Hablemos de amor, de relaciones de pareja sanas, de construir un camino de felicidad y armonía con otra persona y de establecer vínculos con base sólida. En definitiva, de hacer del dicho 'tu media naranja' una realidad sin ideas demasiado romantizadas, sino realistas. Andrea Vicente, a la que bien podríamos llamar la psicóloga del amor, es una experta en relaciones de pareja.
Ofrece terapia personal y online, con talleres como '30 días para reconectar con tu pareja', que proporcionará herramientas profesionales y prácticas para romper con la distancia emocional y volver a construir una relación más fuerte y conectada con ejercicios diarios que ayudan a mejorar la comunicación, reducir los conflictos y reconectar emocionalmente. Además, triunfa en la pequeña pantalla con el programa Me quedo contigo, en Mitele, al que recientemente ha acudido Leire Martínez, excantante de La Oreja de Van Gogh.
Toda una gurú que ahonda en las dificultades que se pueden dar en una pareja y las posibles soluciones. ¿Hay problemas en el paraíso con tu alma gemela? Andrea tiene las respuestas.
Seguro que tus más de dos millones de seguidores en redes piensan que conoces la fórmula mágica para que las parejas funcionen. ¿La tienes?
A veces me encantaría poder ofrecer una fórmula mágica, ¡sería tan fácil! Pero la realidad es que no existe un método único o infalible que funcione para todas las parejas. Cada relación tiene su propio contexto, su historia y sus desafíos.
Las bases fundamentales para una relación sana –como la comunicación, el respeto, la confianza y la empatía– están siempre presentes en cualquier terapia de pareja, pero el trabajo real viene de entender cómo se aplican en cada caso específico. La magia es realmente la disposición de cada persona para trabajar en conjunto y construir una relación consciente y saludable.
¿Cuáles son los problemas que más afectan a las parejas hoy en día?
La falta de comunicación efectiva, donde uno no se siente escuchado o entendido, puede generar un sinfín de problemas y resentimientos que, si no se abordan, crecen con el tiempo. Es uno de los principales problemas que afrontan las parejas.
Luego, vienen los problemas de confianza y lealtad, como los celos, las infidelidades y los límites personales, que son fundamentales para que una relación sea segura y estable. También veo muchas parejas que enfrentan diferencias importantes en cuanto a sus metas y expectativas de vida. Esto incluye temas como tener hijos, los roles dentro de la pareja o la compatibilidad en los valores personales.
Por otro lado, está la gestión del tiempo y el estrés, en una época en la que el trabajo y las demandas externas muchas veces restan energía y tiempo de calidad en pareja. Finalmente, las dificultades en la intimidad y en la conexión emocional se presentan con frecuencia, ya que el estrés y la rutina pueden distanciarnos y hacernos perder el espacio de complicidad.
"Un error común es dar por sentado al otro, no mostrar gratitud o reconocimiento, no apreciar o valorar las pequeñas cosas"
¿El amor le preocupa más a los jóvenes o a los mayores? ¿A los heterosexuales o a otras opciones amorosas?
El amor y las relaciones son temas universales y preocupan a todas las personas, independientemente de la edad o la orientación sexual. Dicho esto, los intereses y las preocupaciones suelen variar según la etapa de vida. Los jóvenes, por ejemplo, suelen estar en la búsqueda de una conexión auténtica y de experiencias nuevas; buscan parejas con quienes compartir aventuras y crecimiento, mientras que las personas mayores muchas veces valoran más la estabilidad, el compromiso y la compañía.
En cuanto a la orientación sexual, creo que el amor y sus desafíos son experiencias humanas comunes. Cada tipo de relación –ya sea heterosexual, homosexual o de otra orientación– tiene sus propias complejidades, pero las bases de comunicación, respeto y apoyo mutuo son siempre las mismas. El amor y las relaciones tienen sus retos en todos los contextos, y cada uno busca, a su manera, construir algo valioso y significativo.
¿Cuáles son las dinámicas más peligrosas para las parejas, los errores más comunes que se cometen aunque parezcan 'inofensivos'?
Muchas veces, los pequeños deslices del día a día pueden convertirse en problemas graves cuando no se atienden a tiempo. Un error común es dar por sentado al otro, no mostrar gratitud o reconocimiento. Cuando no apreciamos o valoramos las pequeñas cosas que la otra persona hace, la relación puede ir perdiendo esa conexión especial. Otro error frecuente es evitar los conflictos; muchas parejas temen confrontarse y prefieren no hablar de temas difíciles, pero eso solo provoca que los problemas se acumulen y se hagan más grandes con el tiempo.
Minimizar las emociones del otro o no validarlas también es dañino, porque cada uno necesita sentir que sus emociones son importantes y que su pareja está dispuesta a entenderlas. Finalmente, la rutina y la falta de novedad pueden ser un peligro silencioso; muchas parejas caen en una especie de 'modo automático' donde dejan de sorprenderse o de hacer cosas juntos. Todo esto, aunque parezca menor, con el tiempo va debilitando el vínculo si no se corrige.
¿Han cambiado las redes sociales los códigos de las parejas? El 'ghosting', el sexo rápido, los chats interminables con personas que en realidad no conoces…
Definitivamente, han cambiado la manera en la que nos relacionamos. Ahora tenemos acceso inmediato a muchas personas, y esto puede ser tanto una oportunidad como una tentación. El fenómeno del ghosting, por ejemplo, o el hecho de tener chats largos y profundos con personas que nunca hemos conocido en persona, son prácticas que pueden generar confusión y afectar a nuestras relaciones. También están el sexting o las aplicaciones de citas, que han hecho que las conexiones sean mucho más rápidas y, en algunos casos, efímeras.
La posibilidad de encontrar a alguien nuevo con solo un clic ha hecho que algunas personas sientan que las relaciones son reemplazables, lo que puede ser dañino para las parejas. Sin embargo, también es cierto que las redes pueden acercar a las personas si se utilizan de forma consciente y responsable. El reto está en aprender a poner límites y en mantener la honestidad y la transparencia con nuestras parejas.
¿A la gente le da vergüenza ir a terapia de pareja? ¿Quién va más, la gente joven o la más mayor?
Todavía existe cierto estigma alrededor de la terapia de pareja, aunque afortunadamente cada vez menos. A veces las personas sienten que ir a terapia es admitir que algo está mal, cuando en realidad puede ser una manera de fortalecer la relación y mejorar la calidad de vida en pareja. Las generaciones más jóvenes suelen estar más abiertas a la terapia y a buscar apoyo externo, porque han crecido en una época donde el autocuidado y la salud mental se valoran más.
La gente mayor, por otro lado, suele ser más reticente porque tienen la creencia de que los problemas de pareja deben resolverse en privado. Pero, en realidad, la terapia es una herramienta muy valiosa y útil para cualquier persona que quiera mejorar su relación, sin importar la edad.
"Las relaciones abiertas y el poliamor pueden ser opciones enriquecedoras si están bien gestionadas y los involucrados son conscientes"
Poliamor, relación abierta… ¿Es verdad que toda esa libertad emocional de la que presumen muchos jóvenes es más sana o ha creado nuevos problemas?
El poliamor y las relaciones abiertas pueden ser opciones válidas y enriquecedoras si están bien gestionadas y todas las personas involucradas son conscientes y responsables. En una relación abierta, por ejemplo, la libertad emocional puede ser real, pero también requiere una comunicación muy abierta, confianza y un entendimiento claro de los límites de cada uno.
Sin embargo, también es cierto que estas dinámicas pueden traer desafíos adicionales, como celos o inseguridades, que no todas las personas están preparadas para gestionar. No se trata de que una forma de relacionarse sea mejor que otra, sino de que cada persona debe encontrar lo que realmente funciona para ellos y estar dispuesta a trabajar en sus propias emociones para que la relación sea sana.
Hablemos un poco de ti. Empezaste con psicología infanto-juvenil y familiar, pero te has especializado en terapia de parejas ¿Por qué? ¿Qué te llevó a ello?
Durante diez años trabajé en el ámbito de la psicología infantojuvenil y familiar, y en ese tiempo pude ver el impacto profundo que las dinámicas de los padres tienen en los niños. Me encontré con muchos casos donde el dolor y las dificultades emocionales de los pequeños estaban directamente relacionados con los conflictos de pareja y la falta de comunicación entre sus padres.
Ver cómo, en tantos casos, el estrés de los divorcios, las discusiones y la tensión no resuelta se reflejaban en los más pequeños empezó a afectarme emocionalmente. Fue ahí cuando comprendí que, si podía ayudar a los padres a gestionar mejor sus relaciones, tal vez podría también contribuir a que muchos niños crecieran en ambientes más sanos y sin cargas emocionales que no les corresponden.
Narcisistas, relaciones tóxicas, dependencia… ¿Las has sufrido en alguna relación?
Sí, tuve una experiencia muy significativa de cuatro años en una relación con una persona narcisista, y esa etapa marcó profundamente mi vida. Fue una relación que erosionó completamente mi autoestima y donde desarrollé una fuerte dependencia emocional. Salir de esa situación no fue fácil, pero también me brindó una oportunidad de llevar a cabo un crecimiento enorme. Aprendí a reconstruirme, a trabajar en mi autoestima y a reconocer el valor de establecer límites sanos.
Gracias a esa experiencia, hoy puedo entender de manera muy cercana lo que viven quienes han pasado por relaciones tóxicas o con personas narcisistas. Esto me motiva profundamente a trabajar con víctimas de este tipo de relaciones, a ayudarlas a recuperar su confianza y a encontrar la fuerza para salir adelante.
"La familia política es un tema que a veces genera tensiones y donde es fundamental establecer límites sanos"
Tu libro 'Quien bien te quiere te hará feliz', es una guía completa para parejas. ¿Cómo resumirías lo que hay dentro?
En efecto, el libro reúne toda mi experiencia de más de cinco años y que ha ayudado a cientos de parejas a construir relaciones más sólidas y felices. En él, abordo los temas clave que veo a diario en terapia: desde la comunicación –cómo hablar y escuchar sin herir– hasta la gestión de la infidelidad, un tema tan difícil de abordar pero que, con las herramientas adecuadas, puede tener un camino de resolución.
También trato otros aspectos importantes como la relación con la familia y la familia política, un tema que a veces genera tensiones y donde es fundamental establecer límites sanos. Dedico secciones al deseo sexual y cómo mantener la chispa con el paso del tiempo, así como a la inteligencia emocional, un recurso clave para gestionar nuestras propias emociones y mejorar nuestra conexión con la pareja.