrate de disponer de la suficiente calefacción y de una buena ventilación. Las persianas opacas resultan útiles en habitaciones con luz y permiten a los pequeños dormir toda la noche.
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Haz de su cuarto parte del resto de la casa: Asegúrate de que su cuarto refleja tu propio estilo personal, ya que de lo contrario, podrías cansarte de su diseño con bastante rapidez.
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Crea un pin board o mood board: Un pin board o mood board es un tablero o póster con una colección de imágenes e ideas sobre una temática concreta y que en este caso, te pueden ayudar a planificar su habitación. Internet y las revistas de diseño de interiores son una gran fuente de inspiración.
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Una decoración adaptable: Opta por la actual tendencia de adhesivos de arte mural, son fáciles de colocar y quitar cuando estés lista para el cambio a medida que tu hijo crezca.
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Mantenla simple: Al igual que antes de la llegada del bebé, hay muchas cosas que están sobrecargadas de opciones (lo que no siempre es malo). Pero cuando se trata de planificar su cuarto, simplifica y ten en cuenta que debe ser un ambiente de descanso para ti y tu hijo. Si al comprar piensas que es respetuoso con los niños, obtendrás el equilibrio deseado. Si eliges un diseño más neutro, podrás actualizarlo más fácilmente para adecuar la habitación a lo largo de los años.
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Elige colores suaves y tranquilos: Considera usar colores que sean calmantes y relajados. Cuando tu bebé crezca, te dirá lo que quiere, así que aprovecha este momento especial para elegir aquellos qué te hagan sentir relajada. Con las exigencias de un recién nacido, la mayoría de mamás necesitan calmarse más que otra cosa. Piensa detenidamente los colores a elegir e intenta ser neutral con respecto al sexo del bebé (cabe la posibilidad de error en las ecografías).
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La seguridad, lo primero: Las cunas deben cumplir con las normas de seguridad BS EN 716, así que compruébalo antes de usarla. Esta norma garantiza que las barras están separadas a una distancia correcta y que la cuna no tiene aperturas ni zonas escalables. Invierte también en tapas de seguridad para enchufes y en cerraduras para cajones. Trata de no sobrecargar la cuna con peluches y evita los protectores de cuna.
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Crea una zona de lactancia materna: Para la zona ideal de lactancia, necesitarás una silla en que te resulte sencillo sentarte y levantarte (mejor con brazos). También es una buena idea tener una mesa y una lámpara junto a ella (no olvides mantenerte hidratada mientras das el pecho, por lo que busca un lugar donde dejar una bebida). Invierte en cojines y almohadas cómodas para estar lo más confortable posible.
La iluminación de bajo nivel resulta adecuada para las tomas nocturnas, ya que tanto el bebé como tú estaréis tranquilos y relajados y podréis recuperar el sueño fácilmente tras la toma.