Decorar tu hogar de una forma adecuada, con piezas que le aporten brillo y personalidad, puede resultar una tarea complicada. Francisco Cassinello, decorador y propietario de Mandalay, tiene los mejores trucos para que tu hogar brille más que nunca.
Un proyecto especial
La razón por la que Cassinello decidió comenzar con el interiorismo y la decoración es clara: "Abrimos Mandalay en 1997, porque como gran amante de la decoración, me percaté de que en las casas faltaba alma, vida y carácter", explica el propietario.
Y añade: "Fue entonces cuando decidí viajar por el mundo, seleccionando piezas tanto de Francia como de la India, China, África... para gente que buscaba ambientes más sofisticados, retro o de otras épocas. Me hice con un amplio stock de piezas originales para que cada cliente pudiera identificarse y hacer de su espacio algo único, con ese alma que yo buscaba".
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Francisco Cassinello, propietario de Mandalay.
La escucha al cliente
El propietario de Mandalay señala la importancia de escuchar con atención las necesidades del cliente a la hora de crear sus obras. Con humor, Fran compara su arte con una visita al médico. "Cuantos más síntomas me den, antes llegaremos al diagnóstico".
"Siempre suelo mostrar diferentes opciones de estilo. Esto ayuda mucho a aquellas personas que no saben expresar bien lo que quieren. Les doy herramientas para que describan exactamente el tipo de casa que sueñan, y cuando ya me lo han expresado, voy directamente a la creación".
Un estilo ecléctico
Así lo define Fran, "mi estilo es ecléctico, ya que me gusta mezclar lo moderno con lo antiguo, y lo elegante con lo rompedor. Diría que tenemos un estilo clásico, pero innovador".
El decorador presume de utilizar siempre el estilo más adecuado para el proyecto a tratar: "Elijo siempre el estilo pensando en sacar la mejor versión del hogar o del local a diseñar, atendiendo siempre a lo que busca el cliente".
Salón de mármol, diseñado por Mandalay.
Sostenibilidad y diseño
Mandalay también se caracteriza por estar comprometida con la sostenibilidad y reutilización de sus muebles. "Nosotros le damos a estos muebles antiguos varias vidas, adaptándolos a diferentes proyectos", explica Cassinello.
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"La producción del mobiliario actual está sujeta a las modas, se hacen muebles de usar y tirar que vienen empaquetados en cajas. En Mandalay utilizamos materiales de construcción reciclados, como ladrillos y muebles antiguos que han pasado por varios hogares. Los adecúo y les doy una nueva vida, llevando a cabo una práctica muy sostenible".
Mandalay abraza lo sostenible.
Una gama cromática amplia
Fran no duda cuando le preguntamos sobre sus colores favoritos a la hora de crear sus obras. "Elijo según el proyecto y lo que se desee transmitir, pero me gustan mucho los colores vivos y variados", cuenta.
"En Casa Decor, este año, hemos optado por un espacio en tonos blancos y lleno de luz, un espacio que lleve a la calma y la reflexión", explica. "En otros proyectos hemos empleado colores más intensos, como pueden ser el rojo y el verde. El negro, por ejemplo, siempre da un toque sofisticado y elegante".
El negro transmite elegancia.
Ideal para primavera/verano
Estas dos estaciones del año, cálidas y vivas, requieren un incremento de la luz y la vivacidad. "Aunque me parece una buena opción elegir una base neutra, recomendaría combinarla con colores vibrantes como el turquesa, naranja o amarillo. Celebrar la vida y la alegría a través de ellos en el espacio".
Los detalles y el color marcan la diferencia en estas estaciones. "Una manta colorida sobre el sofá lo cambia por completo, aquel jarrón turquesa que da alegría nada más verlo, o unos floreros anaranjados sobre la mesa del salón que dan ese toque cálido que te eleva el alma. Diviértete apostando por el color".
El turquesa combina bien.
Colores poco recomendados
El propietario de Mandalay recomienda prescindir de los colores apagados y oscuros para esta temporada. "Los verdes oscuros y los marrones, aunque son elegantes, no reflejan la esencia de la primavera y el verano".
Para los maximalistas
Al tener el ambiente de su casa muy sobrecargado, Fran recomienda abrir las puertas y ventanas para que entre la luz natural. "La luz puede aligerar el peso de una decoración más recargada y otorgarle frescura", detalla. "También es una buena opción decorar con flores frescas en vasos grandes donde pueda verse el agua".
Para los minimalistas
Los pequeños toques de color y detalles pueden conseguir destacar en un ambiente sobrio sin recargarlo demasiado. "Es preferible escoger unas pocas piezas de buen tamaño y potentes, ya que eso da sensación de amplitud en el ambiente", señala Fran.
"A los menos atrevidos, les aconsejaría añadir pequeños toques de color utilizando diferentes tonos dentro de una misma gama. Si se atreven, también se puede romper el esquema con algún color complementario. A los que les gusta el minimalismo y a la vez el color, les invitaría a que sean todo lo atrevidos que quieran".
Los colores vivos son un acierto en esta temporada.
El balance, esencial
El propietario destaca, además, la importancia de mantener un balance entre formas orgánicas y líneas puras para evitar que el ambiente se vuelva demasiado pesado. Estas formas, al ser antagónicas, se complementan a la perfección y se potencian".
"Al elegir un estilo, hay que ser buen conocedor del mismo para poder aprovecharlo. Solamente integrar notas precisas para mantenerlo lo más puro posible y no caer en lo grotesco ni en lo vulgar".
Los matices esenciales
Para finalizar, Fran aporta una serie de trucos generales a la hora de escoger la decoración más adecuada. "Lo primero y lo principal es entender la manera de vivir y las necesidades de cada persona. El almacenaje es fundamental para mantener el orden en casa, y es esencial que el espacio se sienta cómodo y acogedor", explica.
El aprovechamiento de la luz natural y los espacios abiertos también es muy importante, ya que aporta una sensación de frescura y amplitud. "También recomendaría escoger piezas únicas, que cuenten una historia y reflejen la personalidad de sus dueños".
"Tener un hogar en el que te sientes identificado con cada rincón, y que además sea una extensión de quienes lo ocupan, no tiene precio. Es algo casi terapéutico".