En las relaciones de pareja, las discusiones son casi imposibles de evitar. Aunque una gran parte de las veces tengan un motivo contundente detrás, es cierto que hay veces que no sabemos el motivo por el que nos enfadamos con la otra persona, pero que termina por convertirse en una razón de desacuerdo, desconexión y distanciamiento.
Lo cierto es que hay muchos días que no queremos discutir, pero lo que sucede a lo largo del día nos obliga a ponernos en una posición u otra. Sin darnos cuenta, nuestras emociones se desatan y nos convertimos en la razón de un problema que, quizás en otra ocasión, hubiese sido insignificante.
Los seres humanos reaccionan de formas diferentes según el estado físico o emocional en el que se encuentren. No reaccionamos igual cuando tenemos hambre, estamos enfadados, cansados o simplemente nos sentimos solos. Por ello, los expertos recomiendan el método HALT: entender si estamos discutiendo porque estamos bajo una condición emocional.
En qué consiste el método 'HALT'
El método HALT se trata de un acrónimo que significa "hambre, ira, soledad, cansancio" y se basa en la premisa de que muchas confrontaciones surgen no porque haya problemas reales entre las personas, sino porque una o ambas partes están bajo ciertas condiciones emocionales o físicas que las hacen más propensas a reaccionar de manera impulsiva o defensiva.
En inglés, HALT hace referneic a los estados hungry (hambriento), angry (enojado), lonely (solitario) y tired (cansado). La idea central del método es detenerse antes de entrar en una discusión y evaluar si alguno de estos estados está influyendo en la manera de percibir y reaccionar ante la situación.
"HALT tiene dos estados físicos (hambre y cansancio) y dos estados emocionales (enojo y soledad)", explica el psiquiatra y especialista en adicciones David Streem al Cleveland Clinic. Cuando nuestras necesidades básicas no están satisfechas, puede resultar difícil determinar qué es lo que está mal.
Cuando una persona está hambrienta, su estado físico puede afectar directamente su estado emocional, lo que la hace más irritable y menos tolerante. Comer algo o asegurarse de que las necesidades básicas están cubiertas puede marcar una gran diferencia en la disposición emocional.
En el caso de estar enfadado, es esencial reconocer que la ira puede nublar el juicio y hacer que se digan cosas de las que uno puede arrepentirse. En lugar de abordar una discusión en ese momento, el método HALT sugiere tomarse un tiempo para calmarse, reflexionar y procesar las emociones antes de intentar resolver cualquier conflicto.
La soledad es otro factor que puede generar una sensación de desconexión o vulnerabilidad, lo que lleva a interpretar las acciones de la pareja desde un lugar de inseguridad. Este sentimiento puede desencadenar la necesidad de buscar validación o atención de maneras que pueden resultar en discusiones si no se comunican adecuadamente.
Finalmente, el cansancio físico o mental disminuye la capacidad de pensar con claridad, escuchar con empatía y responder con paciencia. En este estado, cualquier problema, por pequeño que sea, puede sentirse abrumador o más grave de lo que realmente es.
El objetivo del método HALT no es evitar abordar los problemas o posponer conversaciones importantes, sino asegurarse de que ambos miembros de la pareja estén en un estado emocional y físico adecuado para resolver las diferencias de manera constructiva.
Cómo superar las discusiones con el método HALT
Para superar los debates o enfrentamientos en pareja, el método HALT indica que debemos primero analizar nuestra situación personal o emocional. Cada uno de estos estados puede influir en un aspecto diferente, por eso debemos analizar cómo nos sentimos antes de reaccionar de determinada manera.
Aunque visto desde fuera pueda parecer que el cansancio no puede cambiar nuestro estado de ánimo, los expertos confiesan que la falta de sueño y los trastornos del sueño como el insomnio puede empeorar otros problemas psicológicos y de salud mental como el trastorno bipolar, la ansiedad, la depresión y otros trastornos del estado de ánimo.
Todos sabemos que el descanso es bueno para la salud, pero dormir todo el día no sería saludable. Al igual que el sueño, el exceso de ira puede afectar negativamente a nuestra vida y dificultar la toma de decisiones.
Así como identificamos rápidamente cuando hemos tenido un mal día, debería ser sencillo para nosotros reconocer también cuando estamos enfadados o estamos simplemente cansados e incluso hambrientos. Lo ideal sería parar y comunicarle a la otra persona que estamos reaccionando así por un motivo.